Psicoterapia Integrativa EIS. Roberto Opazo

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Название Psicoterapia Integrativa EIS
Автор произведения Roberto Opazo
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9789569946646



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un sentido genérico, para la "felicidad" existen estudios para "todos los gustos". Por ejemplo, hay investigaciones que concluyen que la felicidad no tiene edad, que la edad no favorecería especialmente ciertos estados de ánimo. Otros estudios establecen que la felicidad muestra una curva, específicamente una "curva en u": los seres humanos seríamos más felices en la niñez y adolescencia, menos felices entre los 35 y los 50 años, para recuperar felicidad de a partir de esa edad en adelante. Y si bien esto se ha tendido a atribuir "psicogénicamente" a las diferentes experiencias de vida en las diferentes edades, un estudio reciente tiende a desafiar esta explicación ambientalista. Es asi como Oswald y su equipo (Oswald y Powdthavee, 2005), lograron establecer que esta curva en u se replica calcada en chimpancés y en orangutanes. ¿Es que en esto pesa más la predisposición biológica que las tensiones y desafíos que las personas enfrentan entre los 35 y los 50 años?

      Por otra parte, las diferentes personas aprendenrespuestas condicionadascon diferente facilidad y perdurabilidad; esto opera para asociaciones clásicas "positivas", pero también para la génesis de ansiedades y fobias. "La condicionabilidad es la capacidad para adquirir y mantener respuestas condicionadas. La investigación indica que los introvertidos adquieren respuestas condicionadas más fácilmente, y las retienen por un tiempo más largo, que los extrovertidos" (Corsini, 2002, p. 202).

      Un buen ejemplo de esta predisposición hacia la condicionabilidad – con fuerte componente biológico – lo encontramos en los bombardeos de Londres durante la Segunda Guerra Mundial. Solo un bajo porcentaje de las personas que experimentaron bombardeos cercanos generó una fobia al ruido de los motores de avión, fobia a observar un avión, etc.

      

      Se ha señalado que "dondequiera que miren los científicos, se encuentran la mano invisible de la influencia genética moldeando nuestras vidas" (Miller, 2012, p. 18). La afirmación no es menor.

      Laheredabilidadconstituye una medida acerca de cuánto contribuye la herencia a la variabilidad de un fenotipo; usualmente es expresada a través de un decimal o de un porcentaje. En el territorio de la heredabilidad, la ciencia ha comprendido que los genes son los planos de construcción para nuestros cuerpos y cerebros. En el ámbito de lo psicológico, esto no resulta fácil de asumir. "Es suficientemente difícil, para los no científicos, concebir que unas pocas partículas de ácido nucleico contengan las instrucciones para el crecimiento de un brazo, una oreja, o un riñón. Ahora la investigación dice que debemos asumir también que similares partículas, pueden ir tan lejos como para determinar si vamos a ser felices o malhumorados, pasivos o agresivos, brillantes o lerdos, liberales o conservadores, religiosos o ateos" (Wright, 1999, p. 6).

       Matthew Taylor nos aporta una historia muy ilustrativa. Solo algunos meses después de nacer, fue adoptado por una familia británica conservadora. Casi todos los integrantes de esta familia trabajaban en temas relacionados con la música clásica y la pintura; Matthew no mostró interés en estas temáticas. Poco a poco fue optando por la política, nada menos que por la fracción más liberal del partido laborista y llegó a ser miembro del Parlamento inglés.

       A los 35 años Matthew se decidió a investigar su pasado. Su madre biológica vivía en Nueva Zelanda y había formado otra familia. Cuando Matthew la contactó, logró entender mucho de su propia vida: su bisabuelo había sido parlamentario por el Partido Liberal Demócrata y hacia 1945 había sido uno de los más férreos defensores del voto femenino igualitario. "En ese momento sentí que todo lo que creía sobre mí se trastocó totalmente. En la batalla entre la naturaleza y la crianza, la naturaleza resultó vencedora. Heredé características como la voluntad de resistirse al statu quo. Por lo que sé, ese era también un rasgo de mi bisabuelo biológico", dijo Taylor a "The Times".

      Lo anterior ejemplifica los hallazgos de las investigaciones más recientes. James Fowler et al. (2008) han encontrado que "una significativa proporción del voto político deriva de la influencia de los genes" (p. 233). Estos autores agregan que la evolución ha favorecido que en la sociedad haya conservadores y liberales: los liberales nos ayudarían más cuando necesitamos innovar y los conservadores nos serían más útiles cuando estamos bajo amenaza. Al respecto Alford et al. (2005) trabajaron con una amplia muestra de gemelos norteamericanos (25 mil) y australianos (dos muestras de 5960 y 4260 respectivamente); los resultados indicaron que "las actitudes políticas están influenciadas en mucho mayor medida por la genética que por la socialización parental. Para el índice general de conservantismo político, la genética da cuenta de aproximadamente la mitad de la varianza en ideología, mientras que el ambiente compartido incluyendo la influencia parental solo da cuenta del 11%" (Alford et al., 2005, p. 164). Especificando aún más lo anterior, se ha encontrado una fuerte relación del gen d4dr con conservantismo y del gen drd4 con el liberalismo (Fowler y Dawes, 2008).

      A su vez Amodio et al. (2007) encontraron que "el mayor liberalismo estaba asociado con una mayor actividad relacionada con los conflictos que estaba ligada con en cíngulo anterior, lo cual sugiere una mayor sensibilidad neurocognitiva ante claves para la alteración del patrón de respuesta habitual" (p. 1246).

      En un estudio reciente dirigido por Sarina Rodríguez (2009), se trabajó con 200 alumnos de la Universidad de Berkeley, de distintas razas y con un promedio de edad de 20 años. Quienes poseían el gen rs53576 (en una variación denominada gg), mostraron un 23% de mayor capacidad de empatía, una menor propensión a reaccionar con estrés y una mayor disposición para comprender los estados emocionales de los demás. El gen identificado se relaciona con el procesamiento de la oxitocina, hormona ligada a la activación de diversas emociones.

      Por otra parte, la búsqueda del "gen de la felicidad" se ha desplegado por doquier. Recientemente De Neve et al. (2012), han documentado hallazgos en pro del rol que el gen 5-httlpr juega, a la hora de facilitar el bienestar emocional. Al respecto, se ha logrado establecer que este gen influye en el reciclaje de la serotonina, con el consiguiente impacto en la transmisión de los mensajes emocionales. El 5-httlpr, sin embargo, sería tan solo uno de los genes relacionados con el bienestar emocional.

      Una investigación desarrollada por Cole et al. (1994) centró su atención en muestras de sangre de ochenta voluntarios norteamericanos; más específicamente, se centraron en el genoma de los glóbulos blancos. Lograron delimitar un perfil que involucraba una facilitación biológica hacia el logro de satisfacciones "inmediatistas"; en la línea de "un buen placer ahora". Otro perfil se correlacionaba con la búsqueda del compartir y con la lucha por la felicidad de los demás. Este último grupo más ligado a un sentido existencial de una "vida con propósito", presentaba mejores índices en los sistemas inmunológicos. Los autores concluyen que, estos hallazgos, se avienen bien con el valor evolutivo del trabajo por el bien común.

      En un sentido inverso – y adentrándonos un tanto en el terreno de la psicopatología – desde la biología pueden facilitarse afectos más disfóricos. Desde una vertiente de transmisión genética "negativa", pueden verse facilitados, por ejemplo, niveles altos deintroversióny niveles altos deneuroticismo. La introversión alta involucra poca sociabilidad, seriedad, reflexividad, rigidez, dificultad para disfrutar, pesimismo; la introversión baja correlaciona a su vez con afecto positivo (Gómez et al., 2000). El coeficiente de heredabilidad de la introversión es de 0,50 (Bouchard, 1999).

      Por su parte el neuroticismo alto involucra inestabilidad emocional, vulnerabilidad a la angustia, susceptibilidad, tensión, irritabilidad, inclinación a la preocupación, a la inseguridad; el coeficiente de heredabilidad del neuroticismo es de 0,49 (Eysenck y Eaves, 1974).

      El neuroticismo alto involucra también una fuerte correlación con afecto negativo (Robinson et al., 2007). "El neuroticismo está asociado con autoculpa, con pensamiento de deseo, con tornarse pasivo y solitario. La extroversión está correlacionada con hablar, con el pensar positivo y con la moderación" (Kato y Pedersen, 2005, p. 148).

      En un estudio realizado en Alemania y Polonia – con mil gemelos idénticos y fraternos – se encontró que los gemelos idénticos