Estudios iberoamericanos del comportamiento positivo en adolescentes. Norma Alicia Ruvalcaba Romero

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Название Estudios iberoamericanos del comportamiento positivo en adolescentes
Автор произведения Norma Alicia Ruvalcaba Romero
Жанр Документальная литература
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Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9786075479200



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al predecir su satisfacción con la vida (Rodríguez-Fernández, Ramos-Díaz, Ros, Fernández-Zabala y Revuelta, 2016). Distintas fuentes de apoyo provenientes de la familia, amigos y profesorado explican una proporción importante de la varianza en algunas escalas de bienestar subjetivo, según análisis de regresión (Azpiazu, Esnaola y Sarasa, 2016) y modelos estructurales arrojan resultados similares (Gutiérrez y Gonçalves, 2013). El apoyo familiar tiene efectos directos e indirectos sobre el bienestar psicológico, mientras el de amigos efectos indirectos, ambos mediados por la variable autoestima (Gardner y Webb, 2017). En este sentido, la relación entre el apoyo social y el bienestar podría ser una relación indirecta, mediada por variables individuales que son promovidas a partir del apoyo y que impactan el bienestar del adolescente (Li et al., 2014).

      Por lo anterior, el objetivo del estudio fue generar un modelo de variables contextuales e individuales relacionadas con el bienestar personal percibido de adolescentes mexicanos que asisten a escuelas con distinto grado de marginación social. En la figura 1, se describe el modelo hipotético donde se señalan las relaciones esperadas entre las variables.

      Figura 1. Modelo hipotético de factores relacionados con el bienestar personal de adolescentes mexicanos.

      Método

      Se realizó un estudio transversal con 480 adolescentes estudiantes de dos escuelas secundarias seleccionadas al azar de los sectores categorizados con grado de marginación social muy bajo y medio, según el Consejo Nacional de Población y Vivienda (Conapo, 2010) de la ciudad de Hermosillo, Sonora, ubicada en el noroeste de México, a fin de generar comparaciones. Para determinar el tamaño de la muestra se consideraron dos criterios sugeridos para la elaboración de modelos de ecuaciones estructurales (Vargas Halabí y Mora-Esquivel, 2017), el de cantidad absoluta de casos, al menos 200 como sugerencia general (Jackson, 2003; Hair, Black, Babin y Anderson, 2014) y el de la potencia estadística, determinada a priori considerando un efecto anticipado 0.3, un poder estadístico deseado de .90 y un nivel de probabilidad de 0.5, para las 12 variables manifiestas y los 4 constructos latentes a especificar en el modelo, con base en la herramienta de Soper (2018) se sugiere un tamaño mínimo de 173 participantes para detectar el efecto.

      Participantes

      Del total de la muestra se eliminó del análisis a los participantes que tenían más del 5% de datos faltantes en sus instrumentos, por lo que se obtuvo una muestra final de 458 participantes, cuyo promedio de edad fue 13.31 años ± 1.02, siendo el 47.8% mujeres. El 51.5% de la muestra pertenecía a la escuela de muy baja marginación. No se encontraron diferencias por edad o género según la escuela de procedencia.

      Procedimiento

      Se acudió a las escuelas ubicadas en sectores de muy bajo y medio grado de marginación social según los indicadores del Conapo (2010), en su informe “Indicadores de marginación por localidad”. Para seleccionar a las escuelas se numeraron en ambos sectores y se eligió una de cada sector a partir de la técnica de números aleatorios.

      Posteriormente se explicaron los objetivos del estudio a las autoridades educativas, y al obtener su aprobación para participar se seleccionaron por conveniencia tres grupos, uno de primero, uno de segundo y uno de tercer grado de cada escuela. En el salón de clase se explicó de forma colectiva a los estudiantes los objetivos de la investigación y previo consentimiento informado, donde se resaltó la confidencialidad del manejo de la información y la nula penalización al negarse en participar o en decidir abandonar el estudio, se procedió a aplicar la batería de pruebas en aproximadamente 50 minutos. Este tiempo de respuesta ha sido el utilizado en otros estudios con adolescentes mexicanos (González, Pineda y Gaxiola, 2018), y se considera un tiempo adecuado al ser el equivalente a una clase.

      Instrumentos

      Se incluyó un apartado de datos sociodemográficos (sexo, edad, escolaridad de padres) y el siguiente conjunto de pruebas:

      Escala de bienestar personal. Diseñada ex profeso y validada en 227 adolescentes, con base en la definición de sus dimensiones y en algunas escalas como la de bienestar psicológico (Ryff, 1989) y calidad de vida (Skevington, Lotfy y O’Connell, 2004). Se conforma por 11 preguntas distribuidas en dos factores denominados bienestar subjetivo y material, que conformaron un factor general de bienestar personal por medio de un análisis factorial confirmatorio, cuyo valor de alfa fue de 0.89.

      La escala evalúa el grado de satisfacción de los y las adolescentes con elementos subjetivos de bienestar físico y psicológico con preguntas como “mi habilidad para realizar actividades de la vida diaria” y “mi forma de ser”, y de bienestar material con reactivos como “la limpieza de mi casa” y “la cantidad de dinero que tiene mi familia para cubrir sus necesidades”, donde el adolescente indica el grado de satisfacción con dichos cuestionamientos en una escala tipo Likert de 5 puntos donde 0 = muy insatisfecho y 4 = muy satisfecho.

      Escala de redes de apoyo (Villalobos, 2009). Adaptada por Torres Cruz y Ruiz Badillo (2013), contiene 19 preguntas que evalúan el apoyo percibido por los adolescentes de su familia, amigos, maestros e instituciones. Las opciones de respuesta son tipo Likert de 5 puntos que van de “siempre” a “nunca”, algunos de sus indicadores son “tengo personas que me apoyan” y “cuento con algún apoyo por parte de la escuela”. En un estudio previo con adolescentes mexicanos se obtuvo alfa de 0.75 (González & Rivera, 2016).

      Ambiente familiar positivo (Aranda, Gaxiola, González y Valenzuela, 2015). Escala de 19 preguntas que evalúan la calidad del ambiente familiar en términos de las interacciones positivas que se dan entre sus miembros. La forma de respuesta es tipo Likert de 5 puntos (0 = nunca a 4 = siempre), donde se evalúa la frecuencia con la que los miembros de la familia participan en distintas interacciones; por ejemplo “nos demostramos cariño y afecto” y “mantuvimos el orden y la limpieza de la casa en general”. Los autores reportan un valor de alfa de 0.93.

      Escala de características de amigos de riesgo (Gaxiola, González y Contreras, 2012). Evalúa si los amigos del adolescente presentan conductas de riesgo, como faltar a clases, participar en peleas o consumir bebidas alcohólicas, consiste en ocho preguntas utilizadas en previos estudios con adolescentes de la región, con valores de alfa de 0.84.

      Ambiente en la colonia (Frías, López y Díaz, 2003). Algunas características negativas del vecindario fueron evaluadas con nueve reactivos centrados en la percepción los adolescentes acerca del vecindario, por ejemplo “¿qué tan peligrosa es tu colonia/barrio?” y “¿qué tantos vagos hay en tu colonia/barrio?”. Para homogeneizar el cuadernillo de pruebas se modificó la escala original de 10 a 5 puntos que oscilan de 0 = nada a 4 = demasiado. El alfa es de 0.82 en adolescentes mexicanos (Gaxiola, González y Gaxiola, 2013).

      Ambiente escolar (Frías et al., 2003). Se evaluó la percepción de contexto de riesgo escolar con cinco preguntas relacionadas con la inseguridad e infraestructura. La versión original maneja una forma de respuesta de 10 puntos, pero en este estudio se utilizaron cinco opciones de respuestas van desde 0 = nada a 4 = demasiado. Algunas preguntas son “¿qué tan peligrosa es tu escuela?” y “¿qué tan sucia está tu escuela?”. Se reporta un valor de alfa de 0.78 en adolescentes con esta modalidad de respuesta (Gaxiola et al., 2013).

      Conflictos familiares. Se utilizó la escala “dificultades” de la escala “Evaluación de las relaciones intrafamiliares E.R.I” en su versión intermedia (Rivera-Heredia y Andrade Palos, 2010). Esta dimensión conformada por 15 preguntas evalúa aspectos de las relaciones intrafamiliares considerados indeseables, negativos, problemáticos o difíciles, para el individuo o la sociedad. Mide el grado de conflicto percibido dentro de una familia. La forma de respuesta ofrece cinco opciones que van de 1 = totalmente de acuerdo hasta 5 = totalmente en desacuerdo. Un ejemplo de reactivo es “hay muchos malos sentimientos en la familia”. Se reporta un valor de alfa de 0.92 (Rivera-Heredia y Andrade Palos, 2010).

      Afrontamiento. El instrumento que se utilizó para medir esta variable se conforma por 15 reactivos distribuidos en dos factores, evasivo y activo, con un alfa de 0.70. (Villalobos Cano, 2009). Sin embargo, en el estudio piloto para esta población se seleccionaron