Название | Inteligencia lúdica |
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Автор произведения | Marcos Cristal |
Жанр | Социология |
Серия | |
Издательство | Социология |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788417880156 |
Este enfoque requiere, como señalaba más arriba, desarrollar espacios, culturas y actitudes más lúdicas en la organización y en las personas que la conforman y le dan vida. Dar voz y protagonismo a cada miembro de la organización y hacerle sentir parte activa del juego genera en cada uno más compromiso, nuevas ideas y un sentimiento de pertenencia que impacta en la moral, en la fidelidad, en la productividad y en los resultados.
Un ejemplo de lo que aquí se propone como actitud lúdica es el Proyecto Aristóteles20, un reciente estudio de Google que a la hora de definir las cinco dinámicas que hacen efectivo a un equipo, señala (concretamente en la quinta) que los participantes sientan que su contribución importa, que tiene impacto y que genera un cambio.
La inteligencia y actitud lúdica se pueden aplicar a pensar las estrategias de negocios, pero también en muchos otros ámbitos del quehacer de las organizaciones. Me refiero al tipo de colaboradores que buscamos, a las actitudes que queremos desarrollar en ellos, a cómo entendemos el trabajo en equipo y colaborativo, a cómo usamos la tecnología, a cómo pensamos y encaminamos el cambio y los aprendizajes, a cómo abrimos espacios para que la gente explore nuevas ideas, despliegue su creatividad y encuentre en su tarea la oportunidad de trascender, de ir más allá de ellos mismos.
Una aclaración: el hablar del juego y de cómo puede contribuir al desarrollo de las organizaciones no es el propósito de este libro. Su finalidad va mucho más allá. Estos son sus objetivos:
Concluir que la inteligencia y actitud lúdica son imprescidibles tanto para las organizaciones como para los individuos que les dan vida.
Fundamentar que el desarrollo y florecimiento de la inteligencia y actitud lúdica es una extraordinaria vía para que las organizaciones incorporen ese componente espontáneo de compromiso, de entusiasmo y de creatividad que trasforme radicalmente los resultados de las mismas.
Explicar de qué manera se pueden crear espacios en donde aflore esta actitud e inteligencia para que propicien entornos de trabajo y formas de pensar, actuar y sentir que, a la vez, generen compromiso y disciplina (porque una actitud lúdica en absoluto implica erradicar esfuerzos o cierto sufrimiento como parte del proceso).
Transformar los cinco virus (falta de compromiso, de motivación, de atención, de innovación y de lealtad) que veremos en detalle más adelante, en una espiral virtuosa que redunde en una mayor creatividad, productividad y satisfacción.
Hoy, gracias a la combinación de tecnología, cambio generacional y las necesidades de las personas y las organizaciones, este tipo de actitud e inteligencia pueden cultivarse y potenciarse de manera individual y colectiva, quizá como nunca antes en la historia de la humanidad.
En coherencia con el carácter abierto y flexible de esta filosofía de lo lúdico, no pretendo con este texto crear un tratado cerrado, sino más bien invitarte a participar de un diálogo, de un juego vivo y en construcción que nos permita a todos practicar, intercambiar ideas y experiencias sobre cómo pensar y obrar de nuevas maneras en el entorno complejo en que nos toca actuar, con el objetivo de crecer y contribuir a ser mejores personas, mejores organizaciones, para construir un mundo más justo y más feliz. A tal fin, aquellos lectores que deseen participar de esta conversación colectiva pueden entrar a la web del presente libro (www.inteligencialudica.com). Encontrarán un espacio de juego y de diálogo que nos ayuda a avanzar en este campo en beneficio de todos.
¿Cómo nació este libro?
Hace muchos años se frustraba mi flamante carrera como periodista. Había terminado mis estudios de Economía en la Universidad de Buenos Aires y alcanzado un sueño: había entrado a trabajar en uno de los periódicos más destacados de esa época. El sueño duró poco. El Gobierno militar de turno en mi país, Argentina, intervino ese periódico, y muchos de los que no comulgábamos con los métodos antidemocráticos fuimos perseguidos y tuvimos que dejar nuestra tierra. Pasé casi diez años haciendo estudios de posgrado y trabajando en multinacionales en Europa y Estados Unidos. Un cambio que no tenía previsto, pero que acepté con alegría y una actitud abierta para poder descubrir nuevos mundos, fuera y dentro de mí, desde mis apenas 25 años.
El mundo de las corporaciones es fascinante. Fue crucial para el desarrollo de mi carrera, aunque fue una experiencia tremendamente demandante y esclavizante. Desafíos nuevos y más complejos, viajes frecuentes y jornadas de doce horas me hicieron sentir toda la adrenalina al tiempo que todo el sacrificio que implica el trabajo en las grandes empresas. Crecí profesionalmente y aprendí mucho, pero la euforia comenzó a ser reemplazada por estrés y un interrogante cada vez mayor sobre si quería que esa fuera mi vida en lo sucesivo.
En un momento, mi nuevo sueño apareció claro: quería convertirme en profesor universitario y consultor, y también volver a escribir. Me tomó varios años, pero lo logré; y un tiempo después, a modo de catarsis sobre mi recorrido por las grandes corporaciones, desde adentro y desde afuera, presenté mi primer libro: El equilibrista: cómo integrar tu vida y tu trabajo; obra que se publicó en varios países por Random House.
Hace unos 25 años, siguiendo mi curiosidad por encontrar maneras innovadoras de agregar valor en mi rol como consultor y profesor universitario, tuve la primera oportunidad de experimentar el maravilloso mundo de lo lúdico aplicado a los negocios y a las empresas. Junto a mi amigo y exsocio Fernando San Juan descubrimos este ámbito en la Wharton School of Business, escuela que, de la mano de tres de sus profesores, era pionera junto al MIT y la London Business School en el desarrollo de juegos de simulación de negocios.
Nos enamoramos de esta idea de aplicar lo lúdico para generar aprendizaje y mejorar los resultados de las organizaciones. Sin dudar, nos propusimos estudiar y trabajar junto a estos profesores, quienes, para sorpresa nuestra, nos dieron la más cordial de las bienvenidas. Dichos maestros habían creado poco tiempo antes Strategic Management Group Inc. (SMG) una empresa de rápido crecimiento que se convertía en aquellos años en líder mundial de estos productos innovadores. Al regresar a Latinoamérica Fernando y yo fundamos Business Skills e iniciamos la comercialización de los simuladores de SMG. Poco más tarde, y a solicitud de nuestros clientes, empezamos a desarrollar nuestros primeros simuladores en español, adaptados a las realidades locales, con el apoyo generoso de nuestros maestros de Wharton.
Años después, BTS –una compañía sueca de desarrollo de simuladores, que también tuvo un rápido crecimiento– quiso entrar con fuerza en el mercado americano, y para ello adquirió la empresa más reconocida en dicho ámbito en aquel momento: SMG. Por un par de años trabajamos junto a BTS hasta que, en un acuerdo amistoso, decidimos seguir cada uno su camino. Hoy BTS es una de las empresas más importantes del mundo en este tema, y ambas competimos lealmente en varios mercados.
En aquellos años y con el afán de reforzar nuestra capacidad para desarrollar juegos, invité a Pablo Sirlin –un experto en modelizar negocios– a convertirse en socio de Business Skills. Su incorporación dio un impulso muy grande a la capacidad de ofrecer simuladores a medida para nuestros clientes. Pocos años después invitamos a sumarse como socio a Cristian Gorbea, quien contribuyó a potenciar enormemente nuestra capacidad comercial y de desarrollo de juegos, en especial en habilidades «blandas».
A este proceso se agregó la oportunidad y el interés de trabajar con nuestros simuladores por parte de universidades de Latinoamérica, Estados Unidos y Europa (ESADE, Bologna, Tec de Monterrey y Miami, por citar algunas), así como varias consultoras, entre las que se destaca la alianza que establecimos con The RBL Group, creada por Dave Ulrich, antes mencionada. En paralelo nos eligieron empresas globales como Citibank, BBVA, Santander, Johnson & Johnson, Coca-Cola FEMSA, Danone, AXA, McDonald’s, Peugeot, Fiat, Renault, L’Oréal, Prudential, Roche, AbbVie, Enbridge, Nestlé, MetLife y Western Union, entre otras, incorporando nuestros juegos de simulación en sus programas.
Estas incorporaciones, alianzas y clientes nos abrieron una oportunidad única de crecimiento acelerado, experiencia, aprendizaje y capacidad. Hoy Business Skills lleva desarrollados más de cien juegos de negocios para diferentes contenidos e industrias. Sus simuladores