Название | La Revolución creadora: Antonio Caso y José Vasconcelos en la Revolución mexicana |
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Автор произведения | Guillermo Hurtado Pérez |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9786073038027 |
55 En la “Carta a Santa Anna”, dice Lucas Alamán que ellos, los conservadores, “Estamos decididos contra la federación; contra el sistema representativo por el orden de elecciones que se ha seguido hasta ahora; contra los ayuntamientos electivos y contra todo lo que se llama elección popular, mientras no descanse sobre otras bases.” Lucas Alamán, “Carta a Santa Anna”, en Alberto Saladino, Pensamiento Latinoamericano del siglo XIX, México, UNAM, 2009, p. 277.
56 Sobre el tema de la democracia electoral en el México del siglo XIX se pueden consultar José Antonio Aguilar Rivera (coord.), Las elecciones y el gobierno representativo en México 1810-1910, México FCE/CONACULTA/IFE/CONACYT, 2010.
57 Por ejemplo, en 1908, en los estados sureños de los Estados Unidos había restricciones para que no votaran los indios, los negros, los expresidiarios, los pobres y los vagabundos.
58 Vid. Pierre Rosanvallon, El pueblo inalcanzable, México, Instituto Mora, 2011.
59 Según Jesús Silva Herzog: “Las ideas de Madero coincidían con las de los economistas de Francia e Inglaterra que aparecieron como novedades (…) allá por la segunda mitad del siglo XVIII. (…)”. La Revolución mexicana, Vol. I, México, Fondo de Cultura Económica, 1960, p. 123. Esto es un error que denota o bien la ignorancia de Silva Herzog o bien su mala fe. Pero Silva Herzog va más allá y atribuye a Madero una incomprensión absoluta de México. Dice así: “El señor Madero, hombre bueno, sincero e idealista, perteneciente a una familia acaudalada, poseedor él mismo de una buena fortuna, no entendió, no pudo nunca entender cabalmente los problemas vitales de México”. Ibidem. Lo que Silva Herzog sugiere es que Madero fue incapaz de entender los problemas de México porque no podía dejar de pensar como hacendado. Esta opinión fue luego repetida ad nauseam por los demás historiadores marxistas de la Revolución.
60 Sobre estos temas, vid. Michael Wolraich, Unreasonable men, Theodore Roosevelt and the Republican rebels who created progressive politics, New York, Palgrave Macmillan, 2014; Sidney M. Milkis, Theodore Roosevelt, the Progressive Party, and the transformation of American Democracy, Lawrence, University Press of Kansas, 2009; Gerard Delfau, Radicalisme et République, Les temps héroïques (1869-1914), Paris, Jacob Duvernet Editions, 2001; Jean Marie Mayeur and Madeleine Rebérious, The Third Republic from its origins to the Great War 1871-1914, The Cambridge History of Modern France, Cambridge, Cambridge University Press, 1988.
61 La obra principal de Green es Prolegomena to Ethics, Oxford, Clarendon Press, 1884, y la de Ward es Dynamic Sociology, New York, D. Appleton and Co., publicada en dos volúmenes entre 1883 y 1897.
62 Por ejemplo, la lucha contra el alcoholismo, que incluyó en su plataforma electoral, está ligado al movimiento progresista norteamericano, que en aquella época pugnaba por la prohibición.
63 Cfr. Reinhart Koselleck, Futuro pasado, para una semántica de los tiempos históricos, Barcelona, Paidós, 1993.
64 Vid. Francisco I. Madero, “Brindis pronunciado durante el banquete ofrecido por el Club Aquiles Serdán”, en Discursos 2,1911-1913, México, Editorial Clío, 2000, p. 37.
65 Claude Lefort, Essais sur le politique, Paris, Seuil, 1986.
66 A principios de 1908, el Dr. Francisco Vázquez Gómez, quien luego sería el candidato a la vicepresidencia del Partido Nacional Antireeleccionista, había escrito un par de folletos criticando la enseñanza oficial. Me ocuparé de esos folletos y de la respuesta que recibieron desde el entorno oficial en el siguiente capítulo.
67 Francisco Madero, La sucesión presidencial en 1910, segunda edición, México, 1909, p. 171.
68 En sus Memorias políticas 1901-1913, México, Imprenta Mundial, 1933, p. 24, Vázquez Gómez cuenta que la segunda vez que habló con Madero, a principios de 1910, éste le pidió ejemplares de su folleto sobre la educación secundaria en donde criticaba la educación positivista, para distribuirlos entre sus correligionarios.
69 Esto ha sido sugerido por François-Xavier Guerra en México: del Antiguo Régimen a la Revolución, Tomo II, México, Fondo de Cultura Económica, 1988.
70 Roque Estrada, La Revolución y Francisco I. Madero, Guadalajara, Imprenta Americana, 1912.
71 Los escritos espiritistas de Madero fueron compilados por Manuel Arellano en La revolución espiritual de Madero, México, Gobierno del Estado de Quintana Roo, 2000. Para un estudio del espiritismo en México en el siglo XIX y de su convivencia con el positivismo, vid., José Mariano Leyva, El ocaso de los espíritus. El espiritismo en México en el siglo XIX, México, Cal y Arena, 2005. Es interesante notar que en su Bibliografía filosófica mexicana, León, Ed. Jesús Rodríguez, 1913, Emeterio Valverde Téllez incluye a la filosofía espírita como uno de los capítulos de su estudio histórico sobre la filosofía mexicana. Esto nos hace ver que en aquel entonces la distancia entre la filosofía y el espiritismo no era tan abismal como lo es ahora.
72 Vid. Cosme Mariño, El espiritismo en la Argentina, Buenos Aires, Editorial Constancia, 1963; Sylvia Damazio, Da Elite ao Povo. Advento e Expansao do Espiritismo no Rio de Janeiro, Rio de Janeiro, Bertrand Brasil, 1994.
73 Allan Kardec, cuyo verdadero nombre fue Hyppolite Léon Denizard Rivail, nació en 1804 y murió en 1869. Fue autor de El libro de los espíritus, El libro de los médiums y El evangelio según el espiritismo.
74 José Mariano Leyva, El ocaso de los espíritus, El espiritismo en México en el sigo XIX, México, Cal y Arena, 2005.
75 Vid., por ejemplo, John Warne Monroe, Laboratories of Faith. Mesmerism, Spiritism and Occultism in Modern France, Ithaca, Cornell University Press, 2008, p. 109.
76 José Vasconcelos, Ulises Criollo, en Obras completas, Tomo 1, México, Libreros mexicanos unidos, 1957, p. 437.
77 Francisco I. Madero, Escritos sobre espiritismo, México, Editorial Clío, 2000.
78 Ibid. p. 78.
79 Ibidem.
80 Ibidem.
81 Vid., los