Psicoterapia Integrativa EIS. Roberto Opazo

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Название Psicoterapia Integrativa EIS
Автор произведения Roberto Opazo
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9789569946646



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hallazgos anteriores se avienen bien con investigaciones desarrolladas por la Universidad de Loyola, las cuales muestran que los altos niveles sanguíneos de la proteína vegf resultan predictivos del aporte efectivo de los antidepresivos Es así como el 80% de los pacientes depresivos que tenían altos niveles de vegf en su sangre, experimentaron un alivio significativo, luego de ingerir antidepresivos de última generación (Halaris, 2011). En el mismo estudio, menos del 10% de los que tenían bajos niveles de la proteína respondió al tratamiento.

      De este modo, la farmacogenómica ocupa un territorio destinado a ir prescribiendo fármacos en función del perfil genético del paciente, en función de cadasignificación bológicatanto nomotética como idiosincrásica Es así como se podrá ir prediciendo que – en el universo de personas que padecen problemas similares – , algunos pacientes responderán mejor a ciertas drogas. Y que "la genética podría incluso indicar si se requiere una dosis más alta o más baja que lo usual" (Henderson, 2008, p. 161).

      Hemos destacado algunos hitos relevantes en el ámbito del desarrollo y de los aportes de la psicofármacoterapia. Más allá de lo señalado, ésta puede ser aplicada a otros múltiples desajustes psicológicos: trastornos del sueño, epilepsia, bulimia, trastornos obsesivo-compulsivos, hiperactividad, trastorno de personalidad limítrofe, déficit atencional, fobia social, etc. Es preciso agregar – además – que cada día aparecen en el mercado psicofarmacos de "última generación"; algunos más efectivos, otros con menores efectos colaterales, e incluso otros con ambas ventajas.

      En el territorio de los "contra", es importante destacar la mencionada importancia de los efectos secundarios de los psicofármacos. Otro "contra" fundamental, se refiere alcaráctermás bien paliativo – y no curativode gran parte de lapsicofarmacoterapia. Aun así, todo hace suponer que queda abierta hacia el futuro una avenida muy ancha; para un desarrollo creciente, progresivo, y cada vez más relevante, de una psicofármaco-terapia cada vez más aportativa y cada vez más personalizada. "Hay fundamentos para el optimismo; en el sentido que los avances en neurociencia podrían conducir al desarrollo de tratamientos más curativos, sobre la base de psicofármacos" (Thase y Jindal, 2004, p. 750). Los psicoterapeutas que no deseen asumir esto, solo están tratando de tapar el sol con un dedo.

      El análisis precedente, nos permite constatar el importante rol que juega el paradigma biológico en la génesis y en la modificación de los desajustes psicológicos. Adicionalmente, una "adecuada" biología hará más difícil el ingreso de una persona al territorio de la psicopatología y de los desajustes psicológicos.La pregunta aquí se relaciona con qué se puede entender por paradigma biológico "adecuado".

      El desarrollo personal hace referencia a lograr la mejor versión posible de uno mismo… a partir de las potencialidades que cada cual tiene. No se trata de alcanzar metas externas en función de la comparación con los otros. Se trata, primordialmente, de actualizar y desarrollar las potencialidades existentes en la persona, en las direcciones que la persona involucrada desea (Opazo, 2004).

      De este modo, el desarrollo personal constituye un proceso en el cual se va transitando desde estados "menos evolucionados" hacia estados "más evolucionados". Y lo que constituye una "progreso" se va estableciendo sobre la base de una integración de criterios funcionales, históricos, afectivos, clínicos, etc. (Opazo, 2004).

      Autores como Maslow, Rogers, etc., han planteado que los seres humanos, como especie, tenemos una tendencia natural hacia el crecimiento personal. Y en estas páginas hemos visto también que los niños muy tempranamente emiten conductas que muestran una especie de "moral natural". Es así como algunos autores han planteado que la moral tiene un rol evolutivo, facilitador de la supervivencia; para estos autores, en los seres humanos operarían ciertos principios morales de carácter universal (Barra, 1987).

      En una línea consistente con lo anterior, Kavathatzopoulos (1991) asume que el desarrollo se entiende como un movimiento hacia principios morales universales, cada vez más abstractos, los que regulan tanto el pensamiento como la acción, que se desplegarán de forma invariante en etapas jerárquicas. En este contexto, el desarrollo constituiría una especie de "punto omega" en el léxico de Teilhard de Chardin.

      Desde nuestra óptica, en cada persona, cada paradigma puede aportar mayores o menores potencialidades. Y puede estar "actualizado" en mayor o en menor medida… y de mejor o de peor manera. Esto incide directamente en el tema del desarrollo personal. Una persona supuestamente "bien desarrollada", habrá logrado "actualizar" sus potencialidades "positivas", y logrará alcanzar un desarrollo "adecuado" de cada uno de los seis paradigmas del Supraparadigma. Esto, a su vez, involucraría un aporte en términos preventivos.

      Cada época histórica, cada organización social, tiende a plantear una especie de "ideal colectivo", que establece un modelo acerca de cómo las personas deberían ser; se trata de una especie de ideal nomotético del yo, o del "self" deseable para los individuos. Por otra parte, cada persona va estableciendo su propio "ideal del yo", una especie de modelo idiosincrásico acerca de cómo la persona desea ser. Cuando se señala que el desarrollo personal consiste en "lograr actualizar la mejor versión posible de uno mismo", se deja abierta la opción a que cada cual establezca cuál sería su mejor versión.

      Establecer qué es "bueno" y qué es "malo"-para cada paradigma, no resulta tarea fácil. Implica ingresar en territorios valóricos y subjetivos, como son los relacionados con el desarrollo personal. Establecer parámetros para esclarecer qué constituye un mayor desarrollo, involucra toda una invitación para integrar criterios. Es así que, luego de un análisis del tema, hemos propuesto integrar los criterios de funcionalidad, de satisfacción personal, de adaptación social, de perspectiva histórica, de datos de investigación y de evaluación clínica. Sobre la base de estos criterios, se hace posible decantar qué tiende a ser mejor – para los integrantes de la especie humana – en un sentido nomotético. En este contexto, el desarrollo personal involucra un proceso de cambio progresivo en el tiempo; en este proceso, la persona va actualizando potencialidades que le facilitan su adaptación, enriquecen sus opciones de bienestar personal, potencian sus opciones de éxito afectivo, social y laboral, y le abren mejores posibilidades de autorrealización (Opazo, 2004).

      En el ámbito del paradigma biológico, es posible entonces establecer Nortes de desarrollo, conectados directamente con la temática del desarrollo personal.

      En líneas precedentes, hemos visto que la biología puede facilitar el desarrollo de diversos desórdenes psicológicos. En una dirección opuesta, es decir, "a contrario sensu", una "adecuada" biología puede sustentar nuestro desarrollo personal; y puede "protegernos", oponiendo resistencia a la génesis de desórdenes psicológicos. Esto puede incluso ir más allá. Una utópica biología "ideal" u "óptima", sería fuente de una potente resiliencia biológica; de este modo, una adecuada biología nos facilitaría lograr crecer en medio de la adversidad.

      En un sentido de fondo, podemos afirmar que gran parte de nuestra biología nos es dada; ningún infante de una sala cuna ha elegido su dotación biológica. Un imaginario "awareness" temprano de esos infantes, los llevaría a concluir: "Es lo que hay".

      Y "lo que hay" – como dotación biológica – es común para la especie humana, y a la vez tiene acentuaciones diferentes para cada cual; diferentes para bien o para mal. Afortunadamente, sin embargo, la biología predispone pero rara vez dispone. Y, "lo que hay", se puede administrar de mil maneras; lejos de invitar al fatalismo, constituye todo un desafío para ir haciendo bien las cosas. Es así como la biología suele dejar amplios espacios para que cada persona actualice sus potencialidades, y para que modifique o administre sus cualidades y defectos. De este modo, la administración de lo que "natura" nos dio, constituye uno de los desafíos más relevantes para la vida de cada ser humano.

      No obstante lo anterior, sería absurdo discutir la importancia de contar con una "adecuada" dotación biológica inicial; esta aporta el andamiaje sobre el cual se construirá todo el desarrollo psicológico posterior. Es así que podemos