Название | XII Simposio Bíblico Teológico Sudamericano |
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Автор произведения | Carlos Olivares |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789877650525 |
92 E.g., María la madre de Jesús (Mt 1,16-20; 2,11; Mc 6,3), María Magdalena (Mt 27,56.61; 28,1; Mc 15,40. 47; 16,1. 9; Lc 8,2; 24,10; Jn 19,25; 20,1.11), María la madre de Jacobo y de José (Mt 27,56; Mc 15,40. 47; 16,1; Lc 24,10), María hermana de Lázaro (Jn 11,1), María mujer de Cleofás (Jn 19,25); y María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos (Jn 12,12).
93 Margaret Williams, Jews in a Graeco-Roman Environment, Wissenschafliche Untersuchungen zum Neuen Testament 312 (Tübingen, DE: Mohr Siebeck, 2013), 298; Bauer, A Greek-English Lexicon of the New Testament, 616-617.
94 E.g., IG II/III2 3,2 7592; Agora XXI F 258.
95 G. H. R. Horsley, “… a problem like Maria”, NewDocs 4 (1987): 229-230; Susan Mathew, Women in the Greetings of Romans 16.1-16: A Study of Mutuality and Women’s Ministry in the Letter to the Romans, Library of New Testament Studies 471 (Londres, GB: Bloomsbury, 2013), 109.
96 Cf. Lampe, From Paul to Valentinus, 164-183. Sin embargo, el caso de Priscila y Aquila es distinto, pues existe evidencia para determinar su origen judío. Ver Hch 18,2.26.
97 C. K. Barrett, A Commentary on the Epistle to the Romans (Peabody, MA: Hendrickson, 1991), 260; Sanday y Headlam, Critical and Exegetical Commentary, 426.
98 Joseph B. Lightfoot, Saint Paul’s Epistle to the Philippians (Londres, GB: Macmillan and Co., 1888), 176. Cf. Frank J. Matera, Romans (Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2010), 342.
99 James D. G. Dunn, Romans 9-16 (Dallas, TX: Word Books, 1988), 897.
100 Moo, The Epistle to the Romans, 925.
101 Joseph A. Fitzmyer, Romans: A New Translation with Introduction and Commentary (Nueva York: Doubleday, 1993), 741.
La adoración en la Epístola a los Romanos
Daniel Oscar Plenc
Resumen
La concentración soteriológica de Romanos es evidente. En cambio, la palabra proskunéo, “adoración”, “inclinación”, no se encuentra en Romanos y se halla escasamente en las otras epístolas paulinas. Tampoco contiene descripciones litúrgicas. Sin embargo, ciertos conceptos claves, tales como culto, servicio, glorificación, bendición, temor, alabanza, genuflexión, oración, predicación y ofrendas, aparecen en el documento. La presente ponencia propone una reflexión preliminar sobre la importancia de estas expresiones para la construcción de una teología cristiana de la adoración.
Palabras clave
Romanos – Adoración – Liturgia – Culto
Introducción
La Epístola a los Romanos fue escrita con el propósito fundamental de presentar el evangelio de la gracia de Cristo.1 La misma no describe el culto de la iglesia de Roma (como ocurre parcialmente en 1 Corintios respecto de la iglesia de Corinto), ni ofrece una teología de la adoración. Sin embargo, el tema está presente en el uso de palabras clave y en la mención de ciertos conceptos teológicos. El presente trabajo tiene el propósito de llamar la atención hacia estas expresiones útiles para la elaboración de una teología de la adoración.
Ocurrencias semánticas
Como se sabe, la construcción de un concepto que defina la adoración desde el punto de vista bíblico requiere considerar un grupo de términos claves, muchos de ellos presentes en la Epístola a los Romanos.2
La palabra más frecuente en el Nuevo Testamento referida a la adoración, προσκυνέω, no se usa en Romanos, y se halla escasamente en las otras Epístolas.3 Sin embargo, otros términos relacionados con la adoración se repiten con cierta frecuencia, expresiones verbales, tales como “dar culto” (λατρεύω), “glorificar” (δοξάζω), “confesar” (ὁμολογέω), “bendecir” (εὐλογέω), “alabar” (αἰνέω) y “servir” (δουλεύω); o sustantivos como “temor” (φόβος) o “rodilla” (γόνυ).4 Queda justificada así una breve mención de la ocurrencia de estos términos en Romanos, con alguna reflexión teológica posterior.
Latría versus idolatría
Las menciones a la idea de “servicio” o “culto” (verbo λατρεύω; sustantivo λατρεία) en la Epístola a los Romanos (1,9.25; 9,4; 12,1) se refieren tanto a la adoración idolátrica del culto pagano como al culto judío y a la adoración cristiana. El significado de estos vocablos apunta a la reverencia, la adoración, el respeto y la honra hacia la divinidad.5
En el prólogo de Romanos, aparece por primera vez el verbo λατρεύω, cuando Pablo pone a Dios como testigo y dice de él: “... a quien sirvo [λατρεύω] en mi espíritu en el evangelio de su Hijo...” (Rom 1,9; énfasis agregado).6 Servir, aquí, como en muchas otras partes de la Escritura, equivale a adorar, a rendir culto.
Luego, parte de Romanos 1 se concentra en retratar la situación idolátrica de la gentilidad. Allí se lee que hubo una autorrevelación de parte de Dios hacia los gentiles y una respuesta inadecuada de parte de ellos. Pablo dice que Dios se dio a conocer, que mostró sus atributos de poder y divinidad, y su quehacer como Creador (Rom 1,19-20), y que, sin embargo, la idolatría persistió. “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron [ἐδόξασαν] como a Dios, ni le dieron gracias... (Rom 1,21). Por el contrario, “... cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles” (Rom 1,23). Toda esa realidad de la adoración idolátrica es presentada en forma nítida en Romanos 1,25, “... ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto [ἐλάτρευσαν] a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén”.7
Es atinado citar aquí a Larry W. Hurtado, estudioso del culto de la iglesia primitiva, quien expresa: “Entre as pasagens bem conhecidas do NT, Romanos 1:18-23 capta a natureza esencial da idolatría ao caracterizá-la precisamente como a confusão que se faz entre criatura e Criador”.8 Del mismo modo lo ha expuesto John MacArthur: “En Romanos 1, cuando Dios acusa a los paganos del mundo por su incredulidad, la principal razón para el juicio contra ellos es que no adoraron a Dios de forma adecuada”.9 Así ocurrió con el mundo pagano. “El no querer honrar a Dios como el Creador divino fue la verdadera causa de que hubiera mentes entenebrecidas y prácticas abominables entre los gentiles”, menciona Nichol.10 Al observar ese contraste entre la gentilidad pagana y el cristianismo, Wayne A. Meeks dice que la exclusividad que caracterizaba a la adoración cristiana primitiva “tal vez sea la característica más extraña del cristianismo, así como del judaísmo, a los ojos de un pagano común”.11
Debe recordarse, por otra parte, que en Romanos 1,18-3,20 se expone la condición caída del hombre, sea este un gentil pagano (Rom 1,18-32), un judío (Rom 2,1-3,8) o cualquier habitante de este mundo (Rom 3,9-20), situación que señala la necesidad de la justicia de Cristo.12
El sustantivo λατρεία se halla en Romanos 9,3-4. En ese pasaje, Pablo habla de sus hermanos hebreos, “parientes según la carne; que son israelitas, de los cuales son la