Hannah Arendt: Nuevas sendas para la política. María Teresa Muñoz

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Название Hannah Arendt: Nuevas sendas para la política
Автор произведения María Teresa Muñoz
Жанр Языкознание
Серия
Издательство Языкознание
Год выпуска 0
isbn 9786078781546



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a mi crecimiento académico y profesional. A todos ellos –imposible nombrarlos sin caer en falta–, mi agradecimiento. Merecen especial mención por su amistad generosa Dora Elvira García y, por ser ejemplo para mí, Nora Rabotnikof.

      Un espacio fructífero se gestó en el Seminario dedicado a Hannah Arendt que impartí en el posgrado de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, el semestre de enero a mayo del 2012. El entusiasmo de mis alumnos y alumnas y su comprometida participación en las “Primeras jornadas arendtianas” fueron el origen de una serie de cursos y seminarios sobre temas vinculados al pensamiento arendtiano que he venido impartiendo desde entonces y que constituyen un estímulo invaluable para mí y por el que me siento genuinamente agradecida.

      Gracias también a la Universidad Intercontinental, por haber apoyado los distintos proyectos de investigación que hoy culminan con este ensayo. En especial, agradezco el año sabático concedido, el cual me permitió dar forma y unidad a las investigaciones y publicaciones hechas previamente. Durante dicho año sabático, disfruté de una estancia de investigación en la New School for Social Research. Agradezco a Richard Bernstein su siempre gentil generosidad y el tiempo dedicado a comentar y discutir mis textos. El contacto con él, así como con los colegas de Departamento de Filosofía, fue altamente provechoso en el aspecto académico y muy gratificante en cuanto a la relación personal.

      A Fina Birulés y su grupo de alumnos y alumnas arendtianos, les agradezco sus atenciones durante mi estancia en Barcelona para impartir una conferencia en el ciclo que mantienen ya por varios años: Las primaveras arendtianas. De igual manera agradezco a Concha Roldán y Roberto Rodríguez Aramayo haberme dado un espacio para compartir mi trabajo con los investigadores e investigadoras del Instituto de Filosofía del CSIC; y a la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, mi institución de adscripción, la oportunidad de publicar este esfuerzo de pensar, y de compartirlo en las aulas.

      A Efraín y Lucas, gracias por acompañarme siempre.

      Notas de la introducción

      1] M. Sandel, Liberalism and the Limits of Justice, Cambridge, Cambridge University Press, 1982.

      2] J. Rawls, Teoría de la Justicia, México, FCE, 1978; y Political Liberalism, Nueva York, Columbia University Press, 1993.

      3] Tomo prestada la expresión de Albrecht Wellmer. “Hannah Arendt y la revolución”, en VVAA, Hannah Arendt. El legado de una mirada, Madrid, Sequitur, 2001.

      4] Son varios los autores y autoras que han puesto de manifiesto estas contradicciones, por ejemplo, Christian Laval y Pierre Dardot en su libro La nueva razón del mundo, Barcelona, Gedisa, 2014, ofrecen un lúcido análisis deconstructivo y crítico del neoliberalismo, donde muestran cómo la racionalidad neoliberal ha impuesto un imaginario que obstaculiza el ejercicio efectivo de la participación política. Tiempo antes, Chantal Mouffe había ofrecido una primera formulación de la paradoja de la democracia radical en El retorno de lo político. Comunidad, ciudadanía, pluralismo, democracia radical, Barcelona, Paidós, 1999, que desarrollaría en extenso en La paradoja democrática, Barcelona, Gedisa, 2003.

      5] Vinculo esta noción de republicanismo cívico con el humanismo cívico desarrollado por Maquiavelo, entre otros, pensador político bien querido por Arendt. Se trata de “una concepción antropológica que define al hombre como un ser esencialmente político, cuya naturaleza sólo se realiza en el estatuto de ciudadano y en la participación activa en la vida pública en el seno de una república virtuosa. Por poner de relieve la capacidad del hombre de crear, por su propia energía, un orden político que sea el instrumento de su realización, esta concepción es un humanismo; por señalar que esta realización sólo es posible en el seno de una existencia colectiva, y por la creación de un espacio de libertad donde los hombres accedan al dominio de su destino y de sus pasiones, esta concepción es esencialmente cívica: el hombre sólo es lo que debe ser cuando es ciudadano de una república que lo libere de la tiranía de la fortuna y le permita disponer soberanamente de su existencia”. J-F. Spitz, “Humanismo cívico, en P. Raynaud y S. R. (eds.), Diccionario Akal de Filosofía política, Madrid, Akal, 2001, p. 366; citado por S. Ortiz Leroux, En defensa de la República, México, Ed. Coyoacán, 2014, p. 35, n. 10.

      6] Es importante notar que el apelativo “comunitarista” se aplica a un grupo muy heterogéneo de filósofos a los que une, además de una crítica contundente a los ideales del liberalismo, su defensa de la participación en la vida política. Para una crítica a la agrupación acrítica de estos pensadores bajo un solo rótulo, vid. Ch. Taylor, “Cross-Purposes: The Liberal-Communitarian Debate”, en Philosophical Arguments, Cambridge, Harvard University Press, 1997, pp. 181 y ss.

      7] Nótese que A. MacIntyre escribe Tras la virtud (vid. After Virtue, Londres, Duckworth, 1981) como un intento de refundar una moral de raíz aristotélica, basada en virtudes y no en principios universales. Arendt también se aleja de esta búsqueda de principios universales y se sirve de los juicios reflexionantes para ofrecer un nuevo modelo al pensamiento político. Sin embargo, no lo hace desde la recuperación de la phronēsis de Aristóteles sino desde la Crítica del juicio de Kant. No es este el lugar de defender esta lectura kantiana de Arendt, solo apelaré a sus últimos escritos sobre el juicio como un indicador que la justifica.

      8] Los orígenes del totalitarismo, fue una obra fuertemente discutida, un ejemplo claro es la reseña que Eric Voegelin hizo del texto y la posterior respuesta de Arendt, ambas en 1953: “Una réplica a Eric Voegelin”, en Ensayos de comprensión 1930-1954, J. Kohn (ed.), A. Serrano de Haro (trad), Madrid, Caparrós, 2005, pp. 483-491.

      9] Su artículo “Reflections on Little Rock”, publicado en 1959, de carácter muy circunstancial, y en el que expresaba sus dudas acerca de una decisión del Tribunal Supremo de los Estados Unidos que obligaba a la integración de los niños negros en las escuelas públicas, despertó, sin duda, una amplia polémica. H. Arendt, (1959) “Reflections on Little Rock”, Dissent 6/1, pp. 45-56. En español: H. Arendt, “Little Rock. Consideraciones heréticas sobre la cuestión de los negros y la ‘equality’”, en Tiempos presentes, Barcelona, Gedisa, 2002, pp. 91-112.

      10] Vid. H. Pitkin, “Justice: on Relating Private and Public”, Political Theory, vol. 9, 3, agosto, 1981. También, M. Canovan, “Hannah Arendt como pensadora conservadora”, en F. Birulés (comp.), Hannah Arendt. El orgullo de pensar, Gedisa, Barcelona, 2000.

      11] Vid. A. Duarte, “Hannah Arendt y la política radical: más allá de las democracias realmente existentes”, EN-CLAVES del pensamiento, vol. I, núm. 1, junio, 2007, pp. 143-154. Y J. Knauer, “Rethinking Arendt’s Vita Activa: Toward a Theory of Democratic Praxis”, Praxis international, vol. 5, 2, julio, 1985.

      12] E. Young-Bruehl, Hannah Arendt. For Love of the World, New Haven-Londres, Yale University Press, 1982, p. 406.

      13] Citado en ibidem, I, nota 2, p. 414.

      14] Esta forma de filosofar ha sido considerada una especie de fenomenología. Carmen Corral señala que “el propósito arendtiano no es [pues] investigar la naturaleza humana, sino las experiencias humanas, las actividades humanas desde la perspectiva de la experiencia. Hasta tal punto la remisión a la experiencia