Название | Psicoterapia Integrativa EIS |
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Автор произведения | Roberto Opazo |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789569946646 |
El alterado sapo de Maturana, recogía datos perceptuales sistemáticamente erróneos… lo cual la llevaba a conductas sistemáticamente erróneas. En un sentido inverso, la no alterada visión de estos seres humanos, en las investigaciones recién explicitadas, les entrega datos bastante fidedignos acerca de las imágenes externas que están percibiendo; lo cual se constata comparando las imágenes computacionales con las imágenes naturales. Esto, a su vez, les posibilita desplegar conductas sistemáticamente más adaptativas. Todo lo cual es consistente con mejores opciones de supervivencia evolutiva.
Darwin señalaba que quienes capturan con mayor precisión las características de sus ambientes serán más "aptos" y sobrevivirán mejor. Si todas las salamandras o sapos hubieran sido alterados al estilo del procedimiento quirúrgico enfatizado por Maturana, se habrían extinguido; precisamente por percibir mal sus ambientes. Adicionalmente, si los datos que aporta el experimento de la salamandra son considerados como fuente de información válida por Maturana, con la misma lógica tendrían que ser considerados como una posible fuente válida los datos aportados por los sujetos de Naselaris et al. De este modo salamandras y personas – alteradas o no quirúrgicamente – pueden optar con la misma legitimidad a ser fuente de información científicamente válida.
Adicionalmente, como lo hemos señalado, diversas investigaciones muestran que – a la hora de percibir – cada persona "crea" o "construye" una cuota de lo que "percibe". En los seres humanos cuando esta cuota es excesiva, y rompe con el "juicio de realidad", se empieza a hablar de psicosis. Por supuesto, todo esto es de la mayor relevancia epistemológica.
Desde nuestra óptica, predicción y cambio emergen fortalecidos como opciones validantes del conocimiento. Aunque ningún conocimiento sea puro y objetivo, algunos sonmejores que otros, en términos de sus aportes a predicción y cambio. Esto es de la mayor importancia; nos aporta un "cable a tierra", le devuelve a la realidad su poder fiscalizador, y nos impide especular – en el aire – acerca del eventual valor de lo conocido. Y, adicionalmente, nos ayuda a ir ordenando el conocimiento en psicoterapia.
El Recuadro 5 sintetiza nuestro constructivismo moderado, es decir, los planteamientos epistemológicos centrales de nuestro Supraparadigma Integrativo.
RECUADRO 5: CONSTRUCTIVISMO MODERADO DE UNA SÍNTESIS
Y ¿cuál es larepercusión psicoterapéuticade los planteamientos de nuestro constructivismo moderado?
De partida, y en sintonía con el realismo,asumimos que nosotros existimos, que nuestros pacientes existen, que sus problemas existen, que los podemos conocer, que nuestros conocimientos les pueden aportar y que resulta urgente el ir perfeccionando la calidad de nuestros aportes.
Pero el poder perfeccionar nuestros conocimientos requiere de establecer criterios acerca de su calidad. Aplicando nuestra perspectiva epistemológica al ámbito clínico, nuestro conocimiento psicoterapéutico será siempre imperfecto; pero será más válido, en la medida que haga un mayor aporte a la predicción y al cambio. Esto tendrá una gran importancia para la metodología, y para la validación de teorías y estrategias clínicas.
El terapeuta no posee conocimientos "objetivos" y "puros" acerca de los problemas de sus pacientes, ni acerca de sus posibles soluciones. De este modo, una especie de "modestia cognoscitiva" pasa a ser un derivado directo de los fundamentos epistemológicos del Supraparadigma Integrativo. No obstante ello, esto no significa que todo conocimiento valga igual, o que dé lo mismo cualquier aproximación a los problemas de nuestros pacientes; o que paciente y terapeuta estén en igualdad de condiciones. El paciente sabe más, en el ámbito del sufrir y del convivir con sus problemas; nosotros sabemos más de psicología y de psicología clínica, en el sentido del venir aprendiendo a partir del estudio, de la investigación y de la práctica clínica. En este contexto, parte de lo que hemos aprendido con otros pacientes – o no pacientes – es transferible al aquí y ahora de la experiencia terapéutica. Si esto no fuera así, dejaríamos de ser "especialistas" y pasaría a ser poco ético cobrar por nuestros servicios.
Lo anterior lo retomaremos al analizar el tema de la causalidad y de los posibles reguladores de la dinámica psicológica.
Desde nuestra perspectiva epistemológica, no se trata de elegir acerca de si el que sabe es el paciente o el terapeuta. Cada uno sabe de lo suyo, con todas las modestias involucradas. Y el desafío consiste en que, a través del proceso psicoterapéutico, ambos conocimientos puedan irse dando la mano en pos de ir alcanzando los objetivos terapéuticos.
Pero, como lo iremos explicitando, los significados que otorgue el paciente serán fundamentales. El valor del proceso terapéutico está supeditado al valor que le vaya asignando el paciente. El aporte del paciente es respetado por nosotros por razones valóricas y por razones clínicas. Y este respeto profundo por el paciente no requiere en modo alguno de una postura escéptica de parte del terapeuta.
A estas alturas de nuestro análisis, resulta oportuno procurar "aterrizar" nuestros planteamientos epistemológicos al trabajo clínico, ejemplificando las propuestas en el accionar más concreto.
En un artículo de laFamily Processde marzo de 1995, los psicoterapeutas Rosenbaum y Dyckman ejemplifican lo que es una aproximación constructivista – bastante radical – al trabajo psicoterapéutico. Entre otras cosas, los autores plantean que no existe un fenómeno "real" llamado psicoterapia, que el SELF del paciente no es una cosa que "contiene" características perdurables, que al conceptualizar con cierto "lenguaje" creamos la realidad conceptualizada, y que al pensar pesimistamente en términos terapéuticos, vamos creando fracasos terapéuticos. Para soslayar estas dificultades, los autores conciben el self del paciente como un proceso dinámico y cambiante, funcional al contexto; en ese sentido "vacío", en cuanto a contenidos perdurables. "La observación cuidadosa revela que la identidad del self es fluida y cambia constantemente, de acuerdo al contexto y las relaciones" (Rosenbaum y Dyckman, 1995, p. 26). Habría así, en cada persona, múltiples identidades en función de los cambios contextuales, lo cual facilitaría enormemente el proceso terapéutico. Al no existir problemas objetivos, consistentes y perdurables en el paciente, la terapia consistiría en facilitar una manifestación de la potencialidad fluida y cambiante en el devenirdel o de lossistemas self del paciente.
En un sentido terapéutico, concebir un self siempre fluctuante, potenciaría la efectividad terapéutica: "Para que los terapeutas puedan adoptar esta útil postura, es útil ver al self como vacío" (Rosenbaum y Dyckman, 1995, p. 28). La pregunta pertinente es cuánto calzan estos planteamientos con el constructivismo moderado; y cuál es la repercusión de todo esto al nivel de los pacientes.
En un artículo crítico de los planteamientos de Rosenbaum y Dyckman, publicado en la revistaDe Familias y Terapias(1996), tuve la oportunidad de cuestionar los planteamientos psicoterapéuticos de esos autores, desde la perspectiva de nuestro constructivismo moderado. En lo medular, sostuve que si bien no hay un Sistema SELF del paciente – que sea totalmente estático, estable y estereotipado – muchas características del Sistema SELF están muy arraigadas y son de muy difícil modificación: "Al parecer, biología y experiencias tempranas, tienden a generar un Sistema SELF básico de difícil modificación posterior" (Opazo, 1996, p. 58). Aún más, el grueso de la investigación genética contemporánea apoya la conclusión de que, desde los genes mismos, nuestro Sistema SELF está "lleno" de predisposiciones de muy difícil modificación. Y, como lo veremos más adelante, en nuestro Sistema SELF están involucradas estructuras cognitivas, afectivas, etc., que tienden a ser estables y de muy difícil modificación. Frente a esto, no es cosa de asumir un enfoque de optimismo clínico según el cual si pensamos que el self del paciente es flexible y modificable... lo será. Tal perspectiva supone una sobrevaloración del poder de las expectativas positivas, y de las profecías autocumplidas. Implicaría, además, una especie de "omnipotencia de las operaciones