Название | El peronismo y la consagración de la nueva Argentina |
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Автор произведения | Carlos Piñeiro Iñíguez |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789507547096 |
Para entonces había varias conspiraciones en marcha, cuyos hilos no es sencillo desentramar. El desplazamiento del general Tonazzi y la muerte del general Justo dejaron abandonados a su suerte a los oficiales de ese sector, sin compromisos ni simpatías con el presidente ni con su virtual “sucesor designado”. Tampoco los sectores nacionalistas, aparentes beneficiarios del cambio de relación de fuerzas producido en el interior del Ejército, estaban satisfechos con la continuidad planteada por el oficialismo gubernamental. Los vínculos de oficiales de ambos sectores con cuadros del radicalismo, tanto unionistas como intransigentes, y a través de ellos incluso con dirigentes socialistas, como veremos, da idea del complejo panorama al que se sumaba el GOU, formalmente constituido en marzo de 1943.
1.2 El GOU
El 21 de diciembre de 1945, al hablar ante estudiantes en la inauguración del Centro Universitario Argentino, Juan Perón, ya lanzado a la campaña presidencial, disertó sobre “El pronunciamiento del 4 de Junio”. En su discurso hizo mención a “un organismo serio, injustamente difamado: el famoso GOU”. La frase da cuenta del halo de leyenda que entonces rodeaba al grupo y que persiste décadas después. A pesar de las investigaciones que han ido aclarando muchos de los equívocos, supuestos, infundios y errores, a veces interesados, hasta no hace mucho incluso se discutía su denominación. El propio Perón, en la disertación mencionada, decía simplemente “el GOU”, sin intención alguna de aclarar el significado de esas siglas20.
De los documentos surge que la denominación se refería a la “Obra de Unificación”, objeto de la acción emprendida por ese grupo de oficiales, y también a ese núcleo inicial, nombrado inicialmente como “Grupo Organizador y Unificador” y luego como “Grupo Directivo”. Ambas versiones de las siglas GOU, y la más general de “Grupo de Oficiales Unidos”, aparecen también en los testimonios, y esta última acaso fue surgiendo a medida que la organización comenzó a reclutar adherentes. Si bien las dudas que ya planteaba Juan V. Orona sobre el momento cuando empezó a actuar el grupo siguen vigentes, también resulta claro que su núcleo fundador, al menos, ya estaba actuando varios meses antes de la reunión del 10 de marzo de 1943 en el Hotel Conte de la ciudad de Buenos Aires, que dejó formalmente constituido al GOU21.
1.2.a) Formación del grupo “para salvar al Ejército”
De las “Bases” aprobadas en esa oportunidad resulta claro que el objetivo central del GOU, para sus fundadores, se expresaba en dos frases cuyos contenidos iban de la mano: “la defensa del Ejército contra todos sus enemigos internos y externos” y la necesidad de “unir a todos los jefes y oficiales combatientes afectos a la idea básica de salvar al Ejército, cualquiera sea la circunstancia que se presente”. Concebían el cuadro de situación, del país y de sus instituciones armadas en términos de conflicto y amenaza para el orden y la estabilidad. Afirmaban: “Estamos frente a un peligro de guerra, con el frente interno en plena descomposición”, fruto de “una presión en fuerza por Estados Unidos” y la “penetración y agitación del país por agentes de espionaje y propaganda”, que amenazaba conquistar el gobierno en las próximas elecciones. En su visión, había una “concentración y unificación de las fuerzas políticas adversas al orden establecido”, y una “dispersión y división de las fuerzas del orden. Con ello se corre el mayor peligro en los comicios, como en la lucha que puede resultar como consecuencia de ellos”. Aunque la redacción sugiere que veían más probable el triunfo del oficialismo (“las tendencias actuales”), no descartaban que se produjese un “cambio de la actual política internacional y como consecuencia el estado de guerra”, o peor aún, un triunfo del “Frente Popular”, “disfrazado, como Unión Democrática, que busque [...] la revolución comunista”. En ese contexto dividían en tres grupos a sus camaradas de armas: “una gran cantidad de oficiales patriotas [...] que representan, sin duda, la masa del Ejército”, y en especial, “la gente joven”; una “minoría de jefes y oficiales [...] que respondiendo a viejos rencores, se mantiene formando grupos o ‘cadenas’ que pueden resultar elementos peligrosos para el éxito de la unión”; y, finalmente, “la masa de indiferentes, que escudados en prejuicios más ficticios que reales, se desentienden, egoístas, de los problemas que nos interesan a todos por igual”22.
De esa interpretación de la situación del país y de la “interna” militar, las “Bases” del GOU insistían en la necesidad de “unir espiritual y materialmente a los Jefes y Oficiales combatientes del Ejército”. Unidad de doctrina, de voluntad y de acción, según se indicaba, necesaria para hacer frente a las presiones que minaban el “frente interno”, del Ejército y del país. La idea de “defender” a la institución militar se reiteraba de manera insistente a lo largo de todo el texto, y se multiplicaba en sus distintas expresiones a la hora de establecer las “obligaciones del enrolado en la Obra”: “a) La defensa del Ejército [...] b) La defensa del servicio [...] c) La defensa del mando [...] d) La de defensa de los cuadros [...] e) La defensa contra la política [...] f) La defensa contra el comunismo”23.
Esa defensa se extendía, en el primer boletín o “Noticia” hecho circular por el GOU antes de junio de 1943, contra todas “las agrupaciones, sectas, asociaciones o cadenas de carácter secreto”, a las que definía como “organizaciones de finalidades inconfesables”, que “de una manera u otra conspiran contra el Estado” y de las que es necesario precaverse, centrando su ataque, simultáneamente, en “La masonería” y “El Rotary Club”24. Las “Bases” trataban de salvar la contradicción, difícil de resolver, entre esa condena y la creación, precisamente, de un grupo secreto, cuya “labor es absolutamente anónima”. Junto con la invocación al “bien de la Patria y del Ejército”, varias aseveraciones dejan entrever que el GOU se postulaba como un actor para desarticular las antiguas “trenzas” o “cadenas”, basadas en “viejos rencores”. Fundamentalmente, se afirmaba: “Anhelamos ver en manos del Ministro de Guerra los destinos del Ejército, por ser para nosotros el órgano técnico natural y legal para dirigirlo. Estamos en absoluto sometidos a sus designios (que deben ser los nuestros)”. En ese mismo sentido, sostenían que “Trabajamos entonces para el Ejército en un orden no reglamentario, pero efectivo, en el cumplimiento de lo que el espíritu de los reglamentos prescribe” y que “Desarrollamos nuestra acción en bien del Ejército y sometidos a las conveniencias del Servicio; por eso obramos dentro de la disciplina y sin alterar los fundamentos básicos de nuestra misión de soldados”. Si bien no se presentaba idéntico al “profesionalismo” del justismo, el GOU apelaba en términos similares a las ideas de unidad, cohesión e institucionalidad de la Logia San Martín. En ese sentido, la “conjetura” de Orona sobre la fecha de constitución del GOU aporta un dato interesante cuando dice que entre los meses de enero y febrero de 1943, “un general que no demostró su desafecto por el G.O.U. y fue beneficiario del dictador, andaba muy interesado en los Estatutos de la ex Logia General San Martín”25.
La intención de enrolar en la organización a la mayor cantidad posible de oficiales, y potencialmente a todos ellos, está puesta de manifiesto en la estructura celular por “escalones”. El texto indica que cada uno de los miembros fundadores, como “camaradas base” (es decir, integrantes, y no directivos), debe enrolar a cuatro camaradas. A su vez, cada uno de estos debe enrolar a otros cuatro, y así en una progresión geométrica. El texto menciona cinco (cuando considera a los fundadores como el primero) o cuatro escalones (cuando inicia la cuenta en los enrolados luego) que, partiendo de una cifra de diez miembros, el mínimo que las “Bases” consideran para constituir el GOU, llevarían a un total de 3410 integrantes, superior a los cuadros en servicio (“combatientes”)26.
Esa cifra