Название | Chiribiquete |
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Автор произведения | Carlos Castaño-Uribe |
Жанр | Социология |
Серия | |
Издательство | Социология |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789585240032 |
Los murales muestran regularmente una composición iconográfica reiterativa, con las representaciones más grandes arriba y las más pequeñas abajo, estas últimas sobre una pátina de color violáceo acuoso o intensamente oscura, dependiendo del efecto buscado. Sobre esta franja inferior hay infinidad de pequeñas figuras (micro, en algunos casos) que se pueden hasta sobreponer, para intensificar la coloración oscura. Fotografía: Jorge Mario Álvarez Arango.
CONTENIDO PICTÓRICO. Las pinturas rupestres de Chiribiquete son un agregado extenso de expresiones pictóricas. Dado su contenido y su contexto cultural y simbólico, pueden considerarse un tipo muy importante de expresión ritual y ceremonial, que incluso sirvió de lenguaje codificado para comunicarse con seres espirituales. Sus artífices procuraron conectarse con otras esferas para refrendar sus conocimientos metafísicos, empoderarse con ellos y perdurar así a lo largo del tiempo y del espacio sagrado. En breve, estos dibujos sintetizaban el mundo físico y espiritual de sus hacedores. Como ya lo he mencionado, todos los abrigos rocosos de Chiribiquete con murales y paneles, como también aquellos que se asocian con esta tradición cultural pictórica, tienen elementos gráficos que parecen ser unidades estructurales de pensamiento o, por lo menos, ideogramas. Son un tipo de lenguaje ritual, de evidente contenido simbólico y sagrado, que podría referirse a la cosmogonía de sus creadores. Las representaciones pictóricas contienen rasgos propios de una forma de expresión cultural de grupos de cazadores y recolectores –por ejemplo, acciones guerreras o elementos del entorno natural amazónico–, pero inmersas en un contexto espacial y temporal más amplio. De hecho, las evidencias arqueológicas demuestran la existencia de relaciones estrechas con otros ecosistemas y culturas, como iremos describiendo a lo largo de esta obra. Las representaciones de lo que llamamos Tradición Cultural Chiribiquete (TCC) –concepto que definiremos más adelante– se caracterizan por ser imágenes figurativas de gran naturalidad en las que animales, hombres, demonios, plantas, objetos y elementos sobrenaturales se dibujaron de una forma que buscaba interpretar la realidad fielmente, reconocible para el observador, además de poseer gran fuerza expresiva (por ejemplo, rasgos, detalles, expresiones corporales, estados de ánimo, etc., difíciles de plasmar en dibujo).
Las escenas van acompañadas de menor número de representaciones más abstractas, digamos esquematizadas, que limitan las figuras a trazos sencillos, tal vez por tratarse de representaciones geométricas o emblemáticas. En este último caso, hay figuras e íconos que representan personas-animales y objetos no identificables y que, en muchos casos, son solo una parte o fracción de figuras cuya naturaleza es mimética y, por ende, difíciles de interpretar. Ejemplo de esto son algunas figuras geométricas de la TCC, en las que una forma compleja se reduce a una figura geométrica simple. Esto era una manera de abstraer una imagen heráldica codificada, generando una sinopsis que nace de imágenes figurativas ya existentes y a partir de las cuales se hace una abstracción. El propósito era crear una especie de “logo” –síntesis gráfica– que sirviese de ícono: un emblema que acompaña una escena (espirales, triángulos opuestos por el vértice, círculos concéntricos, líneas en zigzag, etc.). Las representaciones figurativas de Chiribiquete permiten reconocer muchas veces la metamorfosis de algunos íconos, lo que quizás es uno de los aspectos más interesantes de esta serranía sagrada. Muchos de estos íconos se encuentran en una etapa de representación realista, pero, al mismo tiempo aparecen en diferentes estadios de abstracción hasta convertirse en esquemas geométricos. Algunos son verdaderos arquetipos abstractos que, observados en contextos por fuera de Chiribiquete, permiten decodificar su simbolismo y, eventualmente, su significado. Como veremos más adelante, las representaciones pictóricas de la TCC ayudan a entender mejor las manifestaciones pictográficas de otros sitios del país y del Neotrópico, a pesar de la distancia que los separa, del estilo de sus dibujos y de su momento en el tiempo. Aquí hemos podido documentar íconos que parecen formar relatos lingüísticos que pertenecen a épocas y tiempos diferentes. Las imágenes figurativas de la TCC son las que encierran la clave para comprender cómo iban cambiando los íconos para convertirse en formas geométricas abstractas.
Las representaciones pictóricas contienen rasgos propios de una forma de expresión cultural de grupos de cazadores y recolectores, en un contexto mayoritariamente –mas no exclusivo– de carácter natural amazónico. Fotografía: Jorge Mario Álvarez Arango.
En Chiribiquete se documentan, en particular, figuras antropomorfas, zoomorfas, antropozoomorfas, biomorfas (formas orgánicas no definidas), fitomorfas, y de seres bestiales o fantásticos (monstruosos). Se observan, además, instrumentos y artefactos, así como numerosas representaciones con diseños geométricos. Fotografía: Jorge Mario Álvarez Arango.
En términos de tipología de diseño, en Chiribiquete proponemos las siguientes categorías: a) figuras antropomorfas, b) figuras zoomorfas, c) figuras antropozoomorfas, biomorfas (formas orgánicas no definidas) y de seres bestiales o fantásticos (monstruosos), d) instrumentos y artefactos, e) figuras fitomorfas y f) diseños geométricos. Ciertamente, muchas de estas, además de ser arquetipos, son también figuras emblemáticas, es decir, son representativas e icónicas distintivas de la TCC. Lo importante aquí es entender que todo este conjunto de representaciones permite una amplia gama de escenas rituales y ceremoniales que pueden ir de simples a complejas en función de los atributos y elementos, así como las superposiciones y las características de los murales.
Antropomorfas. Figuras humanas completas o parciales, claramente identificables. En esta categoría se incluyen hombres sin cabeza, sin una pierna o sin brazos, como también manos estampadas (huellas) en casi todas las pictografías de los murales y paneles. Es frecuente encontrar abstracciones de la figura humana, mediante el uso de líneas gruesas o delgadas que forman hileras de rayitas. Son una especie de síntesis de la figura humana, por ejemplo, cuando se quiere mostrar una muchedumbre o grupos grandes de personas bailando, así como otro tipo de esquematizaciones donde un trazo sencillo representa el tronco y dos líneas en los extremos hacia arriba y hacia abajo son los brazos y las piernas. Esto se observa, sobre todo, acompañando conjuntos de imágenes humanas figurativas que se hicieron en primer plano, con la abstracción un poco más distante. Estas notorias diferencias de la representación humana en tres escalas distintas son un recurso permanente que acompaña escenas de distinta tipología especialmente, escenas de bailes, cacería o batallas.
Las representaciones humanas son muy numerosas y generalmente están asociadas a escenas rituales de empoderamiento para la caza, la guerra y actividades ceremoniales, y muy ocasionalmente a escenas sexuales. Las representaciones –geométricas, estilizadas o muy abstractas– se detallan de manera filiforme (una raya) y casi no se reconoce su carácter, de no ser por los contextos. Fotografía: Carlos Castaño-Uribe.
Las escenas de danza con armas o con ramas en las manos son muy frecuentes. En Chiribiquete la cabeza en forma de “C” es prácticamente una constante, cuando se representa como elemento principal de la escena. Fotografía: Carlos Castaño-Uribe.
Zoomorfas. Como las antropomorfas, las figuras zoomorfas son variadas y van de muy figurativas y naturalistas hasta muy esquemáticas y geométricas. En la TCC se encuentra una amplia variedad de animales del Neotrópico, donde destacan los cuadrúpedos, las aves y algunos reptiles e insectos. En términos generales, usando como muestra los 10 murales de mayor tamaño, que en total suman unas 40.000 representaciones iconográficas, se aprecia que las figuras zoomorfas más grandes y emblemáticas existentes en todos los estratos del mural son los felinos, jaguares (20,3%), seguidos de venados (17%), dantas (10%), peces (8%),