La conquista del sentido común. Saúl Feldman

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Название La conquista del sentido común
Автор произведения Saúl Feldman
Жанр Социология
Серия
Издательство Социология
Год выпуска 0
isbn 9789507546617



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de tono imperioso como “haciendo lo que hay que hacer”, se leyeron apenas como recursos de campaña comunicacional y no se les atribuyó la calidad de piezas ordenadas en ese entramado persuasivo y disciplinario del plan de cambio cultural. Los resultados electorales que obtuvo el macrismo y, luego, el acompañamiento acrítico de muchas de sus medidas, algunas muy impopulares, verificable en la elección de 2017 y en diversas encuestas hasta bien entrado 2018, escandalizó a la oposición “bienpensante” al macrismo, pero no se tradujo en un diagnóstico que permitiera exceder aquella afirmación táctica de que la gente actúa “en contra de sus propios intereses”.

      Usamos el término “cincelar” porque tiene la facultad de subrayar la intención de modelar, pero con un instrumento cortante, filoso, que se impone de manera potente y, necesariamente, supone en esas almas sobre las que va a trabajar una materialidad (el metal, la madera) que ofrece sus características materiales a la intencionalidad de ese objetivo: invadir las almas, cincelarlas en pos de crear allí nueva subjetividad.

      Reordenamiento

       DEL SENTIDO COMÚN

      “ES NECESARIO UN CAMBIO CULTURAL”

      El sistema neoliberal, decimos, pone a trabajar colaborativamente el alma de la gente en la misma dirección, haciéndole pensar a cada uno que contribuirá a expandir su libertad, su realización personal, siendo la tarea del sistema, supuestamente, crear las condiciones para que cada uno pueda concretar sus proyectos. Y, por sobre todo, deshacerse de todos aquellos que se opondrían a este diseño en la defensa de intereses políticos del pasado, “de la vieja política”, de aquellos que estarían viviendo a costa de los que trabajan y se esfuerzan y estarían atentando contra una sociedad ordenada y, desde luego, moderna. Y así, alcanzar la felicidad.

      Esta sociedad global de la transparencia favorece, entonces, esa producción de subjetividad y posibilita ese trabajo del alma sobre la que se monta el proyecto neoliberal. Ante la explosiva expansión de nuevas tecnologías que favorecen la visibilidad de los actos individuales, adquiere valor la necesidad de nuevas experiencias, de cambio, que prioricen la sensorialidad y las construcciones estéticas, favoreciendo una política del deseo, del individualismo, de la necesidad del disfrute, del valor de la materialidad, todas piezas que forman parte del arsenal ideológico del macrismo y cuyo aparato comunicacional utiliza como armas de persuasión. Lo que ha cambiado es el concepto de “interés”, que ya difícilmente pueda restringirse al campo de lo económico, y que se complejiza en su plano sociológico cultural. Sobre este hecho cultural actúa el mensaje de la cosmovisión neoliberal.

      Las “superficies” que actúan como espacios expresivos se imponen como fuentes discursivas frente a la “profundidad” de los planteos intelectuales, del valor de la autoridad, de la política del conflicto. Esa nueva sensorialidad, lejos de representar una modalidad de incomprensión de la realidad, se transforma en la medida de valor que determina la comprensión que se tiene de las cualidades de esta sociedad transparente y de sus lógicas. Es en este marco que se desarrollan las líneas conceptuales comunicacionales del macrismo y entonces cobra sentido el ejercicio de “bucear superficies”. Bucearlas para discernir cómo hizo la “nueva derecha” para generar cierto tipo de empatías con un electorado que le era esquivo, “surfeando” los antecedentes políticos e ideológicos de Macri que, a primera vista, hacían irremontable semejante proyecto. El trabajo del alma a partir de 2007, bajo esos parámetros, adquiere una forma sistemática y planificada. No comenzó, desde luego, en las vísperas de las presidenciales de 2015.

      Este trabajo del alma se inscribe en un proyecto que implica un giro dramático en la Argentina, en los modos sociales de concebir la vida, sus objetivos, su sentido, los vínculos con los otros. Este cambio cultural que el macrismo vino a proponer, como capítulo argentino de la sociedad neoliberal global, se presenta como una suerte de manual para “alcanzar la felicidad” personal y colectiva, necesario para que la sociedad argentina sane de sus males.