XII Simposio Bíblico Teológico Sudamericano. Carlos Olivares

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Название XII Simposio Bíblico Teológico Sudamericano
Автор произведения Carlos Olivares
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9789877650525



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pregunta que surge como resultado también de la enseñanza de Pablo tocante a la ley, cuando afirma que “la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo” (5,20-21).

      Es en este contexto que Pablo va a formular las declaraciones de los capítulos 6-8, y en este caso específico de 6,1-14.

      Planteo de la pregunta (versículo 1)

      La pregunta de Pablo resulta ser una ironía: “¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?”. Toma de esta manera la forma de pensar de sus oyentes. El verbo ἐπιμένωμεν básicamente significa “permanecer”, “quedar” (1 Co 16,8; Flp 1,24). También significa “perseverar” (Rom 11,23; Col 1,23). El verbo, para Dunn, tiene una alusión de obstinada determinación, la fuerza de “permanecer en la esfera de” como en 11,22. En el contexto inmediato, la frase es más equivalente a “dejar que el pecado se enseñoree de nosotros” (6,14).

      En Romanos, el término ἁμαρτία, “pecado”, como sustantivo, se repite veinte veces, ocho de las cuales están en el capítulo 6. Para Pablo, ἁμαρτία significa “fracaso”, “errar en el blanco”, por lo que permanecer en el pecado significaría continuar fracasando, seguir errando en el blanco. Esto es lo que irónicamente Pablo les está diciendo: ¿Perseveraremos fracasando, errando el blanco, para que la gracia abunde?

      En el capítulo 5, Pablo ha dicho que la gracia abundó por Jesucristo. También ha dicho que cuando el pecado abundó (por la introducción de la ley), “sobreabundó la gracia” (v. 20), “para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo” (v. 21).

      Por tanto, si la gracia es un poder activo, vigorizante y transformador, es imposible que esta gracia “sobreabunde”, “se extienda”, cuando más se persista o persevere en el pecado, como estaban argumentando sus interlocutores.

      Los creyentes han muerto al pecado (versículo 2)

      La respuesta que Pablo va a dar a semejante distorsión de la verdad es contundente, y por el énfasis de esta, el apóstol responderá que la gracia es un poder activo y no pasivo, y que el falso argumento desdice la manera como opera la gracia de Dios en la vida del cristiano que ha muerto al pecado. La respuesta es la que aparece en el versículo 2: μὴ γένοιτο “en ninguna manera”, “jamás llegue a suceder”, “jamás acontezca”, “que nunca suceda eso”. Jamás suceda. Los que hemos muerto al pecado, ¿cómo aún viviremos en él?

      La fórmula μὴ γένοιτο se encuentra mayormente en los escritos de Pablo (catorce veces, diez en Romanos: 3,4.6.31; 6,2.15; 7,7.13; 9,14; 11,1.11; 1 Co 6,15; Ga 2,17; 3,21; 6,14). Puede negar fuertemente algo sugerido, y Pablo la usa así unas doce veces.

      Según el Comentario Bíblico Adventista, μὴ γένοιτο literalmente significa ‘no acontezca’ y siempre la usa Pablo para expresar un pensamiento de profunda repugnancia. La expresión hebrea correspondiente es literalmente ‘cosa profana, abominable, impensable’ (ver 1 Sam 20,2).

      La pregunta “¿cómo viviremos aún en él?” tiene que ver con vivir aún en el pecado. Para ello, Pablo usa el verbo ζήσομεν, que es un futuro indicativo activo, que por el tiempo y la voz puede indicar querer seguir viviendo en el pecado aun en el futuro. También es utilizado por Pablo al dirigirse a los corintios en su segunda carta (13,4), para recordarles que Cristo “aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios”. Pues también nosotros somos débiles en él, pero ζήσομεν “viviremos” con él por el poder de Dios. Y en Hebreos (12,9), para hablar de la disciplina y la obediencia a los padres, Pablo pregunta: “Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus y viviremos” (ζήσομεν).

      ¿Cómo los creyentes han muerto al pecado? (versículos 3-5)

      Lo que Pablo discute en esta sección es la manera en que los creyentes sinceros han muerto al pecado. Pablo trae a colación la experiencia del bautismo como el acontecimiento que marcó la muerte del creyente con Cristo, experiencia que debería haberlos conducido a una nueva vida por la experiencia que Cristo pasó de la resurrección de entre los muertos. La pregunta es esta: “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, en la muerte de él hemos sido bautizados?”.

      El verbo principal ἐβαπτίσθημεν está en aoristo pasivo como en 1 Corintios 10,2, y se refiere a lo que les sucedió a los israelitas con Moisés, como resultado de haber estado bajo la nube y de haber cruzado las aguas del mar Rojo. Los israelitas fueron colocados en una relación íntima con sus dirigentes, pues el contexto dice que “creyeron a Jehová y a Moisés su siervo” (Ex 14,31).

      Este verbo también está en correspondencia con Hechos 2,41 y 19,5 donde se hace alusión a todos los que fueron bautizados en ocasión del Pentecostés, cuando había “extranjeros de Roma, tanto judíos como prosélitos” (Hch 2,10).