Название | Propios y Próximos |
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Автор произведения | Luis Íñigo-Madrigal |
Жанр | Языкознание |
Серия | |
Издательство | Языкознание |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789560013286 |
La distribución de los distintos ‘artefactos’ en tarjetas sin foliar, que pueden ordenarse de infinidad de maneras posibles9, simula evitar la linealidad de cualquier discurso, ofreciendo en cambio una apariencia de la circularidad propia del lenguaje o del contenido de la conciencia del poeta. De esta suerte se invierte el proceso regular en la obra literaria, es decir, la conversión del lenguaje y de un contenido de conciencia en discurso, discurso cuya linealidad es convertida en el acto de lectura nuevamente en circularidad, i. e., en contenido de la conciencia del lector.
Artefactos, por el contrario, propone una copia de posibilidades de combinación que las distintas lecturas pueden convertir en diversos discursos, no solo porque se pueda optar entre diversas disposiciones del conjunto, sino también en cuanto es posible (teóricamente) eliminar de ese conjunto algunos de sus integrantes.
Sin embargo, esa posibilidad es solo aparente o, en todo caso, limitada en un doble sentido: primero, en cuanto es imposible variar la disposición de cada uno de los elementos elegidos para el discurso (la linealidad de cada artefacto); y, segundo, porque es imposible introducir nuevos elementos en el conjunto, restringido, en el mejor de los casos a doscientas cuarenta y dos partes. Esto es, dentro del conjunto solo es posible la modificación por detractio o por transmutatio, pero no por adiectio ni por inmutatio. En ese sentido, el recuadro que encierra los artefactos manuscritos (y que en la versión impresa de los que no reproducen directamente los originales suele estar representado solo por los límites de la tarjeta) indica, no conscientemente, el carácter cerrado y acabado de cada uno de los artefactos, pero también el carácter ‘seriado’ del conjunto, que en la versión impresa encuentra expresión también en el anverso común a todos sus elementos.
La condición aparentemente abierta de la disposición de los Artefactos es parte de la ‘parcialidad’ del discurso en cuanto pretende influir al lector convirtiéndolo en cómplice.
El carácter fragmentado del discurso por, otra parte, hace que los medios de la amplificación queden en manos del lector, que al optar por distintos ordenamientos puede crear subseries con amplificación conceptual.
Desde el punto de vista de la dispositio, sin embargo, lo fundamental del carácter de los Artefactos es la alienación que suscitan (entendida en el sentido retórico de “efecto anímico que ejerce en el hombre lo inesperado como fenómeno del mundo exterior”), vivencia que se opone a la de lo habitual, cuya forma extrema es el tedio. La vivencia de la alienación empieza a ser provocada por la disposición de la obra y continúa siéndolo por su elocutio. Cuando el grado de alienación es excesivo, el hablante suele disculparse por ello. En ese sentido cabe interpretar el ‘artefacto’ “Chao. Y perdón si me he excedido en el uso de la palabra”, final posible de cualquier ordenación elegida.
Talvez valga anotar que la serie de poco comunes procedimientos gráficos y de diagramación de Artefactos (letras de diversos tamaños y colores en los originales; letras de distintas familias y cuerpos en la versión édita; disposiciones caligramáticas o excéntricas de los cuerpos léxicos en unos y otra, etc.), representan, en el lenguaje escrito, los diversos recursos de la voz y los gestos con que la pronuntiatio ironiza, realza o reemplaza el discurso oral, aunque puedan considerarse también como medios de alienación.
Expresión lingüística:
A continuación tratamos la expresión lingüística de los artefactos, dividiéndola según los preceptos que la rigen en todo discurso, a saber, los de la gramática y los de la retórica.
Puritas: La más notoria característica gramatical de los Artefactos es su vulneración constante de la ‘corrección idiomática’ (puritas) del discurso, entendiendo por corrección idiomática el uso del idioma por la mayoría o por un grupo social determinado de la sociedad en que se produce el discurso.
Auctoritas: La única muestra de auctoritas que se encuentra en Artefactos es una ironía sarcástica que vuelve ridícula a la autoridad (“Calzados Bata. / Piececitos de niño, / azulosos de frío,/ ¿cómo os ven y no os cubren?/ ¡Dios mío!”, que repite versos de la Mistral); otros tipos de discurso escrito o de uso repetido (fórmulas religiosas, refranes y frases proverbiales, frases históricas) también aparecen ironizadas (“Acúsome Padre de que en un abrir y cerrar de ojos inoculé muchachas resplandecientes”, “Bueno es el curanto, pero no tanto”10, “Ceux qui n’ont pas de confiance en moi, ye [sic] les enmerde”, “De boca cerrada no salen moscas”, “L’Etat c’est moi. La Revolución cubana soy yo”, etc.). Algunas muestras de lenguaje supuestamente elevado, o tal vez de vetustas, lo son por antítesis con los pensamientos sórdidos o banales que expresan (“No me pienso mover de esta mesa: si se me descompone el estómago voy a proceder a vomitar aquí mismo”; “– ¿Qué flores son esas, Dios Santo? / – Nenúfares”)11. Sin embargo, los rasgos más reiterados del lenguaje de los Artefactos no están en concordancia con el uso oral del lenguaje ni de la mayoría, ni de ningún estrato o nivel social de Chile en la época en que se escribieron; hay en ellos, por una parte, la exageración de algunas diferencias diatópicas y diastráticas del español de Chile (sobremanera en el campo de los verba obscena) y, por otra, la introducción de una gran cantidad de elementos ajenos a su ámbito lingüístico.
Barbarismos, verba peregrina, dialectalismo, etc.: Así abundan en Artefactos, A) Barbarismos: esto es, palabras que ni existen ni han existido en ningún idioma (“Compañeros: se ruega no confundir gue-gue con güe-güe. Se suplica no confundir el arte en la Revolución con la revolución en el arte”, y otros), campo en el cual lo más notable son las palabras pretendidamente extranjeras. B) Verba peregrina, extranjerismos, de los cuales hay más de una veintena, con absoluta predominancia de anglicismos: uno de ellos “Don’t make fun of nature, you old fool” aparece ‘traducido’ en otro artefacto. C) Dialectalismos, que conforman el grupo más importante dentro de las palabras de cuerpo léxico no idiomático, entre los que incluyo frases proverbiales locales (‘arreglarse los bigotes’, ‘bototo’, ‘chucha’, ‘cocos’, ‘conchetumadre’, ‘correrse la paja’, ‘diuca’, ‘el que se manea es vaca’, ‘fregar la cachimba’, ‘guatapiques’, ‘güevón’, ‘hueva’, ‘importar una hueva’, ‘¡las patitas!’, ‘mala cueva’, ‘mechona’, ‘meterse [algo] por la raja’, ‘pasar a llevar’, ‘patalear’, ‘pequén’, ‘pisar los callos’, ‘poqueque’, ‘por mientras’, ‘poto’, ‘puh’, ‘putah la payasá’, ‘puta madre’, ‘sepa Moya’, ‘soltarse las trenzas’, ‘ver[la] chueca’ y otros); su abundancia está determinada por el público al que se endereza el discurso y la predominancia entre ellos de verba obscena no es gratuita. D) Neologismos, poco abundantes (“Ambigüedad: Ambigüevadas”, “La poesía chilena se endecasilabó, ¿quién la desencasilabará? ¡El Gran Desencasibilabador!”, “Verdumnia: verdad a medias”. E) Finalmente, entre las alteraciones de los cuerpos léxicos, debe citarse la immutatio metaplástica (cinco casos), uno de cuyos ejemplos es particularmente interesante: se trata del ‘artefacto’ “Que quede bien en claro que ni la propia Unidad Popular me hará arrear la bandera de la Unidad Popular” (cursivas mías); en rigor no se trata de una immutatio metaplástica, ni tampoco de una annominatio per immutatione, en cuanto no hay cuerpo léxico cambiado en él; pero el verbo ‘arrear’ (‘conducir el ganado de un punto a otro’) en virtud del contexto invoca al verbo ‘arriar’ (‘bajar la bandera que está izada’), sobremanera en el español de Chile, en donde los verbos en -ear , de gran abundancia, siguen, en las formas de tema débil, el paradigma verbal ‘-iar’ , sincretismo que refuerza el equívoco en el caso que nos ocupa.
Solecismos: Las alteraciones de la sintaxis idiomáticamente correcta, en que determinados solecismos son utilizados como ‘figuras gramaticales’ son muy escasas. Significativo es el caso del ‘artefacto’ “El profesor y la criatura: – ¿Qué edad tú tienes, Marisela? –