Lo femenino en debate. Patricio Álvarez Bayón

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Название Lo femenino en debate
Автор произведения Patricio Álvarez Bayón
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9789878372464



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las Cátedras “Psicoanálisis Orientación Lacaniana. Clínica y Escritura”, “Práctica Profesional Clínica de la Urgencia” de la Carrera de Psicología y “Psicopatología” de la Carrera de Musicoterapia de la Universidad de Buenos Aires convocamos permanentemente a los estudiantes a comprometerse en la interlocución con la civilización que, sostenemos, es el partenaire del psicoanalista.

      Me interesa plantear aquí una afirmación de J.-A. Miller, quien sostiene que el psicoanálisis no es revolucionario ya que no se propone cambiar el mundo y, sin embargo, es subversivo en tanto va en contra de las identificaciones, de los ideales, del para todos, de los fenómenos de masa. No obstante, es muy probable que quien esté atravesado por el discurso analítico pueda decidir acerca de su posición sobre de ciertas cuestiones que atraviesan la vida política, ya que todo es político.

      Más allá de las identidades, el psicoanálisis se dirige hacia las identificaciones, localiza los semblantes, identifica lo singular del modo de gozar. Miller sostiene que “el psicoanálisis da lo que Stendhal llamaba “la audacia de no ser como todo el mundo”. “Enfrentar al sujeto con su propio vacío, permitiéndole así despejar el sistema que, a su pesar, ordenaba sus lecciones y su destino”.

      La época vive la pulsión a su modo, los objetos que la tecnociencia pone a nuestro alcance introducen modos de gozar que en otros tiempos ni imaginaríamos. Los mecanismos de control, las políticas, las segregaciones nos sorprenden, nos enojan o indignan y sin duda no pueden resultarnos ajenos.

      Es necesario situar de qué hablamos hoy: la familia y la ciencia, las nuevas ficciones jurídicas, los nuevos síntomas que remiten a la fragilidad del padre, parentalidades en el lugar de las familias que conocíamos y, tal como lo planteó Éric Laurent en esta Facultad, están del lado de lo real. Lacan transformó el estatuto del padre freudiano con su referencia en el Edipo, situándolo en relación con una mujer.

      Leer a Freud en clave Lacan y leer a Lacan en clave Miller, es el desafío que desde las Cátedras nos posibilita pensar la psicopatología, la urgencia, la clínica y la escritura con la orientación lacaniana.

      El tema que nos convoca hoy, los feminismos, nos conduce sin duda a la “Conferencia 33°: La Feminidad”, que, según nos dice Freud en su prólogo de 1932, nunca fue dictada, por estar inhabilitado como orador por sus problemas de salud. Sin embargo, asegura que no va a escamotear problemas ni a desmentir las lagunas e incertidumbres. Bien, hacia allí vamos.

      En esta conferencia, que podremos leer luego a la luz de las enseñanzas de Lacan, encontraremos algunas perlas en las que reconocemos un Freud que ha escuchado a las mujeres y, es más, nos reenvía a ellas, más allá de los prejuicios que el psicoanalista debe sortear.

      Introduce el tema con una frase preciosa: “El enigma de la feminidad, ha puesto cavilosos a los hombres de todos los tiempos”, advirtiéndonos que masculino y femenino es la primera diferencia que establecemos en el encuentro con el otro, intentando resolverla con la certidumbre del “soy hombre” o “soy mujer”. Sin embargo, nos dice “no se ilusionen”: la masculinidad y feminidad son caracteres desconocidos que no se pueden atrapar ni mediante la anatomía como tampoco con el activo o pasivo que la psicología propone.

      El psicoanálisis, afirma, no pretende describir qué es la mujer, tarea de imposible solución, sino cómo deviene, cómo se desarrolla la mujer a partir del niño de disposición bisexual.

      A lo largo de la conferencia, la teoría del Edipo, el amor al padre, la ligazón a la madre, las pulsiones, las fuentes de hostilidad, la castración van dando cuenta de la posición de Freud en relación con el padre, pero también podemos leer allí con Lacan la relación con el objeto perdido por estructura para todo ser hablante, objeto que se vincula con el objeto causa, perdiendo toda naturalidad: mujeres y hombres, pasarán, según Freud, por el complejo de castración.

      Freud hará referencia a las mujeres psicoanalistas y sus importantes contribuciones: Ruth Brunswick, Jeanne Lampl de Groot, Helen Deutsch, valorando sus aportes en una sociedad de hombres.

      En clave Lacan, podríamos leer que Freud pone a la mujer en el centro de sus investigaciones, las escucha, aprende de ellas, las deja hablar y explica que ellas, como los hombres, tienen por primer amor a la madre, pero que, más allá del falo, alcanzan otro goce; alejando así la significación fálica de toda anatomía.

      Concluye Freud que, si queremos saber de la feminidad, hay que investigar las experiencias de vida o dirigirse a los poetas.

      Y a ellos nos lleva Lacan, esta vez en su “Discurso de Roma”, con el poema de Tudal:

       Entre el hombre y el amor,

       Hay la mujer.

       Entre el hombre y la mujer,

       Hay un mundo.

       Entre el hombre y el mundo,

       Hay un muro.

      Antoine Tudal, en Paris en l’an 2000.

      En este escrito, nos habla de Freud, sosteniendo que comprendió acabadamente el alcance seductor de lo imaginario, pero no se dejó engañar y su posición nos asombra entrando en el juego (del goce) del sujeto. Freud implica al sujeto en su mensaje y agrega Lacan: “Para que el mensaje del analista responda a la interrogación profunda del sujeto, es preciso que el sujeto lo oiga como la respuesta que le es particular […]”, Y, así, entran las mujeres, una por una, “Freud llega incluso a tomarse libertades con la exactitud de los hechos, cuando se trata de alcanzar la verdad del sujeto.”.

      La construcción de una obra epistemológica monumental que subvertiría la cultura, el psicoanálisis, tendrá como protagonistas a Freud y las mujeres, a Freud con las mujeres abriéndose paso en un mundo de hombres.

      Lacan lee a Freud, retorna, va más allá y en “Lituraterre”, afirma que lo femenino se localiza entre centro y ausencia, ubicando un espacio muy singular sin bordes limitados. Bassols dirá de esta desbordada: “ni la maternidad, ni la encarnación del falo en el hijo, pero tampoco ninguno de los diversos símbolos de la feminidad, agota el territorio de lo femenino. Terra incógnita que esta fuera del mapa del Falocentrismo”.

      Entre centro y ausencia ubica Lacan a La Mujer, afirmando que no existe, ya que no hay mujer-ruiseñor, es decir, en clave Miller, no hay mujer que represente a la especie, la mujer es una por una, aunque hagamos el esfuerzo por hacer existir la comunidad allí donde el Otro no existe.

      Leer a Freud en clave Lacan y a Lacan en clave orientación lacaniana de Miller nos posibilita leer la “Conferencia 33º” con Aún, donde afirma contundentemente “El falo es la objeción de conciencia que hace uno de los seres sexuados al servicio que tiene que rendir al otro […] la mujer se define con una posición que señalé como el no-todo en lo que respecta al goce fálico”.

      El psicoanálisis enseña así algo sobre el poder, del que el patriarcado es su rotunda manifestación y es acerca de la influencia que se puede ejercer sobre el semejante ya que no hace falta mucho para imponerse: esencialmente, algunas palabras bien elegidas. A la vez, también entendemos de qué modo la mujer logra con su goce otro subvertir lo prohibido por el Otro de la prohibición paterna; superyoización de la pulsión, como la llama Miller, que la articula y la separa del Otro.

      Nos proponemos hoy conversar con los feminismos, tampoco allí hay identidad, las posiciones son diversas, las tácticas y estrategias, también.

      Las mujeres, una por una, pero marchando juntas, levantan desde hace muchos años sus voces, sus pancartas, sus pañuelos.

      Nuestra historia tiene pañuelos blancos que son hoy símbolos patrios y que han sido levantados por mujeres extraordinarias. También recorren nuestras calles los pañuelos verdes, celestes, naranjas, voces que se alzan, discrepan, con consignas unísonas y goces singulares.

      Mujeres que marcharon por el derecho al voto, por la igualdad de oportunidades,