Название | Chiribiquete |
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Автор произведения | Carlos Castaño-Uribe |
Жанр | Социология |
Серия | |
Издательство | Социология |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789585240032 |
Detalles de elementos iconográficos de tipo geométrico que acompañan las representaciones humanas, de animales y de plantas. Se destacan los encapsulados con rombos y líneas onduladas, curvilíneas y rectiformes, Obsérvese el doble motivo de medialuna con patina difusa, al lado de hombres y animales. Fotografías: Carlos Castaño-Uribey Jorge Mario Álvarez Arango.
En síntesis, las figuras más representadas hasta la fecha son: animales (39%), humanos (33,7%), plantas (9,6%), antropozoomorfas y biomorfas (9,3%), geométricas (incluyendo el Sol y la Luna, 17,6%)12, artefactos y objetos (0,4%)13. Las figuras híbridas refuerzan la importancia del entorno y su relación con el hombre, la cacería y el trasfondo espiritual de muchas de ellas. Casi todas las figuras aparecen de lado y en movimiento. En algunas, los animales se dibujaron de cabeza o en posición oblicua, como saltando, cosa característica en casi todos los casos donde se pintaron felinos. Los animales también suelen ser las representaciones de mayor tamaño en estos conjuntos pictóricos y en las que, como se ha dicho, priman los felinos, especialmente el jaguar (Panthera onca). Los dibujos de venados, dantas y chigüiros también son grandes, sobre todo cuando encabezan la parte superior de los murales. Estos dibujos grandes pertenecen siempre a contextos especiales, donde una multitud de hombres pequeños (podríamos decir miniatura, de uno o dos centímetros) y medianos (menos de 15 cm), aparecen alrededor, armados o en baile propiciatorio con los brazos levantados. En las escenas representadas se documenta una fauna amazónica aparentemente del cuaternario, como también de especies que parecen ser de otros contextos biogeográficos. Para interpretar su presencia aquí, es imprescindible una visión muy amplia. Por ejemplo, hemos documentado dibujos de especies que podrían ser afines a especies de la megafauna del Pleistoceno por su forma, como caballos salvajes, megaterios y gonfoterios –antiquísimos ancestros norteamericanos de los elefantes, grandes animales que ya no existen–, y otros que hacen pensar en el jaguar gigante (Smilodon sp) o en el gliptodonte, una especie de armadillo muy grande (Glyptodon sp). Abundan las representaciones en las que pequeños hombres atacan a unos animales mucho más grandes que ellos, arrojándoles lanzas y dardos desde varios flancos y que, a juzgar por la escala, obligan a pensar si acaso estamos presenciando una escena de cacería de megafauna pleistocena y no una exageración artística.
CANTIDAD Y DENSIDAD DE LOS DIBUJOS. La cantidad de dibujos en Chiribiquete es tal que podemos hablar de densidades por metro cuadrado. La concentración de figuras depende muchas veces del tipo de abrigos, murales o paneles movibles. En los estratos inferiores de los murales, podemos hablar de 100 figuras diferentes por metro cuadrado, las cuales, pese a su diminuto tamaño (algunos de apenas 2 cm), muestran rasgos muy detallados y realistas. En los estratos intermedios se pueden ver figuras comparativamente más grandes que las anteriores, con densidades entre 40 y 80 por metro cuadrado. En los estratos más altos, las densidades oscilan entre 18 y 24 figuras por metro cuadrado. Esta parece ser una tendencia que se repite también en otros sitios relacionados con la TCC, incluso por fuera de Chiribiquete, como es el caso en la serranía de La Lindosa o la de Tunahí, en el Guaviare, y otros sitios asociados a la TCC.
Las densidades y saturaciones de los diferentes abrigos van necesariamente en función de la intención que los artífices quieren mostrar y expresar. Es evidente que el amplio esfuerzo de construcción de abrigos, diseño y realización tuvo un sentido con intencionalidad y propósito deliberado, independientemente de que con el paso de los siglos se hayan hecho trabajos y ajustes adicionales. En los estratos inferiores de los murales, se puede hablar de 100 figuras diferentes por metro cuadrado; en los superiores, la densidad puede disminuir progresivamente a menos de 0,3 por metro cuadrado. Fotografía: Carlos Castaño-Uribe.
ESTRUCTURA, ALEGORÍAS, SINERGIA DE SÍMBOLOS, METONIMIA Y ARQUETIPOS. La pintura de Chiribiquete tiene la bondad de encerrar significados enormes en la composición de las imágenes y escenas que son de carácter alegórico a la mitología de sus artífices. Las imágenes y los símbolos empleados llevan un contenido ritual y, seguramente, hacen alusión a episodios épicos del pasado histórico, religioso o mítico. Se observa también que muchas de estas escenas representan momentos de origen del mundo. Respalda esta idea el hecho de que la serranía es considerada el centro de origen por la mayoría de los pueblos indígenas actuales que viven en la periferia. El carácter espiritual de las pinturas es también mencionado por muchos pueblos tradicionales y un buen número de chamanes consultados ven estas pinturas como algo superior, de carácter sagrado, que solo pueden comprender los seres espirituales: no fueron hechas para los humanos14. No obstante, hay también infinidad de escenas cotidianas que dan cuenta, entre líneas, de la vida y costumbres del día a día de aquellos que estuvieron detrás de la realización pictórica.
A nuestro parecer, estas escenas plasmadas en las rocas son discursivas porque son narraciones visuales complejas en las que los sujetos representan papeles e ideas, valiéndose de formas humanas, semihumanas y animales. Estas narraciones se van combinando constantemente con objetos, emblemas y símbolos tanto cotidianos como de carácter y sentido espiritual. Los discursos y narraciones aparecen físicamente en varios planos que pueden ser continuos –es decir, que pertenecen a un mismo momento pictórico– o discontinuo en el tiempo, lo que se evidencia cuando los dibujos están superpuestos. A veces parece que los artífices quisieron relacionar discursos narrativos realizados en diferentes momentos, posiblemente introduciendo así nuevos significados simbólicos. Aquí también caben varias ideas importantes: la idea de la metáfora como recurso pictórico; la idea de la metonimia, es decir, designar un elemento o entidad con un nombre o una idea de otro, con él que hay una lógica cercanía; y el recurso de mímesis o la imitación, por medio de símbolos, de un elemento o entidad particular para aludir al total del original. Esto último suele ocurrir mucho con la figura del jaguar en todo el Neotrópico y, por supuesto, en Chiribiquete. Es evidente que, por tratarse de recuentos o narraciones míticas, las representaciones en Chiribiquete implican una correlación discursiva entre imagen y cultura, correlación que más adelante nos llevará al campo de la semiótica (explicación de la metáfora a partir de elementos mínimos de significación, «semas», como ocurre con los análisis de los mitos indígenas).
Como veremos en los siguientes capítulos, existen evidencias que nos permiten pensar en muchos de los íconos de Chiribiquete como verdaderos arquetipos. De acuerdo con Carl Jung, los arquetipos son parte del inconsciente colectivo que el ser humano fue incorporando a través de su historia, algunos de los cuales se expresan iconográfica y, por ende, simbólicamente. Esta herencia de símbolos forma parte del pasado ancestral para muchos pueblos, en algunos casos con significantes sin el contenido original, porque han sido reinterpretados a lo largo del tiempo y vienen con una carga de la interpretación cultural propia. Así pues, existen elementos de significación colectiva que subyacen en la forma como exponemos y expresamos comúnmente la simbología en muchas culturas. El círculo, por ejemplo, expresa la totalidad, la perfección y el misterio de la vida, no tiene comienzo ni fin, expresa la unidad de la materia y la armonía universal. La espiral indica, regularmente, el correr del tiempo o la duración de la vida, remite a que la existencia de la vida, al comienzo, simboliza el punto de origen y su propagación. Así, muchos otros. El análisis semiótico permite profundizar este examen en el caso de las representaciones rupestres (Jung, 2002).
Finalmente, nos permitimos sugerir aquí el término “arquetipo” para designar aquellas imágenes que tienen un significado menos abstracto y más figurativo en el contexto arqueológico de Chiribiquete, y que permiten, dentro de la TCC, relacionar muchas esquematizaciones o abstracciones derivadas de iconografías explícitas de las que podemos “traducir” su significado, teniendo en cuenta los diferentes símbolos de donde se derivan. En el Capítulo V, sobre significados, profundizaremos en este concepto.
Mapa 3. Localización de los yacimientos arqueológicos con pinturas rupestres y excavaciones.
Mapa 4. Corte isométrico de la localización de los sitios arqueológicos (norte a la margen