La Revolución creadora: Antonio Caso y José Vasconcelos en la Revolución mexicana. Guillermo Hurtado Pérez

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Название La Revolución creadora: Antonio Caso y José Vasconcelos en la Revolución mexicana
Автор произведения Guillermo Hurtado Pérez
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9786073038027



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trazar la conexión entre las ideas de la filosofía y la Revolución. Sobre eso trata este libro.

      Esta lectura de los hechos tiene un grano de verdad, pero se queda en un nivel superficial. No puede reprochársele a los ateneístas que hayan apoyado a Sierra en ésa y en otras ocasiones. Nada mejor podrían haber hecho. La obra de Sierra significaba un enorme logro cultural y educativo para el país. Entre el espíritu que movía a Sierra y el que impulsó al Ateneo había obvias afinidades e importantes coincidencias. Jamás renegaron los ateneístas de la figura tutelar de Justo Sierra. Sin embargo, si Sierra y los demás miembros del grupo de los científicos no se preocuparon por la repercusiones políticas de los discursos del Ateneo, sí debieron haberlo estado. La filosofía del Ateneo rompía con los dogmas positivistas de que las ciencias daban la explicación última de un mundo material y mecánico y de que la sociedad debía evolucionar de manera gradual y de acuerdo con principios egoístas y pragmáticos. Para el Ateneo, la realidad incluía al espíritu y, por lo mismo, a la libertad plena, incluso la libertad para cambiar el orden social y moral establecido, para sacrificar el interés individual en busca del bien común. Sin temor a exagerar, podemos decir que en 1910 el pensamiento del Ateneo era subversivo.

      1 Vid., por ejemplo, Ramón Eduardo Ruiz, México: la gran rebelión, 1905-1924, México, Editorial Era, 1984.

      2 Fueron muchos los motivos que impulsaron a los mexicanos a la Revolución. No pocas veces fue la bola la que arrastró a los revolucionarios. Algunos se unían al movimiento por la aventura, por el placer de empuñar un arma, por el salario, por la promesa de botines y parcelas, para realizar venganzas. En Los de abajo de Mariano Azuela, cuando el personaje de Luis Cervantes, joven estudiante de medicina, les dice a unos revolucionarios que persigue los mismos ideales y defiende la misma causa que ellos, se le quedan mirando sin entender y el jefe le pregunta “Pos cuál causa defendemos nosotros”. (Mariano Azuela, Los de abajo, México, Fondo de Cultura Económica, 2012, p. 24). También hubo casos en los que más que revolucionarios, algunos de los participantes del movimiento cabían dentro del concepto de bandoleros sociales (Cfr. Eric Hobsbawm, Rebeldes primitivos. Estudios sobre las formas arcaicas de los movimientos sociales en los siglos XIX y XX, Barcelona, Ariel, 1983). El fenómeno de la leva tampoco puede ignorarse: miles de hombres y mujeres fueron arrebatados en contra de su voluntad.

      3 Thomas Kuhn, La estructura de las revoluciones científicas, México, Fondo de Cultura Económica, 1971.

      4 Pierre Bourdieu, “Champ intellectuel et projet créateur”, en Les Tempes Modernes, n. 246, Paris, nov. 1966.

      5 Esta combinación podría denominarse dialéctica, no en el sentido hegeliano del término, según el cual una tesis y una antítesis alcanzan una síntesis final, sino en otro sentido, en el de que hay varias tesis en permanente tensión, pero en una tensión dinámica que produce un escenario variable.

      6 Óscar Nudler ha acuñado el concepto de espacio controversial para entender el entorno de generación, dinámica y resolución de las controversias. En un mismo campo intelectual puede haber varios espacios controversiales. Vid. Óscar Nudler, Espacios controversiales. Hacia un modelo de cambio filosófico y científico, Buenos Aires, Miño y Dávila Editores, 2009.

      7 Vid. Alain Minc, Una historia política de los intelectuales, Barcelona, Duomo Ediciones, 20012.

      8 Antonio Gramsci, Cuadernos de la cárcel, Vol. 2, México, Editorial Juan Pablos, 2010, p. 18.

      9 ¿Hasta qué punto se puede ser un intelectual crítico sin convertirse en uno orgánico o en uno opositor? Es cuestión de grados e incluso de tiempos. Un mismo intelectual puede ser orgánico, luego hacerse crítico y luego transformarse en opositor. El intelectual crítico puede incluso colaborar