Название | La democracia en Chile |
---|---|
Автор произведения | Joaquín Fermandois |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789561427280 |
En general, los historiadores que escribieron en el siglo XX, en especial los que conocen bien el período indiano o colonial, han tendido a destacar la continuidad entre las instituciones de la Capitanía General o Reino de Chile y las de las primeras fases de la república. Esta idea presenta mayor verosimilitud que la del quiebre radical entre una y otra experiencia, aunque las formaciones sociales a lo largo de la historia jamás cambian abruptamente del todo. La historia del siglo XX a lo largo del globo demostró la persistencia de factores de largo plazo. Sin embargo, en el caso de Chile e Hispanoamérica existe un plano en donde hay una novedad hasta cierto punto radical. Hay que poner énfasis en que esto es relativo, ya que jamás se hallan ausentes las continuidades ocultas. Con todo, la ruptura que se da en un aspecto es aquella que encabeza el objetivo central de este libro, el que los criollos hayan manifestado lo que en términos históricos es la creación de un lenguaje y de una aspiración, como siempre, más o menos honesta, de ensayar una nueva experiencia política que también requería de una cultura distinta. Fue la aparición del lenguaje republicano o republicano-democrático, que se presentó súbitamente a lo largo de Hispanoamérica, el modo como muchas formas modernas de identidad político-cultural surgieron en gran parte del globo en los siglos XIX y XX. La democracia moderna, más allá del continente de lo que iba a ser América Latina, fue una creación en base a experiencias anteriores, producto, con todo en especial, de eso que se llama modernidad.
A la democracia le es inherente la identificación de la esfera política con el debate en torno a ella, y otras condiciones que se explican más adelante. Lo fundamental parece ser la idea del preguntarse por el grado de realidad que alcanza, el grado de vigor moral que podría tener, o carecer del mismo. Como se verá y se puede deducir de los juicios bastante diversos y encontrados que se enumeran más arriba, la palabra misma y la realidad supuestamente definida por ella, llegó a alcanzar tal legitimidad en el curso de los siglos XIX y XX que, por lo mismo, las formas políticas comprendidas bajo su nombre pueden ser completamente contradictorias y hasta antagónicas, hasta el punto de que se puede pensar que el concepto de democracia perdió todo sentido. De ahí que la finalidad de este libro es pensar la historia de Chile, en especial el último medio siglo, desde el punto de vista de una pregunta que de hecho ha sido distintiva de su historia política, el grado de democracia real que ha existido en el país. Para no terminar en un camino ciego, callejón sin salida, en el Capítulo 3 se ofrece la definición que el autor —por cierto, aproximadamente aprendida de una falange de historiadores y pensadores políticos que me enseñaron a través de su escritura— considera la más adecuada para entender el fenómeno de la política moderna y el modelo al cual debe referirse el proceso democrático. No ignoro que esto puede ser cuestionable y pertenece a la misma historia de la democracia el discutir este planteamiento. El libro pretende ser una contribución a este debate, así como al conocimiento histórico.
A quienes estudian el funcionamiento de los sistemas democráticos les podrá extrañar la poca mención que se hace a la evolución del Poder Judicial, uno de los puntales de la misma y del Estado de derecho; o de las universidades, de donde surge en la modernidad el grueso de la clase política; o de la evolución y características de los medios, que es toda la comunicación que fluye con relativa espontaneidad, sin la cual no existe sociedad abierta. El libro no consiste exactamente en una historia de la democracia en Chile, sino en cómo el país encaró, pensó, sorteó o asumió los desafíos en la prosecución de un sistema democrático, o en la desesperación o apatía por el mismo; en un país donde la crisis ideológica caló profundamente a lo largo de su historia republicana, ello ha constituido una estructura fundamental de su historia republicana. El metro comparativo que empleo es tanto la idea de democracia analizada en el Capítulo 3 como la evolución de ese sistema en nuestro mundo en los últimos siglos.
Esta obra no pertenece en lo principal a lo que se conoce como investigación monográfica ni a un proyecto específico en término de investigación. Secciones del mismo corresponden a una vida de estudio y de discusión sobre la historia contemporánea; una que otra parte tiene que ver con trabajos de investigación realizados en el curso de mi vida académica. No he pretendido entregar una bibliografía acabada acerca de lo que se ha dicho en Chile sobre democracia, labor importante pero que en este caso podría haber distorsionado el fin que se persigue. No obstante, realicé un esfuerzo por efectuar referencias representativas y no pocas de las notas indican hacia autores que tienen visiones con matices distintos, o a veces completamente antagónicos, al menos en alguna parte de su obra. Es un libro distinto a otros que he escrito, pero que tiene también una consecuencia lógica con parte sustancial de mi trayectoria. Las notas se refieren en lo esencial a lo que los historiadores llamamos literatura o bibliografía, vale decir, otros estudios sobre la totalidad o parte del problema. Por allí y por allá aparecen también referencias a lo que denominamos fuente, es decir, el rastro original. Debo añadir, como lo hice en un libro mío de hace quince años, que por haber vivido, sentido, sufrido, angustiado y gozado una parte del período que abarca la mitad del libro, no se puede ocultar, como no debería hacerlo ningún historiador, que uno también es fuente. Esto no quiere decir que ni haya hecho un esfuerzo por escudriñar mis propias ideas y conceptos, ni tampoco que pierda la conciencia de que habrá más de una pregunta y una crítica al mismo, ya que en eso consiste la ciencia en esta esfera del conocimiento.
La idea de este libro se originó cuando hubo finalizado la redacción y publicación de mi libro La revolución inconclusa, en el 2013, y el entonces director interino del Centro de Estudios Públicos, Lucas Sierra, me sugirió que presentara un nuevo proyecto. Como desde el 2011 la discusión sobre el carácter de la democracia en Chile por doquier solo se incrementaba, cuando se aludía a la historia de Chile —remota y reciente— yo consideraba que existía una deficiente formación y poco criterio intelectual para evaluarla. Pensé suplir ese vacío con un libro breve sobre la democracia en Chile, su historia y los problemas fundamentales del presente. Como los historiadores tenemos la tentación de escribir extensamente, en el acto de escribir se me fue transformando en una historia de Chile, siguiendo la columna vertebral del logro e insuficiencia de la democracia en el sistema político del país. El nuevo director del Centro de Estudios Públicos, Harald Beyer, le dio un decidido apoyo al proyecto el año 2014; al asumir Leonidas Montes como director, el año 2018 confirmó la necesidad de sustentar el que llegara a su meta y me entregó pleno apoyo para finalizarlo.
La redacción, con todo lo que significa de reunir material y evaluar lo que se añade o no, no hubiera sido posible sin el auxilio de valiosas manos y mentes. En sus inicios, me acompañó por un año Diego Hurtado, y su sabiduría intelectual e histórica todavía me resuena para pensar algunas partes. Por varios años, Maximiliano Jara tuvo la paciencia y diligencia para asistirme en la redacción por la mayor parte del tiempo, a lo largo de prácticamente todo el año. Una vez entregada al Centro de Estudios Públicos una primera versión, en una última etapa de revisión, el ahínco y conocimientos de Milton Cortés ayudaron a las terminaciones finales para presentarlo al lector. Mariana Perry colaboró también en esta última instancia. Estos años fueron nutridos con las conversaciones sobre los temas expuestos en el libro con Luis Oro, en especial por su conocimiento profundo de la teoría política moderna. Joaquín García-Huidobro tuvo la amabilidad de comentar y efectuar sugerencias acerca del Capítulo 1. Leí atentamente los comentarios y críticas de un evaluador externo, que intenté asumir en la versión final. La Pontificia Universidad Católica de Chile, primero, y después la Universidad San Sebastián tuvieron la generosidad de aceptar que parte de mi tiempo de trabajo en esas instituciones fuera dedicado a la redacción del libro.
La publicación del libro ha sido posible por un esfuerzo conjunto del Centro de Estudios Públicos junto a Ediciones UC. La Directora de esta última, María Angélica Zegers, apoyó decisivamente el proyecto del libro y su idea que combina varios estilos. En intensos meses de edición, alterados marginalmente por los trastornos vividos por el país —que al final entregaron incentivo para proseguir con la idea central del libro—, se ha podido llevar a cabo el trabajo de afinamiento