XII Simposio Bíblico Teológico Sudamericano. Carlos Olivares

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Название XII Simposio Bíblico Teológico Sudamericano
Автор произведения Carlos Olivares
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9789877650525



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cristianos, aunque todos estén bautizados y se llamen cristianos… Por consiguiente, es preciso distinguir claramente los dos regímenes y conservar ambos: Uno, para producir justicia; el otro, para mantener la paz externa e impedir las obras malas.26

      5.Porque, para el cristiano, la aceptación de la autoridad deriva del amor al prójimo. Aquí Lutero reflexiona sobre el hecho concreto de que, si los cristianos no necesitan del derecho y el poder secular, entonces ¿por qué someterse a él, según Romanos 13,1 y 1 Pedro 2,13? A dicho interrogante responde diciendo que, de no hacerlo, el cristiano obraría contra el amor dando un mal testimonio que seguramente causaría confusión en muchos, por lo cual aconseja:

      Extensión de la autoridad secular, según Lutero

      En tercer lugar, ha de proceder rectamente con los malhechores, ser prudente y sabio, a fin de castigar sin perjuicio de otros. Ahora bien, si un príncipe está errado, ¿deben seguirlo sus súbditos? Lutero responde categóricamente que “no”, argumentando que nadie está obligado a ir contra el derecho (conciencia). Regresamos entonces a Romanos 13,1 donde encontramos un aspecto clave del pasaje que, al parecer, Lutero no alcanzó a percibir. Recordando que el texto griego no incluía signos de puntuación, la traducción implementada por Lutero fue esta: “Toda alma se someta a las potestades superiores; porque no hay potestad sino de Dios; y las que son, de Dios son ordenadas”.

      Pero si corremos la última coma, respetando el contexto y sin temor de forzar el texto, quedaría como sigue: “Toda alma se someta a las potestades superiores; porque no hay potestad sino de Dios; y las que son de Dios, son ordenadas”.

      Se observa, entonces, que el sentido del texto cambia y habilita la posibilidad de pensar en la obediencia pasiva cuando las potestades seculares, civiles y eclesiásticas son de Dios. Pero cuando estas salen del orden divino, con los pies presurosos para abrazar y hacer el mal, pasan a encarnar el mal y, por lo tanto, en absoluto se espera del cristiano un sometimiento de obediencia pasiva, sino la obligatoriedad de resistir doblemente al mal. Por un lado, y como ya fue dicho, resistir al engaño de pretender echar mano del mal para combatir el mal. Por otro lado, resistir a la obediencia pasiva cuando el poder corrupto pretende violentar la conciencia construida en la palabra de Dios. Al respecto, Lutero sostiene:

      El mismo Espíritu Santo que iluminó a Lutero en la ardua lucha de despertar en los creyentes una actitud reflexiva en las Escrituras, lejos de la jaula de hierro alienante de la obediencia pasiva irreflexiva, también inspiró a Elena G. de White, quien sostiene:

      En cuarto lugar, el príncipe debe someterse a Dios y rogarle por sabiduría.

      Consideraciones finales