Psicología e hipnosis en el tratamiento del dolor. Martha Martín Carbonell

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Название Psicología e hipnosis en el tratamiento del dolor
Автор произведения Martha Martín Carbonell
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9789587602609



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coadyuvante de la anestesia tienen como objetivo la valoración del tratamiento multidisciplinar de la afección tratada, y no la eficacia de la hipnosis en sí misma.

      Otros trabajos también refieren el uso de la hipnosis como coadyuvante en un estudio descriptivo “retrospectivo” de cirugía ambulatoria oncológica. Sin embargo, en el artículo no se describen los procedimientos utilizados ni se comenta su eficacia, pues al igual que en los artículos reseñados anteriormente, su objetivo era valorar la eficacia de su programa multidisciplinario y no de la hipnosis (Infante y Rodríguez, 2006).

      Otro de los artículos revisados es un reporte de cirugía oftálmica, en el cual se utilizó solo la hipnosis como anestesia para realizar extracción extracapsular del cristalino, lavado con aspiración de restos capsulares y sutura. En este trabajo los autores explican detalladamente el procedimiento llevado a cabo para conseguir la anestesia hipnótica, y refieren que no hubo dolor transoperatorio ni complicaciones posquirúrgicas (Maqueira y Sigler, 2001).

      Resulta notable el estudio de Cos, Semanat y Moya ( 2000), en el que se describe una investigación cuasi experimental con 756 pacientes, durante el periodo comprendido entre octubre de 1996 y mayo de 1998. El propósito fue evaluar la eficacia de la sugestión para el tratamiento de la cefalea, así como calcular su valor económico, en contraste con la terapéutica medicamentosa. Los autores concluyen que la sugestión resultó efectiva para aliviar ese tipo de dolor y se obtuvo un notable ahorro por concepto de fármacos. Amén de las críticas metodológicas que puedan señalarse a este estudio, a mi juicio resulta interesante, porque llama la atención acerca de cómo, mediante hipnosis, puede lograrse un alivio del dolor de manera más rápida, barata e inocua que con medicamentos.

      Diversos autores cubanos han publicado investigaciones al respecto. Entre las más difundidas se encuentran las del Dr. Alberto Cobián-Mena: Yo sí creo en la hipnosis (1997); e Hipnosis. Sus aplicaciones terapéuticas (2004). Ambas cuentan con gran aceptación de la comunidad científica.

      En Santiago de Cuba se celebra desde hace más de 15 años el evento internacional Hipnosantiago, el cual ya se ha hecho una plaza tradicional que reúne a los investigadores en esta rama y agrupa a los profesionales del área del Caribe. Recientemente, se defendió en la Universidad de Ciencias Médicas de Granma, la tesis doctoral Hipnosis: fundamentos fisiológicos e investigativos, del Dr. Pedro Manuel Rodríguez-Sánchez (2012).

      1 No es objeto de este capítulo analizar este complejo tema. Al lector interesado le recomiendo la lectura del interesante artículo de Neubern (2006).

      2 Entre ellos se encuentran el Dr. Antonio Marrero, eminente odontólogo cubano, autor del texto citado con anterioridad como fuente.

      3 Debe señalarse que en Cuba la formación en ciencias de la salud, tanto en el pregrado, como en posgrado, es de carácter público, financiada totalmente por el Estado y de carácter gratuito para los estudiantes. Los programas se rigen metodológicamente por el Ministerio de Educación Superior y se desarrollan en las universidades médicas que tienen sedes en diferentes regiones del país, pero imparten programas únicos de carácter nacional.

      2. ¿Qué es (y qué no es) la hipnosis?

      What is (and what is not) hypnosis?

      Definiciones de hipnosis

      Existen decenas de definiciones de hipnosis, cada una de ellas con sus propias particularidades y repercusiones, tanto teóricas como prácticas. La polémica en torno a las definiciones de la hipnosis ha sido una característica desde que comenzó el interés por su investigación, como ya se evidenciaba en los desacuerdos entre las escuelas francesas en el siglo xix.

      En épocas más recientes, la falta de acuerdo entre los distintos autores condujo a que la División 30 (Society of Psychological Hypnosis) de la American Psychological Association (apa), propusiera en 1993 una definición consensuada que fue aceptada por las principales asociaciones conformadas en torno al tema. Según esta definición, la hipnosis es un procedimiento en el que un especialista sugiere a una persona que experimente cambios en sus sensaciones, percepciones, pensamientos o conductas. Añade que, a fin de establecer el contexto hipnótico, se suele emplear un método o procedimiento de inducción que, aunque puede adoptar muchas formas, con frecuencia suele incluir sugestiones de calma, bienestar y relajación, así como instrucciones para pensar o imaginar cosas agradables. Reconoce que hay una gran variabilidad en las maneras en que las personas reaccionan, pero, en sentido general, la mayoría informa que la experiencia con la hipnosis resulta agradable.

      Asimismo, apa enfatiza la conceptualización de la hipnosis, no como una terapia, sino como un procedimiento que se añade (adyuvante) a las terapias médicas y/o psicológicas con el propósito de incrementar su eficacia y eficiencia. Por lo tanto, su aplicación solo debe hacerse por parte de profesionales de la psicología y la medicina que, además de su formación en estas disciplinas, hayan recibido entrenamiento específico en el uso de la hipnosis. En resumen, la hipnosis queda de esta forma definida como un conjunto de procedimientos y técnicas que se rotulan como hipnóticos y que se utilizan como un coadyuvante o adjunto a otras formas de intervención (Capafons, 2001).

      Poco más de una década después, apa (2004) publicó una nueva definición de la hipnosis con nuevos matices que resultaba un poco más ambigua que la anterior, y omitía detalles importantes tales como la conceptualización de la hipnosis en cuanto procedimiento –y no como una terapia–, o la recomendación de su uso por parte de determinados profesionales con una formación específica, entre otros. Pese a ello, incluyó ciertas novedades de notoria relevancia, como, por ejemplo, hacer constar la existencia de los métodos de autohipnosis, o poner de relieve los procedimientos activo-alertas (Mendoza, 2008).

      En 2013, el Dr. Arreed Barabasz, en calidad de presidente de la División 30 de la apa, nombró un comité para revisar esa definición. Lo conformaban Gary Elkins (presidente), David Spiegel, James Council y Arreed Barabasz, y su intención –según plantearon– era conseguir una descripción concisa que identificara el objeto de interés y sus características, la cual fuera heurística y permitiera teorías alternativas sobre los mecanismos explicativos de la hipnosis (Elkins, Barabasz, Council y Spiegel, 2015). Como resultado de este trabajo propusieron las siguientes definiciones:

       Hipnosis. Un estado de conciencia que implica la atención focalizada y conciencia periférica reducida, caracterizado por una mayor capacidad de respuesta a la sugestión.

       Inducción hipnótica. Procedimiento diseñado para inducir la hipnosis.

       Hipnotizabilidad. La capacidad de un individuo para experimentar alteraciones sugeridas en fisiología, sensaciones, emociones, pensamientos o comportamientos durante la hipnosis.

       Hipnoterapia. El uso de la hipnosis en el tratamiento de un trastorno o preocupación médica o psicológica. (aahea, s.f)

      Estas definiciones toman claramente partido por la concepción de la hipnosis como un estado especial, sobre la cual aún no se ha conseguido consenso (como se verá más adelante) y, por lo tanto, las críticas no se hicieron esperar. Por ejemplo, Lynn et al., (2015) publicaron un artículo con un sugerente título: “Puesta a tierra de la hipnosis en la Ciencia: La ‘nueva’ División apa 30. Definición de la hipnosis como un paso atrás”. Estos autores son partidarios del enfoque sociocognitivo, el cual consideran que quedó por fuera de esta nueva definición que, por lo demás, no es tan “nueva”, pues es muy parecida a la que ofrecieron Spiegel y Spiegel hace más de veinte años. Las principales deficiencias que señalan en la nueva definición son con respecto a: 1) Las circunstancias