Un nuevo reino imaginado. Luis Fernando Restrepo

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Название Un nuevo reino imaginado
Автор произведения Luis Fernando Restrepo
Жанр Языкознание
Серия
Издательство Языкознание
Год выпуска 0
isbn 9789587815191



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del Atlántico) vista en el contexto de las crecientes restricciones oficiales para escribir sobre las culturas americanas.

      El capítulo IV, “Topo-grafías neogranadinas: la escritura del espacio en las Elegías”, examina la representación del espacio en el texto de Castellanos. Dos proyecciones organizan la representación del espacio en este texto: por una parte, una tradición literaria, la peregrinatio vitae, sirve de molde para labrar una topografía moral. Este es un género que legitima moralmente la colonización y la inscribe en la teleología cristiana de la caída y el ascenso: las dificultades encontradas en el proceso de colonización son consideradas de este modo como las pruebas y tribulaciones que debe cumplir el sujeto cristiano para llegar a la tierra prometida. Por otra parte, se encuentra en las Elegías una visión panóptica o englobadora de las Indias y del Nuevo Reino basada en la cartografía ptolemaica y en la perspectiva lineal renacentista. Se trata de una perspectiva que ideológicamente se ajusta a los fines expansionistas del imperio español. En los comentarios finales reiteramos la importancia de no ignorar la heterogeneidad de este texto y sus complejas intervenciones en el mundo colonial. Las Elegías son un complejo instrumento cultural producido para un presente histórico específico, el cual no solo lo describe, sino que también lo conforma (re)produciendo una serie de valores y códigos culturales que tejen el orden social en la Colonia.

      El territorio del Nuevo Reino de Granada varió considerablemente desde su fundación en 1539, cuando comprendía básicamente la altiplanicie oriental de la actual Colombia, hasta el virreinato en 1718, cuando llegó a abarcar el territorio hoy ocupado por Colombia entera y partes de Venezuela y Ecuador. El Nuevo Reino de Granada a finales del siglo XVI, la época de Castellanos, comprendía básicamente la altiplanicie cundiboyasense. La principal urbe era Santa Fe, que contaba hacia 1573 (según datos de López de Velasco) con unos 600 “vecinos” (residentes hombres blancos).41 Le seguían Tunja, con unos 200 vecinos, y Vélez y Pamplona, cada una con 100 vecinos.42 El distrito de la Audiencia del Nuevo Reino, con base en Santa Fe desde 1550, comprendía un territorio mucho más amplio y abarcaba unas 35 poblaciones que pertenecían a las gobernaciones de Antioquia, Popayán, Santa Marta y Cartagena, como se puede ver en el mapa de 1601 que fue utilizado por Antonio de Herrera y Tordesillas en su obra conocida como Términos,43 aunque originalmente fue comisionado por Juan López de Velasco, cosmógrafo y cronista mayor de Indias, a Juan Morales.

      Juan de Castellanos nació en Alanís, provincia de Sevilla, a principios de 1522, proveniente de una familia de “labradores”. En el Estudio General del bachiller Miguel de Heredia, en Sevilla, aprendió gramática, preceptiva y oratoria y fue nombrado repetidor en la misma escuela. Hacia 1539 se trasladó a las Indias. Aunque su nombre no aparece registrado en el Catálogo de pasajeros a Indias del Archivo de General de Indias, declaraciones del propio Castellanos, su madre y sus hermanos corroboran esta fecha.44 Lo que ha causado cierta confusión es que durante esta época viajaron a las Indias varias personas llamadas Juan de Castellanos, mencionadas en las Elegías. El primer homónimo mencionado en las Elegías llegó a Puerto Rico en 1535 y murió en 1550.

      Castellanos, persona generosa

      En cuanto clara parte nos reparte,

      Y aqueste generoso caballero

      Fue después en la isla tesorero.45

      En la elegía XI nos encontramos dos homónimos. Uno se llamaba Joan Martín de Castellanos (242). El otro era “El clérigo francés, principal hombre, / que se llamaba de mi mismo nombre” (242). En la Historia del Nuevo Reino de Granada, la cuarta parte de las Elegías, se menciona otro Juan de Castellanos, un ballestero que participó en la primera expedición al Nuevo Reino de Granada en 1536:

      Mas un cierto soldado de buen brío,

      que se decía Juan de Castellanos,

      viendo su sinsabor y descontento,

      dijo:

      —“Señor, yo soy de los primeros

      que por aquí vinieron con Quesada”.46

      Desde su llegada a las Indias hasta cuando se radicó en Tunja en 1562, Juan de Castellanos, el autor de las Elegías, se desplazó por numerosas partes. Estuvo en Cubagua en 1541, en la isla Margarita en 1542 y 1543, pero también en Maracapana y en el interior de Venezuela durante estos años. En 1544 pasó al Cabo de la Vela y luego se trasladó a Cartagena en 1545. En estos mismos años también estuvo en Río del Hacha y en Santa Marta. En 1551 visitó Santa Fe de Bogotá.

      Hacia 1550 Castellanos se encontraba haciendo trámites para ordenarse como sacerdote, como se evidencia por la probanza hecha por su madre en este año. Recibió las órdenes en 1554-1555, probablemente en Cartagena, donde ejerció el cargo de cura y capellán hasta 1558.47 Luego se desplazó a Río del Hacha, donde fue cura y vicario hasta 1560. En 1562 se vio involucrado en una investigación del Santo Oficio.48 La acusación no tuvo mayores consecuencias, ya que en 1562 se le nombró cura de Tunja.49 En 1568 se le asignó el beneficio simple de la iglesia de Tunja, el cual tuvo hasta su muerte en 1607. El monto del Beneficiado era considerable, ya que tenía derecho a mil pesos de renta y lo recaudado por diezmos, ingresos, túmulos y obvenciones.50 Según su testamento, se puede ver que Castellanos dejó una considerable hacienda al morir: varias casas y lotes en Tunja, Vélez y Villa de Leyva, cultivos de pan, una veintena de esclavos, doce yuntas de bueyes de arada, quinientas reses, cien yeguas, mulas, doce caballos mansos y mil ovejas.51

      La escritura de las Elegías se llevó a cabo durante el periodo que Castellanos disfrutó el beneficiado. Giovanni Meo Zilio supone que Castellanos trabajó en las Elegías casi cuarenta años. Desde aproximadamente 1560, cuando comienza a redactar la historia en prosa, hasta 1601, cuando escribe la dedicatoria a Felipe II, incluida en la última parte de las Elegías. En cuanto a la versificación de las Elegías, el mismo autor calcula que Castellanos comenzó hacia 1577-1578 y continuó hasta 1592, escribiendo aproximadamente unos 10 mil versos por año.52 Además de las Elegías, se sabe por su testamento que Castellanos escribió un poema sobre la vida y milagros de San Diego de Alcalá. Este texto, sin embargo, se encuentra perdido hasta el presente.53

      El texto de las Elegías es una extensa narración histórica en verso (aproximadamente 113 000, según cuenta de Meo Zilio) que cubre un amplio marco espaciotemporal. En lo geográfico, la narración abarca las islas del Caribe (Puerto Rico, Santo Domingo, Cuba, Jamaica, Margarita) y los territorios hoy ocupados por Venezuela y Colombia. En cuanto al marco temporal, las Elegías cubren desde la llegada de Colón a las Indias hasta la última década del siglo XVI en el Nuevo Reino de Granada. El texto está escrito en su mayor parte en octavas reales, estrofas de ocho endecasílabos con rima ABABABCC. A partir de la tercera parte de la obra se utilizan básicamente endecasílabos sueltos, pero ocasionalmente (un exordio, por ejemplo) se retiene en la octava real.

      La obra está dividida en cuatro partes. La primera cubre básicamente lo que respecta a las islas del Caribe; la segunda, lo correspondiente a Venezuela y Santa Marta, incluyendo la expedición de Gonzalo Jiménez de Quesada por el Magdalena; la tercera trata de las gobernaciones de Cartagena (y cuando esta fue atacada por el pirata Drake, recontando eventos en Santo Domingo y El Perú), Popayán, Antioquia y el Chocó; la cuarta parte, titulada la Historia del Nuevo Reino de Granada, cubre desde la llegada de Quesada a la altiplanicie muisca hasta la última década del siglo XVI.

      Durante