La Revolución creadora: Antonio Caso y José Vasconcelos en la Revolución mexicana. Guillermo Hurtado Pérez

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Название La Revolución creadora: Antonio Caso y José Vasconcelos en la Revolución mexicana
Автор произведения Guillermo Hurtado Pérez
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9786073038027



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en el de las sensibilidades el positivismo encontró resistencias. Es probable que el positivismo no haya sido adoptado del todo por la mayoría de los hombres cultos, ni siquiera por aquellos que estaban a cargo de las instituciones educativas oficiales.32 Un ejemplo de ello fue Ezequiel A. Chávez, quien después de haber sido uno de los principales divulgadores del positivismo, acabó sus días defendiendo la existencia de Dios y el alma.

      El más destacado de los positivistas revolucionarios fue Andrés Molina Enríquez, autor de Los grandes problemas nacionales, publicado en 1909. En esa obra, Molina examina los problemas económicos, sociales y políticos de México desde una posición positivista, tanto por su método, basado en datos geográficos, biológicos, demográficos, como por su defensa de la idea de la sociedad como un organismo en proceso de evolución. Molina adopta una perspectiva etnológica, según la cual, la historia de México debía entenderse por su dinámica racial. Para este fin, clasifica a la población del país en indios, mestizos, criollos y extranjeros y, a su vez, a todos estos en subgrupos. Molina examina el problema agrario y lo califica, con tino, como el más urgente de su tiempo. A diferencia de los científicos, que creían que la sociedad mexicana marchaba en la ruta correcta, Molina consideraba que debían hacerse cambios estructurales para impulsar el desarrollo nacional y preservar la paz. Molina pensaba, en particular, que había que repartir los latifundios de los criollos para que los mestizos pudieran convertirse en pequeños propietarios y, de esa manera, aumentara la producción agrícola y se fortaleciera la nación. Las ideas de Molina sobre el problema agrario fueron incorporadas, a través de Luis Cabrera, en la Ley Agraria de 1915. Y luego, sus ideas fueron tomadas en cuenta para la redacción del artículo 27º constitucional. Pero sería un craso error confundir el rechazo del latifundismo, uno de los principios básicos de la Revolución, con el positivismo. Una cosa no implica la otra, a pesar de que Molina hubiese llegado al primero por medio de razonamientos inspirados en el segundo.