Название | Inteligencia lúdica |
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Автор произведения | Marcos Cristal |
Жанр | Социология |
Серия | |
Издательство | Социология |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788417880156 |
En pocas palabras, este maravilloso libro ayuda a los adultos a tomar conciencia de lo lúdico y cuánto este tipo de inteligencia y actitud generan creatividad, lo que lleva a resultados de negocios más sustentables.
La próxima vez que nuestros nietos transformen un entorno aburrido en un juego creativo, me sumaré a su mundo de fantasía para descubrir y aprender más sobre mí mismo y sobre los otros.
Dave Ulrich
Rensis Likert Professor, Ross School of Business, Universidad de Michigan
AGRADECIMIENTOS
Es muy frecuente en los agradecimientos señalar que no se trata de un trabajo solitario, sino solidario. Este libro no escapa a la regla. Expreso aquí mi agradecimiento infinito a las muchas personas que conscientemente y con cariño (y otras sin querer), contribuyeron con ideas y experiencias para que este trabajo saliera a la luz. A la vez, libero a todos ellos de la responsabilidad por lo que aquí expongo y propongo.
En primer lugar, quiero agradecer a mis socios Pablo Sirlin y Cristian Gorbea, a quienes me une una relación profesional y personal desde hace años. Puedo afirmar con certidumbre que casi no existe alguna idea o experiencia presentada en este trabajo que no haya sido compartida o pensada junto a ellos. A la vez, les agradezco la paciencia y generosa actitud al cubrirme en tareas y responsabilidades de nuestra consultora, Business Skills, para que yo pudiera dedicar parte de mi tiempo a terminar este libro. Otras dos personas del equipo de Business Skills juegan siempre un rol crucial de apoyo y generación de ideas a quienes quiero agradecer especialmente; son Alan Hartstein y Matias Borowicz. También quiero extender este agradecimiento a Francisco, María Cristina, Victoria, Dolly y Felicitas por el apoyo permanente.
Un grupo de amigos y amigas han puesto todo su cariño interactuando conmigo por largas horas, aportando todo su talento y lucidez. Quiero incluir aquí a Monica Mehaudy, Denise Najmanovich, Martha Alicia Chávez, Lisandro Bril, Ana Laura Valencia, Sofi Amenta y Fernando Buen Abad.
Muchas personas desde diferentes roles (profesores, colegas, consultores asociados, clientes, algunos de ellos devenidos amigos a lo largo de los años) compartieron ideas que enriquecieron este trabajo. Entre ellos quiero agradecer especialmente a: Dave Ulrich, Norm Smallwood, Fredy Kofman, Thomas Malone, Deborah Ancona, Peter Senge, Jay Forrester, John Sterman, Gary Hamel, Arianna Huffington, Eduardo Kastika, Sebastián Campanario, Jessica Johnson, Joe Ganitsky, Clark Callaghan, Ariel Regatky, Diego Benenzon, Brendan Pinter, Luis Karpf, Santiago Bilinkis, Jorge Ruiz, Helena Herrero, Ernesto Uscher, Ana María Rojas, Martha Liliana Ruiz, Juan Pablo Neira, Ramiro Calderón, Mauricio Valencia, Julio Zelaya, Liliana Orozco, Alberto Saiz, Chris Stanley, Claudio Peña, Eugenio Millot, Juan Pablo Fernández, Aaron Silva, Guillermo Grunwaldt, Ernesto Gore, Mariano Bergman, Daniel Serrot, Ariel Yulkenson, José Martí, Gabriel Molina, Gonzalo Enríquez, Bibiana Vázquez, Andrea Silva, Yazmin Vargas, Héctor Hernández, Patricia George, Sergio Meller, Ernesto Weissmann, Francisco Ingouville, Tomas Bril, Joni Cohen, Emilse Avendaño, Juan Felipe Cadavid, Héctor Helman, Gabriel Yoguel, Julio Sevares, Daniel Roiter, Eduardo Spector, Marc Eguiguren, Ernesto Ekaizer, Miguel Glickman, Ricardo Spector, Guillermo Salz, Javier García Fronti, Marcelo Natalini, Paula Sanchez, Dolores Paxote, Paulina Betancourt, Fernando San Juan, Juan Rodríguez, Silvia Carbonell, Silvina Brodsky, Kitty Litvachkes, Sheila Harkatz, Mario Kristal, Claudia Uzqueda, Andrea Trigo, Analía Doro, María Pía Berto, Ángeles Sforza y Paul Perry.
Quiero agradecer al excelente equipo de LID, desde su fundador, Marcelino Elousa, al incansable y brillante César Piernavieja, a Lia Sottanis, a Ada Luna y Bertha Herrerías por todo su apoyo y colaboración.
Dejo para el final a los más queridos, a los que siempre están. En primer lugar, quiero nombrar a mis dos hijos, Yann y Julie, quienes con mucho cariño e implacable profesionalidad revisaron los textos, investigaron casos y propusieron ideas que enriquecieron este trabajo. Y a Laura, Yoel, Tami, Clari, Brenda, Gonzalo, Michelle y Maro por el apoyo permanente y afecto incondicional. e y brillante César Piernavieja, a Lia Sottanis, a Ada Luna y Bertha Herrerías por todo su apoyo y colaboración.
Dejo para el final a los más queridos, a los que siempre están. En primer lugar, quiero nombrar a mis dos hijos, Yann y Julie, quienes con mucho cariño e implacable profesionalidad revisaron los textos, investigaron casos y propusieron ideas que enriquecieron este trabajo. Y a Laura, Yoel, Tami, Clari, Brenda, Gonzalo, Michelle y Maro por el apoyo permanente y afecto incondicional.
INTRODUCCIÓN
«¿Cómo se vive en una época de desconcierto cuando los relatos antiguos se han desmoronado y todavía no ha surgidoun relato nuevo que los sustituya?».
Yubal Harari, < class=span"_-ITALICA-PALABRA">21 Lessons for the 21st Century
El porqué de este libro
Durante los últimos 25 años, he tenido la suerte de interactuar con altos directivos –por un lado– y con jóvenes profesionales –por otro– en varias de las principales empresas líderes globales, así como en algunas de las principales escuelas de negocios, en quince países.
En ese tiempo hay cuatro palabras que he venido escuchando cada vez con más frecuencia, casi como un mantra, que sintetizan muy bien el entorno actual de los negocios:
Cambio
Velocidad
Incertidumbre
Complejidad
Seguramente la mayoría de los lectores compartan y experimenten la cantidad inusitada de cambios que suceden en el ámbito de los negocios, la velocidad a la que ocurren y, como consecuencia de ello, el aumento de la incertidumbre y la complejidad para gestionarlos. Este vertiginoso proceso ha abierto desafíos y oportunidades inéditas.
Es bastante probable que, como me ocurrió a mí y a muchos de mis interlocutores, observaras atónito, a la vez que entusiasmado, la revolución de Internet, el surgimiento de nuevos colosos como Google, Apple, Amazon o Uber. Y te sorprendieras por la caída de viejos gigantes como Kodak y Blockbuster, o por las transformaciones radicales de organizaciones como IBM.
Como parte de este proceso, dimos una cálida y optimista bienvenida a numerosas teorías que, además de explicar el porqué de los fracasos y las soluciones que podían evitarlos, ayudaban a sacar provecho de las oportunidades que se abrían.
Al igual que muchas otras personas, me ilusioné con la posibilidad de encontrar explicaciones convincentes que despejaran la confusión generada por tanto cambio, y también terminé aprendiendo a no esperar encontrar una teoría que diera cuenta cabal de lo que ocurre, y que nos sirviera como solución definitiva y acabada.
La presente obra se enmarca en esta convicción de que, ante el entorno complejo y cambiante que vivimos, no hay recetas fáciles ni aplicables a toda circunstancia.
Al mismo tiempo –desde mi larga experiencia colaborando con clientes en la creación de juegos de simulación de negocios para el análisis de escenarios futuros, capacitación y evaluación de personas– desarrollé un conocimiento práctico sobre la importante contribución que puede brindar lo lúdico en muchos de los desafíos que viven hoy las empresas.
Titulo este libro Inteligencia Lúdica: potenciar la innovación y la cooperación para crear organizaciones más ágiles. Estoy convencido de que este concepto contribuye de manera determinante a encontrar nuevas maneras de responder a los desafíos actuales. Contribuye a cambiar el mindset, la filosofía desde la cual pensamos los negocios, nuestro lugar y la realización de nuestras tareas. Este texto abunda en casos prácticos sobre estas nuevas maneras, que pasaron la prueba de estar durante veinte años experimentando, pregonando y aplicando lo que aquí denomino una inteligencia y una actitud lúdica.
La práctica junto a mis socios –Pablo Sirlin y Cristian Gorbea–, en la interacción con directivos de numerosas empresas líderes y de otros consultores que buscan experimentar maneras innovadoras, es lo que nos permitió verificar hasta qué punto este enfoque puede ayudar a desarrollar personas y organizaciones más ágiles, flexibles, innovadoras