Название | La Revolución creadora: Antonio Caso y José Vasconcelos en la Revolución mexicana |
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Автор произведения | Guillermo Hurtado Pérez |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9786073038027 |
Del gobierno no depende aumentaros el salario, ni disminuir las horas de trabajo, y nosotros, que encarnamos vuestras aspiraciones, no venimos a ofreceros tal cosa, porque no es eso lo que vosotros deseáis; vosotros deseáis libertad, deseáis que se os respeten vuestros derechos, que se os permita agruparos en sociedades poderosas, a fin de que unidos podáis defender vuestros derechos; vosotros deseáis que haya libertad de emitir el pensamiento, a fin de que vuestros sufrimientos puedan ilustraros, puedan enseñaros cuál es el camino que os llevará a vuestra felicidad; eso es lo que vosotros deseáis, señores, y es bueno que en este momento, que en esta reunión tan numerosa y netamente democrática, demostréis al mundo entero que vosotros no queréis pan, queréis únicamente libertad, porque la libertad os servirá para conquistar el pan. Los que piden pan, señores, son los hombres que no saben luchar por la vida, que no tienen energías suficientes para ganarlo, que estén atenidos a un mendrugo que les dé el gobierno; pero vosotros no sois de esos…91
Hay que distinguir dos líneas de ideas en esta cita. La primera es que no depende del gobierno que los trabajadores obtengan mejores condiciones laborales, sino de los trabajadores mismos, que una vez que estén organizados en sindicatos poderosos lograrán esos fines. Por esa razón, sugiere Madero, no le toca a él prometer que habrá mejores sueldos o menos horas de trabajo una vez que llegue al poder, sino la libertad, que permitirá a los obreros alcanzar sus objetivos. La segunda línea es que los trabajadores no piden pan al gobierno, sino que piden libertad. Los obreros, dice Madero, no quieren ser dependientes de la caridad o de los subsidios; ellos se bastan a sí mismos, lo que quieren es ser libres para ganarse el pan de manera digna. En la cita anterior, Madero pasa de una secuencia de ideas a la otra de manera abrupta y eso puede generar confusiones. Es claro que cuando Madero dice “lo que vosotros queréis” no está reportando lo que su auditorio quiere, sino lo que Madero considera que ellos deben querer. La frase “conquistar el pan” que usa deliberadamente en el discurso connotaba la obra de Kropotkin, La conquista del pan, por lo que buscaba encontrar un eco favorable entre quienes habían leído o escuchado la propaganda anarquista.
El 7 de junio de 1910 Madero fue detenido en San Luis Potosí, junto con su colaborador Roque Estrada, acusados de promover la sedición. El 23 de julio, Madero sale de la cárcel y escapa con rumbo a los Estados Unidos. Era evidente que el gobierno no iba a permitir la realización de elecciones libres y que la existencia de un partido de oposición después de la reelección de Díaz era improbable. Madero entiende que la única opción que le queda es la de las armas.
En lo que sigue del capítulo retrocederemos a los primeros días de 1908 y nos trasportaremos a la ciudad de México. Mientras que en San Pedro de las Colonias, Madero apenas comenzaba a urdir un plan de acción, en la capital de la nación la actividad política ya estaba acelerada por la publicación de la entrevista de Creelman y por los primeros movimientos de los simpatizantes de Bernardo Reyes. La República de las Letras no era ajena a estos sucesos. Allí también había luchas de poder que tenían como trasfondo la elección presidencial de 1910. Es en ese entorno que surge el movimiento del Ateneo de la Juventud y una de sus banderas principales: la crítica a la filosofía positivista.
1.7. Justo Sierra: Panegírico de Barreda
En enero de 1908, Francisco Vázquez Gómez publicó un folleto intitulado La enseñanza secundaria en el Distrito Federal. Las conclusiones a las que llegó allí eran las siguientes: el plan de estudios de la Escuela Nacional Preparatoria era antipedagógico, la ley correlativa era antipatriótica y, por lo tanto, se imponía una reforma radical. Con base en lo anterior, propuso, entre otras cosas, que se impulsara la creación de nuevas secundarias, favoreciendo, en especial, las escuelas libres, es decir, las instauradas por particulares; también afirmaba que la educación no debía perseguir fines políticos y que, siguiendo el espíritu de la Constitución de 1857, las escuelas deberían respetar las creencias religiosas.92 La mayoría de los alegatos de Vázquez Gómez no eran nuevos: la defensa de la educación libre había sido una bandera de los liberales desde hacía mucho tiempo —en 1875, por ejemplo, fue la bandera de un movimiento apoyado por Guillermo Prieto, Ignacio Manuel Altamirano, Vicente Riva Palacio y Juan de Dios Peza— y las críticas al carácter dogmático y ateísta del positivismo en la Escuela Nacional Preparatoria se habían esgrimido desde tiempo atrás por Ezequiel Montes, Ignacio Mariscal y José María Vigil; sin embargo, el folleto de Vázquez Gómez causó un enorme revuelo y generó un debate acalorado en la prensa nacional que duró varios meses.93 Los diarios de oposición de inclinación católica, como El Tiempo y El País, tomaron el bando de Vázquez Gómez, mientras que otros como El Popular y El imparcial, lo atacaron y publicaron la respuesta de Porfirio Parra a aquél. Meses después, Vázquez Gómez difunde un segundo folleto con el mismo título en el que responde extensamente a Parra, matiza algunas de sus críticas, y propone un modelo educativo para la enseñanza secundaria.94
El 19 de febrero de 1908, Antonio Caso, Jesús Acevedo y José María Lozano convocan a una jornada de desagravio a Gabino Barreda que habría de llevarse a cabo el 22 de marzo y consistiría en una manifestación por la mañana y en una velada solemne por la noche.95 En este homenaje participaron numerosos miembros de la élite intelectual y política del momento. A la velada asistieron Justo Sierra, José Yves Limantour y Porfirio Díaz. El primero en hablar fue Antonio Caso, luego Rafael López leyó un poema y Justo Sierra cerró el evento con el discurso que aquí examinaremos. El público ovacionó largamente a los oradores. Cabe señalar que en el evento de la mañana había sucedido un incidente imprevisto y es que Rodolfo Reyes y Diódoro Batalla habían criticado en sus discursos al gobierno de Díaz y, en especial, a los científicos.96
Entendamos el contexto político-cultural en el que se llevó a cabo el homenaje a Barreda. Vázquez Gómez era un oponente que no podía ignorarse: no sólo era médico de don Porfirio, sino miembro del Consejo Superior de Educación.97 Además era un destacado simpatizante de Bernardo Reyes. Es interesante que la última parte de su folleto se ocupe de la educación militar y que allí afirme que su propuesta se inspira en los programas del general Reyes cuando fue ministro de Guerra. Este dato nos da una idea del sentido político de la crítica de Vázquez Gómez. La Escuela Nacional Preparatoria era un territorio simbólico no sólo del ministro Justo Sierra, sino del grupo de los científicos que se no veían con buenos ojos la eventual candidatura de Reyes a la vicepresidencia. Es por eso que podemos decir que la movilización que se efectúa en 1908 tenía por lo menos tres propósitos: el primero de ellos, explícito, era reivindicar a Barreda; el segundo, menos explícito, era proteger el proyecto educativo de Justo Sierra y, en especial, la inminente creación de la Facultad de Altos Estudios y de la Universidad Nacional de México; y, el tercero, implícito, defender la hegemonía de los científicos en el campo educativo e ideológico del gobierno de Díaz. Esto explica que el homenaje a Barreda haya sido un acto en el que sus propios organizadores realizaran críticas al positivismo. No hay contradicción. Los jóvenes intelectuales que organizaron el evento ya no comulgaban con el positivismo de Barreda, pero estaban listos para defender su nombre y sus instituciones. Los ateneístas no pretendían desmantelar el sistema educativo estatal, su propósito era preservar las instituciones educativas del Estado para transformarlas de acuerdo con sus ideales. En esto coincidían con las autoridades del sistema educativo, como Justo Sierra, Ezequiel A. Chávez o Porfirio Parra, que habían dejado atrás el positivismo ortodoxo y querían preservar el control del sistema educativo para reformarlo.
Quizá el mejor documento de esta posición sea el discurso de Sierra en desagravio a Barreda. El panegírico de Barreda es un documento excepcional en varios sentidos. Primero, porque captura de manera magistral la esencia del pensamiento de Barreda y el significado que tuvo en la historia de México. Segundo, porque es un documento de admirable honestidad y valentía intelectual. Las objeciones de Sierra al positivismo iban dirigidas en contra de su concepción del universo, del conocimiento, de la libertad, de la moral y de la educación, pero no se restringían a un campo teórico o abstracto, sino que además tenían como objetivo adicional realizar una crítica sutil al régimen. Lo que distingue estas críticas de otras que se hicieron antes es que provenían del entorno oficial. Es por eso que la lectura de estos escritos requiere de un análisis