Название | Desafíos en la vejez: salud, empleo y población |
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Автор произведения | Verónica Montes de Oca Zavala |
Жанр | Сделай Сам |
Серия | |
Издательство | Сделай Сам |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9786073038553 |
El envejecimiento de la población adquiere su expresión más ajustada cuando se refiere al hecho demográfico de envejecer dentro de una estructura de población determinada. Sin embargo, es también un concepto amplio y multidimensional, objeto de interés de muchas disciplinas y bajo esquemas epistemológicos diversos, sometido a juicios de valor diferentes en entornos socioculturales y ámbitos territoriales determinados (Dulcey, 2015) y utilizado en esquemas de medición generales, junto con muchos otros indicadores no esencialmente demográficos. Una aproximación no tiene más valor intrínseco que cualquiera otra al estudiar el envejecimiento de la población, pero las tendencias analíticas generales marcan pautas a seguir por distintos agentes institucionales y actores sociales. No es lo mismo una perspectiva macro sistémica, utilizada por grandes instituciones internacionales o nacionales en sus análisis globales, que una visión individual y social, más propia de la investigación y la intervención. En el segundo caso, existe una amplia literatura en el mundo latinoamericano que atestigua múltiples aproximaciones a escala micro, en distintos países, sobre aspectos antropológicos, culturales, sociales, etc., aunque todavía el envejecimiento de la población no sea una realidad social ampliamente extendida. Su análisis escapa al objetivo de este trabajo.
Son también muy numerosas las aportaciones sobre el envejecimiento en América Latina a macro escala, esencialmente en el marco de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) y el Centro Latinoamericano de De- mografía (CELADE). A modo de ejemplo, se suele utilizar una perspectiva demográfica para fundamentar análisis de aspectos socioeconómicos esenciales para la región (del Popolo, 2001; Guzmán, 2002), de las pensiones (Prado et al., 2010), de las transferencias intergeneracionales (Uthoff, 2010; Lee et al., 2010), de la salud (Huenchuan, 2011) o de los cuidados a mayores y la familia (Huenchuan, 2009). Tampoco la comunidad científica está ausente en el análisis de la realidad social del envejecimiento (Peláez, 2008).
Hacer una reflexión sobre la unión de ambos aspectos, el estudio de conceptos multidimensionales, como el envejecimiento, y el uso de indicadores macro, es el objeto de este trabajo, para responder a algunas preguntas de interés: ¿Son los indicadores generales instrumentos fundamentales para el análisis social? ¿Dependen de datos disponibles o se construyen de forma específica para un objetivo concreto? ¿Sirven los criterios de medición para reflejar el proceso de envejecimiento de los países? ¿Está América Latina posicionada internacionalmente cuando se estudia el envejecimiento en estos contextos globales? Se intentará responder a estas preguntas haciendo una revisión de documentos publicados por instituciones y organismos sobre la medición del envejecimiento a escala macro y con una perspectiva internacional y comparativa en, o sobre América Latina y el Caribe.
Índices y repositorios internacionales
La situación de la población adulta mayor ha sido tratada de forma muy desigual, o incluso confusa, en los índices sintéticos globales (Yang, 2014). Aunque CELADE (2006) elaboró un manual sobre indicadores de la calidad de vida en la vejez, éstos no están pensados para índices compuestos específicos.
El Center for Strategic and International Studies (http://csis.org), un laboratorio de ideas interesado en retos transnacionales de escala global, como el cambio demográfico, diseñó el Global Aging Preparedness Index (GAP), que pretende evaluar la preparación de los países para afrontar el envejecimiento global, construyéndolo para 20 países desarrollados y emergentes, entre los cuales están incluidos Brasil, Chile y México.
Para ello utilizan dos indicadores compuestos, el de sostenibilidad fiscal (gasto público, acomodación fiscal, dependencia de las pensiones) y de adecuación de rentas (total, vulnerabilidad, apoyo familiar), formados en total por 14 variables, obtenidas de fuentes oficiales (Naciones Unidas, Fondo Monetario Internacional, Organización para la Cooperación y el desarrollo Económico, Comisión Europea), a escala de país en torno a 2010, aunque proyectados hasta 2040.
Utiliza el umbral de 60 años para especificar a la población adulta mayor. Los resultados están obviamente condicionados por la filosofía y estructura del índice, la de identificar las mejores condiciones para la sostenibilidad fiscal de los países con relación a la estructura demográfica envejecida (Liedtke, et al., 2012). Ello permite establecer una diferencia entre el mundo desarrollado y el emergente en el que se sitúan los tres países latinoamericanos. Se indica que éstos van a envejecer antes que los sistemas de protección social se hayan universalizado, lo que puede dejar vulnerables a las personas mayores de hoy y mañana.
Indica también como problemas destacados el incremento del coste de los beneficios públicos para los estados (Brasil) y la limitada cobertura previsional en México, lo que estresa a las estructuras familiares que atienden a las personas mayores, a la vez que se reduce el tamaño familiar. Algunos países refuerzan sus sistemas de previsión formal y la cobertura contra la pobreza.
Natixis Global Asset Management es una organización para la gestión de activos económicos, que proporciona información sobre la asignación de activos y gestión de riesgos en el mercado financiero global. Partiendo de esta filosofía, Natixis ha construido desde 2013 el Global Retirement Index, GRI (http://ngam.natixis.com/docs/605/544/CC46115%20Global%20Retirement%20In-dex%202015Full%20report_Final.pdf), para mostrar los niveles de bienestar de los retirados a escala mundial en 150 países. Parte de la idea de que el bienestar individual está condicionado por los rasgos socioeconómicos, ambientales y políticos del país, que tienden a ser estables en el tiempo en el corto plazo. Por ello, los 20 indicadores simples que conforman el índice no se refieren específicamente a la población adulta mayor, salvo el índice de dependencia de los mayores con respecto a la población que trabaja. Los indicadores se agregan en cuatro subíndices1 (salud, bienestar material, calidad de vida y medio ambiente, y estructura financiera), utilizando datos secundarios normalizados en función de los valores mínimos (mejora) y máximos (objetivo), que se agregan por medio de la media geométrica para componer el índice general. Proceden de bases mundiales (Banco Mundial, Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económica, Fondo Monetarío Internacional, etc.) y de indicadores ya calculados (Happiness, Environmental Performance, etc.).
Los resultados del Índice para 2015, asegura Natixis, están condicionados por factores macroeconómicos como la deuda, la inflación o las políticas fiscales, pero también por la presión del incremento de la población mayor, especialmente en los países en desarrollo, lo que lleva asociada un aumento en los costes de la salud. En estas condiciones y en los países desarrollados, los individuos, señala Natixis, deben tomar conciencia de su papel para soportar su futuro económico (patrimonio, ahorro), especialmente si se amplía la vida laboral en detrimento del tiempo disponible para la jubilación. La posición de los países latinoamericanos en este índice (Cuadro 1) permite afirmar que, en su mayoría, se encuentran en una posición intermedia, entre Europa y otros países desarrollados, y los países africanos, ocupando Haití una posición muy retrasada.
En general, dos de cada tres países