La Revolución creadora: Antonio Caso y José Vasconcelos en la Revolución mexicana. Guillermo Hurtado Pérez

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Название La Revolución creadora: Antonio Caso y José Vasconcelos en la Revolución mexicana
Автор произведения Guillermo Hurtado Pérez
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9786073038027



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transita con facilidad al evolucionismo político, que es la tesis de que los cambios de la sociedad deben ser paulatinos y de acuerdo con su evolución natural. Por ejemplo, en su Sociología, Spencer afirma que una sociedad tiene que imponerse militarmente a sus enemigos para dirigir sus esfuerzos a su desarrollo industrial. Sólo cuando se alcanza este estadio pacífico de la humanidad, se dan las condiciones para que la coacción del Estado sobre el individuo disminuya y entonces haya espacio para la iniciativa y el desarrollo de las personas. Para que pueda florecer el liberalismo que defiende Spencer es preciso que se den esas condiciones materiales. Desde esta perspectiva, el proyecto liberal mexicano no podría implantarse antes de que el país hubiera alcanzado las condiciones de pacificación interna y de seguridad externa que le permitieran desarrollar su economía.22 Ésta había sido, según los científicos, la insigne labor del gobierno de Porfirio Díaz. Los científicos consideraban que México aún no estaba maduro para tener una democracia plena. Además de las condiciones materiales ya señaladas, ellos pensaban que México carecía de una base de ciudadanos capaces de hacer funcionar un sistema democrático. Ellos sostenían que México apenas tenía una clase media urbana, muy pocos propietarios rurales y, sobre todo, carecía de homogeneidad racial y cultural. Justo Sierra pensaba que así como la naturaleza no da saltos, tampoco los dan las sociedades. Lo que requería el país no era otra revolución —como tantas que padecimos en el siglo XIX— sino una evolución sólida y responsable. La evolución política de México, sostenía Sierra, no podía anticiparse a su evolución social y material. Para los científicos de finales del siglo XIX y de principios del XX, México todavía no estaba maduro para la constitución liberal de 1857. La dictadura era un mal necesario, así lo expresó Bulnes en su famoso discurso a favor de la reelección de Díaz en 1904.23 El argumento más sólido a favor de esta posición está en la última sección la Evolución política del pueblo mexicano, de Justo Sierra. En este escrito, Sierra sostiene que la libertad es algo que se obtiene sólo cuando se cumplen ciertas condiciones económicas y sociales. No es la libertad lo que hace que los pueblos progresen, sino el progreso lo que hace los pueblos sean libres. Juzgada con frialdad, la dictadura de Díaz era lo mejor que podía haberle pasado a México después de decenios de anarquía. El siguiente paso era construir las instituciones políticas que garantizaran la continuación de la obra de Díaz. La meta de ese proceso evolutivo tenía que ser la libertad, pero para llegar a ella, había que continuar por el camino de progreso trazado por el dictador. Aunque Díaz no necesitaba de una justificación ideológica para preservar su poder —sus medios para este fin eran bastante más efectivos y menos sutiles—, es un hecho que el evolucionismo social fue usado durante varios lustros como una ideología legitimadora del poder de Díaz, que estaba basado, a fin de cuentas, en el uso de la fuerza y de la astucia.24

      Hubo una versión de la historia de las ideas en México que sostenía que el positivismo fue la filosofía oficial, predominante, desde 1867 hasta 1910. Pero hoy se acepta que ni todos los positivistas simpatizaron con el régimen de Díaz, ni todos los que apoyaron a ese régimen fueron positivistas. En todo caso, para entender la relación entre el positivismo y el porfirismo hay que recordar la diferencia entre el positivismo comtiano, defendido por Barreda, y el spenceriano, defendido por Sierra.