Название | Estudios iberoamericanos del comportamiento positivo en adolescentes |
---|---|
Автор произведения | Norma Alicia Ruvalcaba Romero |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9786075479200 |
Esto parece apoyar el hecho que el afrontamiento con referencias a otros fue un predictor de las conductas externalizadas, generalmente de mayor prevalencia en estos contextos de riesgo, a diferencia del grupo de conductas internalizadas, las cuales parecen asociarse más al uso de estrategias no productivas como la rumiación o la autoculpa, siendo su principal predictor en esta muestra, junto con un menor apoyo social percibido (Hampel y Petermann, 2006). Contrariamente a otros estudios (Camara et al., 2017; Malecki, y Demaray, 2006), la percepción del apoyo social no fue de los mejores predictores de la adaptación global como podría haberse esperado. Sin embargo, para el grupo de conductas internalizadas resultó ser un predictor negativo, es decir, la menor percepción de apoyo social se asoció a la presencia de conductas internalizadas como la depresión, la ansiedad y el retraimiento, como se menciona previamente (Barrera et al., 2019). Tampoco el funcionamiento familiar global presentó una asociación significativa con la adaptación general, en el modelo global, cuando se analizó con otras variables de manera conjunta, a pesar de que los análisis correlacionales bivariados mostraron relación con todos los indicadores de adaptación (conductas internalizadas, externalizadas y cualidades positivas) de forma similar a otros estudios (Schwartz et al., 2015; Youngblade et al., 2007). Cuando los análisis de regresión se hicieron tomando como variables criterios los tres tipos de conductas, externalizadas, internalizadas y cualidades positivas por separado, el funcionamiento familiar mostró un valor predictivo en las primeras, por ejemplo, rompimiento de reglas, delincuencia y agresividad de manera similar a reportes previos (Cavendish et al., 2014; Dekovic et al., 2004). Sin embargo, aunque sí hay relación entre el funcionamiento familiar y las conductas internalizadas, no resultó ser un predictor significativo como se informa en otros estudios (Francisco et al., 2016; Sheidow et al., 2014).
Asimismo, las cualidades positivas tuvieron como primer predictor, aunque negativo, la presión económica, lo cual parece indicar que los adolescentes a pesar de tener algunas condiciones de AE no perciben su situación económica con presión, lo que parece reflejar una diferencia importante con los adolescentes que presentan conductas internalizadas y externalizadas (Conger y Conger, 2008; Wadsworth et al., 2011). El afrontamiento productivo y el no productivo también fueron predictores de las cualidades positivas, el primero con una asociación positiva y el segundo negativa. Es decir, parece que el afrontamiento productivo, junto con las otras variables, entre ellas un funcionamiento familiar positivo, contribuye a que los adolescentes presenten conductas positivas a pesar del contexto de marginación en el que viven (Traub y Boynton-Jarrett, 2017). Sin embargo, se observa que el modelo de cualidades positivas fue el más débil, tal vez debido a que los reactivos que evalúan los recursos son relativamente escasos en comparación con el número de reactivos con los que se evalúan las conductas internalizadas y externalizadas (Barcelata y Márquez, 2019).
Estos hallazgos indican la relación compleja entre las variables estudiadas y la necesidad de seguir explorando otras variables relacionadas, que, en el caso de la dinámica o funcionamiento familiar, se recomienda, evaluar otras dimensiones de este y utilizar otros instrumentos; además considerar variables parentales como en otros estudios (Dolbier et al., 2007; Ponnet et al., 2016; Kwon y Wickrama, 2014). Esto contribuiría a entender mejor el desarrollo de los adolescentes desde una perspectiva multinivel, a partir de lo cual se podrían diseñar programas más integrales (Al et al., 2012; Masten y Monn, 2015).
Algunas limitaciones de esta investigación hacen necesario que se consideren con cautela estos hallazgos y que no se generalice. Por ejemplo, en este manuscrito no se presenta el análisis de las dimensiones de cada una de las variables principales, lo cual permitiría observar qué estrategias de afrontamiento son predictoras de la adaptación, la cual en estudios transversales como el presente se evalúa de manera indirecta y estática a través de indicadores de adaptación-desadaptación, como son las cualidades positivas y las conductas internalizadas y externalizadas, respectivamente. Asimismo, se sugiere que se trabaje con muestras más amplias y de preferencia representativas de otros sectores poblacionales, ya que los contextos de marginación y pobreza varían, toda vez que las zonas de las cuales se obtuvo la muestra podrían identificarse como entornos de pobreza urbana (CEPAL, 2018). También es importante considerar que en este estudio se identificaron marcadores de AE en el marco de las ciencias del desarrollo (Conger y Conger, 2008; Santiago et al., 2011, 2012; Wadsworth et al., 2011, 2012) y que han resultados útiles para el estudio de la adaptación infantil y adolescente en ambientes de deprivación económica, por lo que no se aplicaron indicadores de tipo económico más “robustos” desde una perspectiva económica (Morales-Ramos y Morales-Ramos, 2008).
La mayoría de la investigación atribuye la mayor vulnerabilidad psicológica de los adolescentes a las condiciones de pobreza, sin embargo su impacto en la salud mental, específicamente en este tipo de población, ha sido poco explorado en México. La presencia del mayor número de conductas externalizadas en esta muestra parece reflejar, en parte, datos de los perfiles epidemiológicos de salud mental (Benjet, Borges, Medina-Mora, Méndez et al., 2009) asociados a condiciones generadas por la mayor deprivación económica y otras adversidades (Benjet, Borges, Medina-Mora, Zambrano et al., 2009), así como con la percepción de presión económica o de tener menos que los demás para poder desarrollar sus potencialidades, experimentar satisfacción y bienestar subjetivo (Boltvinik, 2005; Hulme y McKay, 2007; Palomar, 2007). Como se mencionó, estos datos coinciden con hallazgos previos (Barcelata y Márquez, 2017) que indican la influencia de la pobreza en comportamientos desadaptados, pero también la posibilidad de que se presenten patrones de conductas positivas y adaptativas, como el comportamiento prosocial, que pueden ser consideradas como recursos y de resiliencia. Estos resultados podrían ser potencialmente útiles al diseñar programas de intervención, desde una perspectiva preventiva y multinivel que incluya a las familias en contextos de marginación y AE.
Referencias
AL, C. M., Stams, G. J. J., Bek, M. S., Damen, E. M., Asscher, J. J. y Van Der Laan, P. H. (2012). A meta-analysis of intensive family preservation programs: Placement prevention and improvement of family functioning. Children and Youth Services Review, 34 (8), 1472-1479.
Barcelata, B. (2014). Cédula Sociodemográfica del Adolescente y su Familia (versión para investigación). México: FES Z, UNAM.
Barcelata, B., Coppari, N. y Márquez-Caraveo, M. (2014). Gender and age effects in coping: A comparison between Mexican and Paraguayan adolescents. En K. Kaniasty, K. Moore, S. Howard & P. Buchwald (eds.). Stress and Anxiety. Application to Social and Environmental Threats, Psychological Well-Being, Occupational Challenges, and Developmental Psychology (pp. 249-260). Berlín: Logos-Verlag.
Barcelata, B., Granados, A. y Ramírez, A. (2013). Correlatos entre funcionamiento familiar y apoyo social percibido en escolares en riesgo psicosocial. Revista Mexicana de Orientación, 10 (24), 65-79.
Barcelata, B. E. y Márquez, M. E. (2017). Poverty and mental health outcomes in Mexican adolescents. En M. H. Maurer (ed.). Child and Adolescent Mental Health (pp. 109-12). Londres: In-Tech-Open.
Barcelata, B. E. y Márquez, M. E. (2019). Estudios de Validez del Youth Self Report/11-18 en Adolescentes Mexicanos. Revista Iberoamericana de Diagnóstico y Evaluación Psicológica, 50 (1), 107-22.
Barrera, A., Neira, M., Raipán. P., Riquelme, P. y Escobar, B. (2019). Apoyo social percibido y factores sociodemográficos en relación con los síntomas de ansiedad, depresión y estrés en universitarios chilenos. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 24 (2), 105-115.
Benjet, C., Borges, G., Medina-Mora, M., Méndez, E., Fleiz, C., Rojas, E. y Cruz, C. (2009). Diferencias de sexo en la prevalencia y severidad de trastornos psiquiátricos en adolescentes de la Ciudad de México. Salud Mental, 31, 155-163.
Benjet, C., Borges, G., Medina-Mora, M. E., Zambrano, J., Cruz, C. y Méndez, E. (2009). Descriptive epidemiology of chronic childhood adversity in Mexican adolescents. Journal of Adolescent Health,