Название | Dimensiones humanas en acción : Ser para saber obrar |
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Автор произведения | Andrés González Duperly |
Жанр | Социология |
Серия | |
Издательство | Социология |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789587905106 |
Estas competencias buscan idoneidades accesorias más puntuales, integradas a las estructuras de los sistemas en función de los desempeños, que incluyen: colaboradores, tareas, sistemas de participación, pertenencia y compromiso, sistemas de información y decisión y estructuras, tales como son, entre otras competencias secundarias o destrezas:
Prospectiva y herramientas estratégico-tácticas
Consultividad comercial y cierres de influencia
Habilidades y estrategias de negociación
Direccionamiento estratégico-táctico
Facultación (empowerment)
Retroalimentación (feedback)
Mediación y resolución de conflictos
Y si las anteriores competencias colaterales y organizacionales han de generar mayor valor en los diversos escenarios personales o estructurales, será siempre y cuando el directivo integral interrelacione cada saber con los alcances prácticos que la competencia define según los contenidos temáticos. De igual manera, las competencias abrazan la resonancia de virtudes y las Dimensiones Humanas en Acción y las adoptan mediante las facultades endógenas, al estilo de dirección que cada uno posee en conformidad con los retos que la realidad cotidiana impone en las contingencias, enriqueciendo la trayectoria formativa, la experiencia laboral y los conocimientos profesionales que le han enseñado y que ha aprendido a pensar con sentido “poco común” en relación con las competencias colaterales.
La propuesta del tripié al interior de las habilidades transversales sugiere integrar las virtudes y las competencias, las cualificaciones, las que se conocen como “destrezas”. Las destrezas se comprenden como las “dexteridades” (dexterities) mentales o físicas y la rapidez para realizar determinadas tareas en los quehaceres; se refieren a la gracia, la recursividad desarrollada, proveniente de la experiencia (conocimiento) o la aptitud adquirida por medio de la práctica (Webster’s, 1983). Las destrezas son talentos humanos específicos a nivel de la ciencia, la técnica y la tecnología conexas a cada actividad profesional, las cuales se requieren para ejecutar con eficacia, eficiencia y efectividad actividades singulares de una ocupación o de los asuntos personales. Estas capacidades incluyen pericias o prácticas específicas en cualquier orden o disciplina y, en buena medida, son capacidades observables y audibles; algunas son complemento de las competencias. Se referencian en el manual-guía y no se desarrollan directamente, sino que se entrelazan referencialmente en la segunda etapa:
Manejo de tecnologías de la información
Manejo y solución de problemas
Atención a las fechas cierre
Manejo de entrevistas
Técnicas de consejería
Pensamiento crítico
Multitasking
Investigación
Estas facultades enriquecen los saberes con salidas prácticas en los manejos de la vida real al interior de las competencias colaterales y organizacionales; se relacionan con la capacidad intelectual y la madurez que manifiesta el individuo al interior de las dimensiones humanas, y son las que permiten manejar los asuntos de la vida cotidiana con plena consciencia. Las facultades endógenas se definen como las aptitudes y capacidades intelectuales y volitivas.
Desde la lente cognoscitiva, responden a una taxonomía (Bloom, 1956), con seis escalones, así:
1.La ciencia, la base de la profesión que el directivo domina y ejerce.
2.Comprensión y retención (memoria) de los conocimientos prácticos.
3.Aplicación y articulación de los saberes que tienen incidencia en el desarrollo de las competencias.
4.Análisis de los contenidos de los mensajes y comprensión de las situaciones-problema.
5.Síntesis, el ordenamiento y la integración de las partes de un conjunto estructurado.
6.Valoración, tarea de construir un sistema de valores con criterios claros, lógicos.
La cumbre de las capacidades intelectuales al interior de las competencias colaterales y organizacionales que forman parte del tejido del sistema de las Dimensiones Humanas en Acción: Ser para Saber Obrar, son las capacidades valorativas (evaluativas) –número seis en la lista anterior– frente a sí y con el mundo circundante. El individuo interior que sabe valorar (evaluar) correctamente habrá superado los primeros cinco escalones.
Las facultades endógenas son esenciales para el desarrollo de las habilidades transversales:
Atención concentrada (mindfulness)
Visión interna de las cosas (insight)
Responsabilidad demostrada (accountability)
Estas facultades del individuo interior complementan los procesos cognitivos y afectivos de las competencias. Son intrínsecos a las dimensiones y permiten comprender y valorar las cosas con mayor objetividad y profundidad y realizar actividades con un alto nivel de excelencia.
Las habilidades transversales, las destrezas y las facultades intrínsecas a las dimensiones humanas son el semillero de conocimientos que, en sus combinaciones de saberes particulares que se aprenden, apuntan a las sabidurías universales y a fortalecer las ejecuciones de un directivo integral. Generan valor y otorgan a la vida un sentido práctico en pro de la transcendencia individual para compartir con mayor sentido social-humano en pro del bien común.
Las trilogías son los hilos conductores esenciales para los aprendizajes de las habilidades transversales. Son referentes temáticos de las competencias y las facultades endógenas porque integran los saberes y orientan con sentido práctico la filosofía de vida de la propuesta del Ser para Saber Obrar. Cada concepto arroja luz en sí mismo y se relaciona con los demás al interior de la trilogía, permitiendo profundizar en diferentes niveles de consciencia y de conocimiento según la incidencia que tienen en los cruces y las aplicaciones de las habilidades que predominan en el fuero interno del Directivo Integral de Vida.
Los conceptos o nociones de cada trilogía conforman la malla curricular cuando se trabajan los “cómo” de cada competencia. Es más, los temas armonizan la ética y la moral, que son la médula de la conciencia espiritual y que a su vez son brújula de las Dimensiones Humanas en Acción. La comprensión de los contenidos de cada noción trilógica de interrelaciones con el sistema le permiten al directivo integral un mayor conocimiento de sí y de sus congéneres.
1. Elección <≈> Responsabilidad <≈> Autoridad
2. Valores <≈> Actitudes <≈> Conductas
3. Acciones <≈> Sentimientos <≈> Interacciones
4. Intuición <≈> Iniciativa <≈> Imaginación
5. Direccionalidad <≈> Viabilidad <≈> Operatividad
La articulación de los conceptos y respectivos pares al interior de cada trilogía (subsistema), y así, cada una con las otras cuatro, se conjeturan como un sistema abierto, integrado. Cada trilogía cumple uno o varios objetivos. Los conocimientos (o nivel de consciencia lúcida) de las competencias (colaterales y organizacionales) se esclarecen por medio de la observación de sí. De igual forma ocurre con las facultades endógenas, puesto que cada noción tiene incidencia directa con las dimensiones humanas.
Decíamos