XII Simposio Bíblico Teológico Sudamericano. Carlos Olivares

Читать онлайн.
Название XII Simposio Bíblico Teológico Sudamericano
Автор произведения Carlos Olivares
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9789877650525



Скачать книгу

naturaleza divina y determinado por la fidelidad a la alianza; por medio de esta acción, él constituye a su pueblo una nueva humanidad (el Israel de los judíos y de los gentiles).23

      Por consiguiente, solo el que ha muerto al pecado ya está justificado (Rom 6,7) y puede hacer la voluntad de Dios (6,10).

      Nótese que el texto del versículo 8 está construido teniendo en cuenta las condiciones que deben darse para que los creyentes demuestren estar viviendo la nueva vida en Cristo.

      El argumento de Romanos 6,9 (“sabiendo que Cristo resucitó de los muertos ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él”) utiliza el verbo εἰδότες, un participio que se traduce como “sabiendo que” “conociendo que” y por el tiempo en perfecto estaría hablando de un conocimiento pasado cuyos efectos llegan hasta el presente, por lo que Pablo puede estar aludiendo a su conocimiento del Cristo resucitado de los muertos el cual predicaba, cuya negación hacía nula la salvación, tal como lo advirtió a los Corintios (ver 1 Co 15,12-20), donde Pablo afirma tener plena convicción del Cristo resucitado.

      Este Cristo, dice Pablo a sus oyentes, “ya no muere”, pues para el apóstol, la muerte de Cristo fue “una sola vez y para siempre” (Hb 10,10; 9,28), por tanto, “la muerte no se enseñorea más de él” o “no es más amo”. Para Pablo, Cristo ha vencido a la muerte que entró en el mundo por un hombre (Rom 5,12), la muerte que reinó desde Adán hasta Moisés (v. 14), la muerte que fue la paga del pecado (6,23). Esta es la muerte que no tendrá más dominio sobre Cristo: “Porque el que fue muerto al pecado fue muerto una vez; pero el que vive para Dios vive” (Rom 6,10).

      Imperativo a vivir la libertad del pecado (versículos 11-14)

      En esta última sección, Pablo va a utilizar cuatro imperativos para demandar a sus oyentes a romper definitivamente con el dominio del pecado sobre sí mismos, y a presentarse delante de Dios como vivos de entre los muertos, puesto que no viven más bajo ley, sino bajo gracia. Esta última sección es presentada de la siguiente manera: “Así también consideraos ustedes mismos muertos al pecado pero vivos para Dios en Cristo Jesús” (Rom 6,11).

      A propósito, ἑαυτοὺς es un pronombre reflexivo probablemente usado aquí por Pablo de modo intencional a fin de llevar a sus oyentes a un encuentro con ellos mismos, si bien está acompañada por εἶναι que probablemente fue agregada, sin afectar el significado.

      “Por tanto no reine el pecado en el cuerpo mortal vuestro para obedecer las concupiscencias de él” (Rom 6,12).

      Marcus nos da más luz para conocer la función de la tercera persona del imperativo reine en Romanos 6,12. La pregunta que plantea es esta: ¿quién es el sujeto en el versículo 12, el pecado o el cuerpo? Para ello, Marcus esboza la siguiente estructura:

      A 12 no dejen que el pecado reine

      B 13 no presenten sus miembros

      B’ 13b preséntense ustedes mismos y sus miembros

      A’ 14a el pecado no reinará sobre ustedes

      La frase “no presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, por el contrario presentaos vuestros miembros para Dios como vivos de entre los muertos y vuestros miembros como instrumentos de justicia para Dios” (Rom 6,13), construye el imperativo con un paralelismo antitético donde contrasta:

      A Miembros como instrumentos de iniquidad

      B Presentaos vuestros miembros a Dios como vivos de entre los muertos

      B’ Miembros como instrumentos de justicia

      El verbo παριστάνετε, “presentaos”, es usado dos veces aquí por Pablo. La primera, como un imperativo presente activo, que implica una acción continua de parte de los creyentes. La segunda vez aparece como παραστήσατε, “presentasteis”, y está en aoristo activo, un tiempo pasado puntual que indica, según el contexto, la experiencia de entrega que hicieron a Dios a través del bautismo (6,3).