Название | Dieciocho historias de golf y misterio |
---|---|
Автор произведения | Marino J. Marcos |
Жанр | Языкознание |
Серия | |
Издательство | Языкознание |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788418337857 |
Volví a repetir el experimento, y el palo volvió a hacer el mismo o parecido movimiento, como si vacilara antes de fijarse en una posición. Yo miré a la brújula, y comprobé atónito que no coincidían las dos líneas de dirección: la aguja de la brújula fijaba el norte algo más al Este que el palo de golf. Repetí la cosa seis o siete veces, desde diferentes lugares del campo de prácticas — la dama que se entrenaba tuvo que pensar que éramos dos niños grandes jugando a cualquier tontería —, y siempre obtuve el mismo resultado. Idéntico. Igual orientación del palo en todos los casos.
— Bueno — acepté —, no cabe duda de que el hierro y la brújula no coinciden. Por muy poco, pero no coinciden. Ahora dígame a dónde va a parar todo esto, y por qué parece estar estropeado…
— No está en absoluto estropeado, amigo mío. Antes bien, funciona perfectamente. Porque no es al Norte magnético donde apunta.
— ¿Ah, no?...
— No, joven: se orienta siempre al mismo sitio, pero no al Norte, sino a un punto situado a cincuenta grados diez minutos longitud oeste y a cuarenta y un grados cincuenta y tres minutos latitud norte. Aún me acuerdo de memoria. Es decir, con muy poco error, el lugar donde se hundió el Titanic.
* * *
Esta particularidad del palo se descubrió años después de que llegara a su sitio en el Salón de Trofeos. Sucedió que unos niños lo cogieron de la repisa para jugar con él tal y como habíamos hecho nosotros y apreciaron su continua fijación. Poco después, una comisión científica de la que mi amigo formó parte en representación del club, eventual propietario del palo, y formada entre otros por dos profesores de Geodesia, confirmó la orientación exacta que tomaba el hierro 5, anotada en los lugares desde donde la Comisión efectuó las mediciones, entre ellos Lisboa y París. A sus miembros se les dijo que era un experimento de magnetismo que tenía protección militar, y no hubo preguntas indiscretas. Conseguir la calificación de secreto oficial en este asunto me confirmó la larga mano que el doctor Duarte tenía en altas instancias para conseguir tal cosa.
Para decirlo todo, debo advertir también que hay un cierto acuerdo respecto a las coordenadas del punto donde se hundió el Titanic: Cuarenta y nueve grados y cincuenta y seis minutos longitud Oeste y cuarenta y un grados y cuarenta y tres minutos latitud Norte. Así que el doctor Duarte llegó a la conclusión de que las coordenadas que señalaba el palo eran las de situación exacta del témpano de hielo donde Sinibaldo Urdaneta grabó la última letra de su mensaje antes de lanzarse al agua. En esa zona del Atlántico, un minuto angular corresponde más o menos a una milla, así que había derivado unas diez o doce al noroeste del punto del naufragio. Todo esto añadía un plus de misterio, pero quedó firmemente establecido que era del todo cierto lo que mi amigo me había dicho: el hierro 5 se orientaba siempre hacia el mismo punto, cualquiera que fuese el lugar desde donde se hiciera la prueba.
Otra cosa, claro, era explicar por qué. Duarte aseguraba no saberlo con certeza, aunque algo me dijo sobre una cierta clase de energía producida por el miedo y por el amor, que podía cargar algunos objetos para siempre, y aunque dijo desconocer cómo se producía, lo relacionó con la existencia de esas manifestaciones que llamamos fantasmas.
Yo volví varias veces más a ese campo, y en todas rendí visita al famoso hierro 5, que seguía tan silencioso como la primera vez, pero no vi nunca la menor presencia espectral que lo hiciera diferente. Ante mi insistencia por conocer respuestas, mi amigo afirmaba que había oído hablar de algún otro caso parecido, pero de ninguno donde estuviese implicado un palo de golf. Y de ahí no le pude sacar, aunque tengo la impresión de que sabía algo más. Lamento terminar así, y los lectores habrán de conformarse con estas razones, escasas y quizá frustrantes, pero al menos permítaseme excusarme asegurando que siempre que este tema surgía en nuestra conversación fui incapaz de que el doctor Duarte me diera otras mejores. Qué le vamos a hacer...
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.