Hannah Arendt: Nuevas sendas para la política. María Teresa Muñoz

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Название Hannah Arendt: Nuevas sendas para la política
Автор произведения María Teresa Muñoz
Жанр Языкознание
Серия
Издательство Языкознание
Год выпуска 0
isbn 9786078781546



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podemos destacar los excelentes estudios de Margaret Canovan, autora de Hannah Arendt: a Reinterpretation of her Political Thought,19 Seyla Benhabib20 y, sin duda, de Richard Bernstein (“Hannah Arendt: The Ambiguities of Theory and Practice” en T. Ball),21 el más conocido, Hannah Arendt and the Jewish Question;22 también Philosophical Profiles. Essays in a Pragmatic Mode.23 Para este proyecto, resulta imprescindible mencionar a Ronald Beiner24 y también las lecturas críticas de Bhikhu Parekh,25 Hanna Pitkin26 y de George Kateb.27 Es inevitable referirse, además, a una temprana compilación hecha por Melvyn Hill28 y la más recientemente de Danna Villa.29 De Italia y Francia, y sólo por mencionar algún intérprete de cada país, escogeremos a Simona Forti,30 Paolo Flores D’Arcais,31 a Etienne Tassin32 y a Miguel Abensour.33 En fin, la lista es larga. Nos limitamos a citar algunos de los más referidos.

      En este ensayo analizo la obra de Hannah Arendt en dos grandes aspectos: ciudadanía y espacio público con la mirada puesta en la teoría del juicio que puede extraerse de las últimas e inconclusas reflexiones arendtinas acerca de la capacidad de juzgar.

      Para defender la continuidad –más aún, la complementariedad– de su condición de filósofa y teórica política es importante ahondar en la cuestión del método, esto es, la aparente asistematicidad de Arendt en su modo de plantear los problemas políticos. Como es sabido, Hannah Arendt rechazó de manera frontal las explicaciones causalistas que tergiversan y no entienden la naturaleza de la acción política. Por ello, su propuesta supone situarse contra aquellas concepciones defensoras de la idea de que las normas de comportamiento, las reglas de conducta y la acción pública son principios dados, a los que accedemos a través del conocimiento, del ejercicio de la razón especulativa, mismos que no podemos rechazar una vez conocidos, por presentarse a la razón como claros y distintos. Al tiempo, Arendt refuta que la legitimidad del poder de los gobernantes radica en la posesión de un cierto tipo de conocimiento, aquel que permite guiar las acciones con criterios de universalidad y necesidad. Por el contrario, muestra la importancia de la contingencia como factor de la vida humana. Y no sólo esto, asume y defiende que la contingencia no es un rasgo deficiente de la acción sino la forma de ser de la política. Por ello, su pensamiento nace de los acontecimientos, de la experiencia viva. En este sentido, Hannah habla de dirigirse a las categorías heredadas no como si fueran testamentos, sino fragmentos que deben ser repensados. El lenguaje con el que narramos lo acontecido no puede ser pensado más que de manera fragmentaria. Es esta idea la que –como antes dije– la lleva a huir de las reflexiones sobre la esencia de lo político y a rechazar su condición de filósofa. Arendt propone la interpretación del pasado desde la singularidad de la experiencia, asumiendo la contingencia. En la presentación de su obra Entre el pasado y el futuro, explica su posición del siguiente modo: