Название | XII Simposio Bíblico Teológico Sudamericano |
---|---|
Автор произведения | Carlos Olivares |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789877650525 |
Ese “culto racional” (λογικὴν λατρείαν) o “culto espiritual”, como algunos prefieren,15 no consiste en un sacrificio cruento, sino en una ofrenda viva. El lenguaje cúltico empleado indica aquí un servicio de adoración.16 William Hendriksen aclara que cuando Pablo exhorta a los lectores a ofrecer sus cuerpos como sacrificio a Dios se está refiriendo a la persona entera, como es claro en los pasajes paralelos de Romanos 6,11-14.17 Dice también que el debate acerca del significado de λογικὴν (acusativo singular femenino de λογικός) continúa. En su opinión, “culto razonable” es una buena traducción.18
La noción de adoración integral y su relación con la redención en Cristo presentada en los primeros once capítulos de Romanos, fue indicada por John MacArthur:
Esas palabras suyas vienen después de lo que posiblemente sea la mayor exposición de teología de toda la Escritura […] Todos los grandes temas de la teología de la redención están allí presentes, y en respuesta a ellos encontramos las bien conocidas palabras de Romanos 12:1, 2.19
De modo semejante, Vanderlei Dorneles ha destacado en Romanos 12,1 el uso de un lenguaje ritual o cultual, destinado a quienes ya habían oído el evangelio.20
A Dios sea la gloria
El verbo “glorificar” (δοξάζω), muy común en el Nuevo Testamento, también está presente en Romanos en relación con la adoración.
Se lee en el primer capítulo de Romanos que los idólatras del paganismo, con cierto acceso al conocimiento de Dios, aun así “no le glorificaron como a Dios” (1,21). En total contraste con la reprobación divina hacia la idolatría, Dios dio a los creyentes “un mismo sentir según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo” (Rom 15,5-6). En esa manifestación de Cristo, los mismos gentiles son movidos a glorificar al Señor (Rom 15,8-9):
Pues os digo, que Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres, y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, como está escrito: Por tanto, yo te confesaré entre los gentiles, y cantaré a tu nombre.
Por otra parte, la palabra “gloria” (δόξα, del verbo δοκέω) algunas veces se encuentra en fórmulas doxológicas (Rom 4,20; 11,33-36; 15,7; 16,27). Así, por ejemplo, Abraham, en la prueba suprema del sacrificio de Isaac, “se fortaleció en fe, dando gloria a Dios” (Rom 4,20; énfasis añadido). El caso de Abraham también ilustra el hecho de que “la fe es, tal vez, la forma más básica de adoración”.21 Al respecto, Nichol expresa:
Abrahán dio gloria a Dios mediante su firme confianza en las promesas de Dios, y de esa manera reconoció su omnipotencia. Todos los que creen en las promesas divinas honran a Dios en forma semejante; dan testimonio de que Dios es digno de confianza. Abrahán también dio gloria a Dios en sus hechos y pensamientos por medio de su pronta obediencia (Gén. 17:22-23).22
Romanos 11 ofrece una de las típicas doxologías paulinas: “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén” (Rom 11,36, énfasis añadido). “Con esta breve, aunque sublime doxología, Pablo llega al fin de la sección más doctrinal y argumentativa de su epístola”.23 El autor de Romanos está diciendo en pocas palabras que todo existe gracias a Dios (Hch 17,24; 1 Co 12,6; Hb 2,10) y que todo está orientado hacia el cumplimiento de sus propósitos.24 Hendriksen ve en Romanos 11,36 la idea de que Dios es la fuente de la salvación.25 Stott lo ha planteado, en relación con toda la sección teológica de Romanos: “It is of great importance to note from Romans 1-11 that theology (our belief about God) and doxology (out worship of God) should never be separated”.26 Debe aclararse que muchos autores prefieren incluir en esta doxología los cuatro versículos de Romanos 11,33-36.27
Romanos agrega que la unidad de la iglesia y el simple gesto de la hospitalidad cristiana traen gloria a Cristo, al expresar: “... para que unánimes, a una voz, glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios” (Rom 15,6-7).
Algo debe decirse sobre la doxología final de la Epístola, tal vez la más magnífica de las cartas paulinas: “Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo [...] al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén” (Rom 16,25-27; énfasis añadido).28 Una de las razones para la alabanza es que Dios “puede confirmaros” (del verbo griego στηρίζω) que significa “establecer”, “fortalecer”, “confirmar”, “sostener”, “consolidar”. Se da otra razón: Dios es único y sabio. Esa sabiduría infinita se revela en el plan de Dios para salvar al hombre. La Biblia de Estudio de Andrews lo apunta bien: “El fin último del evangelio es llevar a la gente a glorificar a Dios”. También viene al caso citar a Sanday y Headlam: “Esta doxología sumaría todas las grandes ideas expresadas en esta epístola”.29
En su estudio de los orígenes de la adoración cristiana, Larry W. Hurtado dice que las epístolas del Nuevo Testamento parecen haber sido escritas para la lectura litúrgica, las cuales traen fórmulas litúrgicas, como saludos (“gracia y paz”), bendiciones, así como expresiones de “amén” y otras.30 Las doxologías de Romanos podrían encuadrarse muy bien dentro de una lectura litúrgica de la Epístola.
Confesar a Cristo
Es posible que Romanos 10,9-10 refleje la práctica ritual cristiana de confesión o aclamación de Jesús como Señor, sea o no en el momento del bautismo.31 Ernest Käsemann tiene claro que esta proclamación tiene que ver con la adoración: “Primarily the phrase is not confession but acclamation […] Its settin in life (Sitz im Leben) is worship”.32 Hurtado propone una serie de características de la praxis devocional del movimiento cristiano primitivo, como las siguientes: (a) oración, (b) invocación y confesión, (c) bautismo, (d) cena del Señor, (e) himnos y (f) profecía. Argumenta que la oración era dirigida a Dios por medio de Jesús (Rom 1,8), que se invocaba o confesaba (ὁμολογέω) a Jesús (Rom 10,9-13) como Señor (κύριον Ἰησοῦν) dentro de la liturgia de la iglesia, y que el bautismo era también “en Cristo Jesús” (Rom 6,3), por lo cual el culto a Cristo es aceptable a Dios (Rom 14,18).33 El texto de Romanos 14,11 añade, “... y toda lengua confesará [ἐξομολογήσεται] a Dios”.
Bendecir al Señor
Como fue dicho, en Romanos se elaboran breves doxologías a Dios, o bendiciones al Creador, “el cual es bendito por los siglos. Amén” (Rom 1,25).34 Del mismo modo, se bendice a Jesús, “el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén” (Rom 9,5). Se dice que el Creador es “bendito” (εὐλογητός), “una expresión de alabanza y gloria que, como aquí, se atribuye con frecuencia a Dios”.35
Alabar al Señor
En Romanos 15,9-11 hay una secuencia de tres elementos: glorificación, alegría y alabanza, aplicada a los gentiles: “... y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia [...] Y otra vez dice: Alegraos, gentiles, con su pueblo. Y otra vez: Alabad [αἰνεῖτε] al Señor todos los gentiles, y magnificadle todos los pueblos” (énfasis añadido). Se usa en este texto el verbo αἰνέω, de αἶνος (alabanza). El clima positivo de una adoración tal no debe pasarse por alto. “A frequência em que aparece a palabra ‘alegria’ (chara) e as referências a ‘regozijo’ (agalliaomai) no NT refletem o júbilo incentivado e experimentado principalmente (mas não exclusivamente) na adoração”.36
Servir al Señor
El verbo servir (δουλεύω, de δοῦλος, siervo)