Miradas de la vejez: calidad de vida, identidad, violencia y trabajo. María Montero-López Lena

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Название Miradas de la vejez: calidad de vida, identidad, violencia y trabajo
Автор произведения María Montero-López Lena
Жанр Социология
Серия
Издательство Социология
Год выпуска 0
isbn 9786073038898



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para la distinción de las categorías centrales (sentidos y significados) y las categorías de soporte (bienestar, redes, relaciones y vínculos, entorno físico y social, participación, vivencias y experiencias) como precedente para la definición de códigos conceptuales requeridos en la clasificación y ordenamiento de la información. La cual se registra en las diversas técnicas, se somete a un procesamiento, comenzando con la asignación de códigos numéricos que identificarán cada técnica. En segundo lugar, se construyen códigos conceptuales desde las categorías (centrales y de soporte) para fraccionar y seleccionar los relatos correspondientes para la utilización del ATLAS TI; con este resultado se realizó un primer barrido y decantación de los códigos, que permiten afinar el peso conceptual y metodológico de la sistematización y su emergenciacomo dato de la investigación. Proceso que no es neutral, es intencional en la apuesta epistemológica y la trayectoria de las subjetividades del equipo investigador, así, la organización de la información está cargada de matices interpretativos (González y Cano, 2010).

      Relativización: depuración y condensación de los datos al someterlos a un entrelazamiento analítico de triangulación. Se parte de un agrupamiento por código conceptual de sistematización y sujeto informante (triangulación por agregados), luego se identifican similitudes y diferencias desde la mirada intra e inter género por ciudad (triangulación interactiva). La abstracción de los datos permite señalar tendencias para la interpretación, las cuales se describen con relación a las categorías centrales. Y en el proceso de lectura y relectura que identifica la estructura y esencia de la experiencia vivida individual, grupal y colectivamente, emergieron las tesis de hallazgos (triangulación colectiva).

      Hallazgos

      Una mirada subjetiva del bienestar en la vejez

      Bien-estar, una noción que abre la mirada subjetiva de los participantes y marca una distancia con la palabra Bienestar, la cual alude a la definición de indicadores del desarrollo económico y social presente en los grandes meta-relatos de los Estados y Agencias de Cooperación Internacional; por su parte el bien-estar se muestra al mundo de los otros como producto del mundo interior particularizado en el pensamiento y expresado a través de las palabras y contiene un referente valorativo. El bienestar o estar bien fluye en el tiempo, lo que se vivió, lo que se vive y lo que se espera vivir.

      Las voces de los participantes muestran un concepto de calidad de vida significativamente más complejo, incorporando relaciones tales como la tenencia de vivienda, tener o no pensión e ingresos, el empleo incierto o la desocupación estructural y diversas expresiones emocionales; coinciden en el reconocimiento de la satisfacción y gratificación que tienen en su vida presente en términos de casa propia y disponibilidad de una pensión, sin diferencia evidente por género y estrato, hombres y mujeres disponen de una valoración positiva no sólo a lo que tienen actualmente, sino del esfuerzo realizado durante su trayectoria de vida. El trabajo y el ahorro se conectan colateralmente con los dispositivos que sostiene la economía de la gratitud (Hochschild, 2008) y la valoración del dispositivo trascendente en Dios como generador del bienestar.

      La vejez: narración individual y subjetiva

      Aspectos como la edad, la salud, la movilidad, la finitud y la autonomía se anudan en una revelación corporal donde se cruzan “estar viejo” y “sentirse viejo”. Cómo se ven y se sienten, cómo ven a sus pares y cómo consideran que los ven. Son voces a través de las cuales se hacen evidentes realidades subjetivas y colectivas en torno a la dependencia o independencia, la autonomía, la enfermedad, la responsabilidad o la obligación; las cuales se encuentran anudadas a la expresión del cuidado, ya sea que se brinda o que se espera o no recibir, como una figura asociada a la vejez. Pero que también se constituyen en centros de debates actuales, con implicaciones profundas tanto para las políticas sociales y públicas como para la vida cotidiana de las personas (Tobío, et al., 2010).

      La categoría de vejez nombra una realidad social que marca una frontera entre la percepción individual y subjetiva de la propia experiencia, como conciencia del ser y estar en el mundo y los imaginarios sociales que se trazan en la mirada hacia la otredad. Así, los relatos demarcan un límite entre la propia condición y situación y la de otros. Con relación a la primera, resaltan la valoración, el reconocimiento, la satisfacción de estar y sentirse bien, además de expresar la felicidad de la libertad. Respecto a la vejez de otros hay un señalamiento negativo por la enfermedad, la discriminación, el abandono y la exclusión a la que están sometidas las personas mayores, no ellos sino los demás.

      En esta mirada subjetiva sobre la vejez propia y de los otros pares generacionales, se atraviesa en los relatos la referencia de la finitud, vinculada a dos elementos: el aumento de la edad y la proximidad de la muerte. La edad es atravesada por la enfermedad, y la proximidad de la muerte se enreda en la contención del tiempo esperado, el cual se acorta. Ante esta certeza y a su vez incertidumbre del futuro, se detonan con mayor fuerza el dispositivo de la fe y el desplazamiento de la resignación y la petición de no sufrir a la voluntad de un ser superior.

      La calidad de vida en la vejez: connotaciones subjetivas

      Las connotaciones sobre la CV en la vejez desde las apreciaciones subjetivas de las personas consultadas son puestas en las garantías para vivir la vida cotidiana desde tres dimensiones: individual, familiar e institucional; entrelazadas en los distintos relatos, en una economía de la gratitud a Dios, por otorgarles la satisfacción y la realización que sienten en sus vidas. En lo individual, a partir del tener y del sentir, marcan en primer lugar la salud y de manera colateral los recursos económicos para la satisfacción de las necesidades básicas como la alimentación y la casa; además, la valoración que reciben de las personas cercanas.

      En lo familiar, se proyecta la CV en la vejez en tener reconocimiento, acompañamiento y la satisfacción del deber cumplido. La mirada hacia la trayectoria de vida y las evidencias que se identifican en el tiempo presente le dan contenido al cumplimiento de las reglas del sentimiento y los códigos emocionales que focalizan el lugar transitado en la familia. Finalmente, las personas mayores consultadas, ponen otro acento en la connotación de la CV en cuanto a la disponibilidad y acceso a recursos institucionales, de manera puntual a la atención en salud y a la atención a las personas mayores. Además, incluyen en sus relatos una expresión emocional sobre la CV referida a la capacidad de aceptar la vejez, la demanda de ser reconocidos y no excluidos, la manifestación de los miedos y temores y la consideración de una muerte digna.

      Escenarios de interacción cotidiana

      Desde los relatos aportados por los informantes se pueden marcar tres ejes de referencia sobre los entornos: el que alude a la casa y al hogar como un escenario cotidiano doméstico y privado; otro entorno de carácter institucional vinculado con prácticas participativas y, el último, a un marco más amplio de movilidad por la ciudad. Tres escenarios de interacción que se entrelazan en el funcionamiento de la vida cotidiana para las personas mayores participantes. Con relación al entorno físico, las personas identifican la casa y en ella la habitación propia, en esto coinciden hombres y mujeres de distintos estratos. En cuanto a los entornos sociales, conectados con escenarios públicos institucionalizados a través de programas, grupos de oración y gimnasio, se hace evidente el lugar que tienen éstos en la vida cotidiana de las personas mayores, al constituirse en un referente de satisfacción, de sentido de pertenencia y de validación de una utilidad social que gratifica su vida. Finalmente, la conexión con la ciudad les brinda arraigo, confianza y familiaridad.

      Vida familiar: configuración del tejido parental, anclaje de convivencia y cuidado.

      Con base en los relatos de participantes se describen dos dinámicas de convivencia familiar como panorama de su vida cotidiana: una desde la delegación de tareas y la otra a partir de acuerdos establecidos. Dos asuntos que expresan el paisaje que traen las transformaciones demográficas y los cambios en su vida familiar, con el envejecimiento poblacional y la amplia presencia de grupos poblacionales de adultos mayores.

      La vida familiar para las personas adultas mayores ocupa un lugar central en sus relatos cotidianos; es el tema de conversación diaria, en torno a lo que hacen o han dejado de hacer. Expresiones que contienen movilizaciones emocionales de un recuerdo de su pasado y una adaptación a las realidades presentes.