Название | XII Simposio Bíblico Teológico Sudamericano |
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Автор произведения | Carlos Olivares |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789877650525 |
El sentido de καρπός en Romanos
En primer lugar, hay que ver el significado de καρπός, para luego llegar al sentido que Pablo le dio en la Epístola a los Romanos. Los cuatro pasajes18 donde aparece este término son los siguientes:
1. “Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás gentiles” (Rom 1,13).
2. “¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte” (Rom 6,21).
3. “Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna” (Rom 6,22).
4. “Así que, cuando haya concluido esto, y les haya entregado este fruto, pasaré entre vosotros rumbo a España” (Rom 15,28).
Romanos 1,13, ἵνα τινὰ καρπὸν
ἵνα . Este vocablo es una conjunción que tiene como acepciones las siguientes: “a fin de que, para que, para, de modo que”.19
Τὶς . Es un pronombre y adjetivo enclítico (siempre se pronuncia con la palabra que le precede, que en este caso es ἵνα) con significado de “alguno(a), algo, uno, alguien, un fulano”.20 También es un pronombre indefinido acusativo “algunos” o adjetivo indefinido acusativo “alguien”.
καρπός . Sus significados más comunes son fruto, cosecha, resultado, producto, acción.21
Al construir una traducción adecuada con estas tres palabras, se percibe que en el idioma griego es relevante el significado o los significados de la palabra central de esta tríada. Las acepciones de τὶς , en su amplia mayoría, se refieren a una persona: “alguno, uno, alguien, un fulano”. Por lo tanto, se percibe que, por el significado de las palabras, sumado al contexto cercano (Rom 1,8-17), aquí, fruto tiene el sentido de personas convertidas al evangelio.
Romanos 6,21, τίνα οὖν καρπὸν
Aquí, τίς adquiere significado de adjetivo interrogativo acusativo masculino singular, por lo que la traducción más adecuada es “qué fruto”. Aquí, el fruto es un producto en las personas (malas acciones del pasado), tanto por significado como por contexto.
Romanos 6,22, “τὸν καρπὸν” y 15,28, τὸν καρπὸν
En estos dos pasajes, el significado es el mismo: “el fruto”. La diferencia del sentido la marca otra vez el contexto. En el primer caso, el fruto es el producto de la acción del Espíritu Santo en las personas convertidas: la santificación, en tanto que en Romanos 15,28, el fruto es un bien material, la recolección que Pablo traía de las iglesias de Macedonia y Acaya, con destino a la iglesia de Jerusalén. Esta última declaración se la utiliza para interpretar el término fruto en Romanos 1,13 como una ofrenda, y así sostener que este era el propósito de Pablo en su estadía en la capital del Imperio romano.22
Un texto clave
En las Escrituras, hay un pasaje que aporta una clara evidencia para entender el propósito de Pablo de viajar a Roma. Es una teofanía que recibió el apóstol y que se encuentra registrada en el Libro de Hechos de los Apóstoles: “A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma” (Hch 23,11).
Esta declaración es importante, pues, en primer lugar, revela que Pablo iría a Roma por mandato divino y no por un deseo humano. Estaba en los planes trazados por Dios que el apóstol viajara a Roma. Y, en segundo lugar, la declaración bíblica manifiesta el propósito de tal viaje: Pablo debía testificar. Así se cumpliría la promesa y el mandato dado por Jesucristo en Hechos 1,8: “... me seréis testigos”.
Antes de esta teofanía, Pablo expresó que le era ineludible estar en Roma. “Pasadas estas cosas, Pablo se propuso en espíritu ir a Jerusalén, después de recorrer Macedonia y Acaya, diciendo: Después que haya estado allí, me será necesario ver también a Roma” (Hch 19,21). Cuando el texto reza “pasadas estas cosas”, ¿a qué cosas se está refiriendo? Según Hechos 19,1, Pablo se encontraba en la población de Éfeso, y el verso 8 muestra la misión que estaba llevando a cabo: “Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios”. Por la predicación de la Palabra de Dios que Pablo hizo en Éfeso “deben haberse incorporado muchas personas a la iglesia”.23 Es en un contexto de crecimiento de iglesia en que Pablo recibe la orden de ir a Roma, por lo tanto, se puede inferir que el propósito era continuar la misión de evangelizar que el apóstol estaba haciendo en Éfeso.
El fruto paulino: personas alcanzadas por el evangelio
Es evidente que la evangelización era el propósito central del ministerio de Pablo, de tal forma que en la carta a los Romanos, en el primer capítulo, el apóstol escribe: “Así, que en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma” (Rom 1,15),24 “para tener entre vosotros algún fruto, como entre los demás gentiles” (Rom 1,13). Fruto entre “vosotros” y los “gentiles” es indudable que son personas convertidas al evangelio.
Al mencionar “fruto”, ¿sería posible que él estuviese pensando en conversiones a la fe cristiana, ya directamente desde el paganismo, o desde el paganismo vía el judaísmo? Algunos expositores niegan esto. Pero aun así, si se tiene en cuenta 1 Co 9:22 [Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos], ¿es posible excluir este tipo de fruto de la cosecha que Pablo tiene en mente?25
Sería una injusticia no interpretar que, para Pablo, la expresión fruto no involucre alcanzar personas convertidas por el mensaje del evangelio. “Algún fruto… como entre los demás gentiles”. ¡Qué forma humilde de describir la rica y abundante cosecha de familias e individuos que por medio de Pablo había sido ganada para el Señor de entre los gentiles!”.26
Una declaración atribuida a Karl Bath señala en forma resumida el valor de la misión: “Existe la iglesia porque existe la misión, y no al revés”.27 Y el propósito final de la misión de la iglesia es propagar el mensaje de salvación que se encuentra en nuestro Señor Jesucristo, a través de su Palabra. Si se pierde este foco y se modifica el énfasis en donde debe estar, la misión del cristianismo puede quedar a la deriva en su caminar hacia la Canaán celestial y perder el poderío que el Espíritu Santo le otorga para ejercer una influencia de salvación en las personas.
En el capítulo 1 de Romanos, se observa también la fibra pastoral de Pablo. Allí se nota que otro propósito de Pablo con la iglesia de Roma era también pastoral. El contexto cercano de Romanos 1,13 así lo evidencia28: “Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados” (Rom 1,11).
Antes de que se produzca el juicio de Dios, en el cual los salvos redimidos se distinguirán por haber hecho obras de ayuda hacia el prójimo (asistir a los necesitados con alimentos, bebidas, ropas y asistencia al extranjero, asistencia médica como asistencia carcelaria, Mt 25,31-46), Jesucristo hace una observación en la que menciona explícitamente dónde debe estar el foco de la iglesia: “Y será predicado el evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio de todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mt 24,14). La asistencia social es parte de la misión de la iglesia, pero el énfasis es predicar el evangelio. El mismo Señor Jesucristo declaró en forma enfática, cuando recorría Galilea, que su propósito misional central en la tierra fue predicar: “Vamos a lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido” (Mc 1,38).
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