Название | La comuna de Paris |
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Автор произведения | Hippolyte Prosper Olivier Lissagaray |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789560014177 |
21.- Anarquismo y socialismo.
22.- Marx afirma que Thiers influyó en el Segundo Imperio para la guerra con Prusia «arremetiendo ferozmente contra la unidad alemana, no por considerarla como un disfraz del despotismo prusiano, sino como una usurpación contra el derecho conferido a Francia de mantener desunida a Alemania» (La guerra civil en Francia, p. 38).
23.- Entre los firmantes del manifiesto destacan Camélinat, Langevin, Benoit, Malon, etc., que jugarán más tarde un importante papel en la Comuna.
24.- En el que destacan Jules Favre, Gambetta, Picard, Rochefort, Jules Simon, etc. J. Bruhat, J. Dautry y E. Tersen, La Commune de 1871, p. 70.
25.- F. Engels, Introducción a la guerra civil en Francia de Karl Marx, Berlín, 1891. Editorial Progreso, Moscú, p. 7. Marx, La guerra civil en Francia, Editorial Progreso, Moscú, p. 53.
26.- La Candidatura estaba formada por cuarenta y tres miembros de la Asociación Internacional de Trabajadores, la Cámara Federal de las Sociedades Obreras y la delegación de los veinte distritos. J. Bruat, J. Dautry y E. Tersen, La Commune de 1871, pp. 90-92.
27.- Introducción a La guerra civil en Francia, p. 8.
28.- J. Bruhat, J. Dautry y E. Tersen, La Commune de 1871, pp. 103-104.
29.- F. Engels, Introducción a La guerra civil en Francia, p. 10.
30.- Entre ellos destacan: Charles Beslay, Charles Longuet, Jean Baptiste Clément, Louis-Jean Pindy, A. A. Assi, Victor Duval (primer delegado de la Comisión de Policía y Seguridad), Albert Theisz (director de Correos) y, sobre todo, Benoit Malon, Allemane, François Jourde (dirigente de la Comisión de Hacienda), R. Z. Camélinat (director de la Casa de la Moneda), Eugène Varlin (dirigente de los sindicatos obreros, miembro de la Comisión de Finanzas y uno de los dirigentes de la Internacional en París), Léo Frankel (dirigente de la Comisión de Trabajo y Cambio y el más joven de los de la Internacional).
31.- F. Engels, Introducción a La guerra civil en Francia, p. 12.
32.- La primera comisión ejecutiva estaba formada por Eudes, Tridon, Vaillant, Lefrançais, Duval, Pyat, y Bergeret.
33.- J. Bruhat, J. Dautry y E. Tersen, op. cit. p. 150.
34.- Id., pp. 153-166.
35.- Le Proletaire, 10 de mayo de 1871.
36.- Según Bruhat, Dautry y Tersen, de los conservados el que mejor lo resume es del Club Saint Ambroise.
37.- Destacan entre ellos el Club de Libres Penseurs y el Club de la Révolution Sociale (Bruhat, Dautry y Tersen).
38.- La Révolution politique et sociale, 2 de abril de 1871.
39.- J. Bruhat, J. Dautry, E. Tersen, op. cit., pp. 145-150.
40.- Le Mot d’Ordre, de Rochefort; Le Crit du Peuple, de Jules Vallès; Le Vengeur, de Félix Pyat (J. Bruhat, J. Dautry y E. Tersen, op. cit., p. 170).
41.- P. L. Lavrov, La Comuna de París del 18 de marzo de 1871, edición de la Librería Goloss, Petrogrado 1919. (Trotsky, Terrorisme et communisme, p. 124.) Primera edición. Ginebra, 1880.
42.- «Hasta los guardias municipales, en vez de ser desarmados y encerrados como procedía, tuvieron las puertas de París abiertas de par en par para huir a Versalles y ponerse a salvo. No solo no se molestó a las gentes de orden, sino que incluso se les permitió reunirse y apoderarse tranquilamente de más de un reducto en el mismo centro de París». (Marx, La guerra civil en Francia, p. 46.) «En su repugnacia a aceptar la guerra civil iniciada por el asalto nocturno que Thiers realizó contra Montmartre, el Comité Central se hizo responsable esta vez de un error decisivo: no marchar inmediatamente sobre Versalles, entonces completamente indefenso, acabando así con los manejos conspirativos de Thiers y de sus rurales». (Marx, La guerra civil en Francia, pp. 47-48.)
43.- «La Comuna parece perder mucho tiempo en bagatelas y querellas personales. Se ve que hay otras influencias que las de los obreros. Pero todo esto no significaría nada si recobrasen el tiempo perdido». (Carta de Marx a Frankel y Varlin (13 mayo 1871), reproducida en J. Bruhat, J. Dautry y E. Tersen, Op. Cit., p. 147.)
44.- P. L. Lavrov, La Comuna de París del 18 de marzo de 1871, Petrogrado, 1919, pp. 64-65. Reproducido en Terrorisme et Communisme, de L. Trotsky, p. 116.
45.- P. L. Lavrov, op. cit. p. 71. Reproducido en Terrorisme et Communisme, p. 116.
46.- L. Trotsky, Terrorisme et Communisme, p. 113.
47.- J. Bruhat, J. Dautry Y E. Tersen, op. cit., p. 195.
48.- De la proclama electoral del Comité Central de los 20 Distritos. Citado por Lefrançais en Étude sur le mouvement communaliste à Paris 1871. Piéces Justificatives, p. 33. Consultado en Ideologías y tendencias en la Comuna de París, p. 272, de Heinrich Koechlin.
49.- P. 59.
50.- El 18 de abril, la Comuna publicó un decreto sobre vencimientos, concediendo una moratoria de tres años para el pago de las deudas.
51.- «La Comuna era la verdadera representación de todos los elementos sanos de la sociedad francesa, y, por consiguiente, el auténtico gobierno nacional. Pero, al mismo tiempo, como gobierno obrero y como campeón intrépido de la emancipación del trabajo, era un gobierno internacional en el pleno sentido de la palabra. Ante los ojos del ejército prusiano, que había anexionado a Alemania dos provincias francesas, la Comuna anexionó a Francia los obreros del mundo entero» (K. Marx, La guerra civil en Francia, p. 61.).
52.- Marx, Crítica del Programa de Gotha, mayo de 1875. Publicado por Engels en 1891.
53.- V. I. Lenin, La dualidad de poderes, Pravda, 9 de abril de 1917. Obras escogidas, Editorial Progreso, Moscú, vol. 2, pp. 40-41.
Capítulo I Prólogo del combate el derrumbamiento del segundo imperio Francia antes de la guerra
El Imperio es la paz.
Luis Napoleón Bonaparte
Octubre de 1892
9 de agosto de 1870. En tres días, el Imperio ha perdido tres batallas. Douay, Frossard, Mac-Mahon se han dejado sorprender, aplastar. Alsacia está perdida, el Mosela al descubierto, Emile Ollivier ha convocado al Cuerpo Legislativo. Desde las once de la mañana, París se ha echado a la calle, llena la plaza de la Concordia, los muelles, la calle Bourgogne, rodea el Palais-Bourbon.
París espera la consigna de los diputados de la izquierda. Son, desde la derrota, la única autoridad moral. Burgueses, obreros, todos se les unen. Los talleres han vomitado un verdadero ejército a la calle; capitaneando los grupos, se ven hombres de probada energía.
El Imperio cruje, está a punto de derrumbarse. Las tropas, formadas delante del Cuerpo Legislativo, están emocionadas, dispuestas a pasarse al pueblo, a pesar del viejo mariscal Baraguey-d’Hilliers, gruñón y cubierto de entorchados. Gritos: «¡A la frontera!». Los oficiales murmuran: «¡Nuestro puesto no está aquí!».
En la sala de Pas-Perdus, republicanos que han forzado la consigna, apostrofan a los diputados adictos al Imperio y claman por la República. Los mamelucos, pálidos, se escabullen por entre los grupos. Thiers llega asustado; le acosan y responde: «¡Implantadla, pues, vuestra República!». Pasa el presidente Schneider hacia el sillón presidencial. Gritos: «¡Abdicación! ¡Abdicación!».
Los