Название | Inteligencia lúdica |
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Автор произведения | Marcos Cristal |
Жанр | Социология |
Серия | |
Издательство | Социология |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788417880156 |
Solo como nota de color: ¿con cuánta frecuencia entras a Google? ¿Sabes que esta empresa, cada día, jugando seriamente, cambia su logo de manera creativa, divertida e inteligente? ¿Te has dado cuenta de que ofrece –a los que se permiten un minuto de juego– la posibilidad de divertirse descubriendo por qué ese día eligieron darle esa forma al logo? ¿Acaso no arrancan una sonrisa cuando conocemos su conexión con esa fecha en particular y entendemos la forma creativa en que lo resolvieron?
Los libros y vídeos que nos relatan la vida cotidiana en empresas de enorme éxito como Google, Quirky, Zappos o Twitter, por nombrar algunas, muestran nuevamente imágenes de espacios de juego, de gente joven cooperando, creando. Vemos Inteligencia Lúdica colectiva en acción, moviéndose de manera productiva. No obstante, tampoco seamos ingenuos y caigamos en el error de idealizar este tipo de organizaciones. Las compañías complejas y los ecosistemas en general viven en equilibrios inestables y estados de tensión. Y las empresas que intentan transitar este camino no están exentas de contradicciones, avances y retrocesos, como casi cualquier organismo viviente.
Nadie duda de la genialidad de Jobs ni del éxito de Apple o de tantos otros directivos y empresas parecidas. Nos encantaría poder decir que son excelentes ejemplos de las ideas y prácticas que se pretenden desarrollar en este libro. Pero para poner las cosas en su justa medida, conviene desmitificarlos y evitar pensar que este tipo de directivos o de lugares para trabajar fueron o son los ideales.
Lamentablemente, son numerosos los documentos y testimonios que indican cuán difícil, sobreexigente y hasta inhumano en muchos aspectos, fue trabajar para Jobs o para Apple, por tomar el ejemplo más icónico. Las historias muestran genialidad y entusiasmo mezclado con mezquindad, egocentrismo, robo de ideas, sobreexigencia, maltratos y traiciones. Muy lejos de lo que aquí se propone.
Cada juego –como cada situación y cada momento de la vida– es único e irrepetible. Todos somos únicos e irrepetibles. Nuestra visión es que este enfoque de una organización diferente del trabajo y del desarrollo de las personas, con sus marchas y contramarchas, con sus luces y sombras, está a la vanguardia y va marcando el ritmo, indicando la tendencia de lo que serán las compañías en el futuro: organizaciones que se encaminan a convertir en un hábito el desarrollo de la Inteligencia Lúdica colectiva, el hacer cosas únicas, el hacerlas con otros, de manera seria, a la vez que disfrutando, de forma creativa y trascendente. Desarrollar la Inteligencia Lúdica colectiva favorece la sustentabilidad de la organización.
Piensa en cualquier cosa tediosa, aburrida o triste y el desafío será introducirle actitudes y dinámicas lúdicas para invertir esa visión y generar resultados superiores. Daré numerosos ejemplos de ello a lo largo del libro.
Se trata de una ruta de exploración y de una apuesta. ¿Qué predisposición tenemos en nuestra compañía para explorar y tomar ciertos riesgos? No dudo que esta apuesta compensa. Así lo demuestran las empresas que hoy alcanzan mayor éxito en sus negocios y que, no casualmente, son las que de forma más seria están incorporando el desarrollo de una actitud e Inteligencia Lúdica.
Una paradoja de este libro: ¿hablar sobre los juegos o «salir a jugar»?
Nicholas Negroponte, en su conocido best seller Being Digital (Ser digital)3, publicado hace ya varios años, plantea que su libro representa una gran paradoja pues su tesis central es que en el mundo actual el intercambio de átomos está siendo reemplazado por el de bits, pero se anuncia a través de un medio (el libro) compuesto precisamente por átomos. Y en este punto me pregunto si del mismo modo que puede resultar aburrido teorizar solemnemente sobre el humor, no es paradójico escribir y hablar de juego en lugar de jugar.
Por eso en esta obra además de ejemplos incorporaré algunas imágenes y pequeños juegos o vínculos que los conecten con dinámicas lúdicas. Aquellos lectores que acepten participar podrán, además, entrar a la ya citada página web que acompaña este libro (www.inteligencialudica.com), para encontrar las respuestas que dieron otros lectores a cada desafío, junto a otros juegos, incluidos los de simulación que utilizamos en las empresas. Una manera de abrir un espacio interactivo, que permita jugar y enriquecernos mutuamente. Una manera de seguir dialogando y jugando.
Jueguen, señores, jueguen… ¿Apuestas?
1 Joan Manuel Serrat: «Esos locos bajitos que se incorporan con los ojos abiertos de par en par, sin respeto al horario ni a las costumbres y a los que, por su bien, hay que domesticar». (Extracto de la canción Esos locos bajitos).
2 Ver el caso real descrito más adelante en el capítulo 3.
3 Negroponte, N. (1996), Ser digital. Editorial Océano, México DF.
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EL CONCEPTO DE INTELIGENCIA LÚDICA
Lo lúdico debe ser tomado en serio por las organizaciones
«Madurez del hombre significa haber reencontrado la seriedad que de niño se tenía al jugar»4
Friedrich Nietzsche
¿Por qué lo lúdico debe ser tomado en serio por las organizaciones?
La respuesta a esta pregunta es fácil; pero no siempre es sencillo llevarlo a la práctica. Para ello te propongo jugar, meterte en la piel de un personaje (llamémosle Rodrigo) para que vivas en primera persona la experiencia que relato a continuación:
Septiembre. Un domingo. Rodrigo se despierta, ya convertido en un profesional recién graduado como administrador de empresas en alguna universidad reconocida. Le ha prometido a su novia, Paola (estudiante de Psicología con quien convive desde hace dos años), que hoy no será un día más, porque empezará a buscar trabajo. Mientras ella duerme, Rodrigo entra con avidez a los buscadores que le conducen a ofertas de trabajo. Inmediatamente lo atrapa un aviso que dice:
«Somos una empresa internacional de primera línea. Buscamos incorporar jóvenes profesionales recién graduados como administradores de empresas con las siguientes características:
Motivados, entusiastas, proactivos.
Dispuestos a alcanzar y mejorar metas y resultados.
Con ganas de aprender y de superarse.
Con capacidad de compromiso y de foco.
Que puedan competir y cooperar, a la vez.
Diestros en el trabajo en equipo.
Hábiles para gestionar tensiones e incertidumbre.
Buenos navegadores de tensiones y paradojas.
Buscadores de soluciones innovadoras.
Que respeten las reglas y que sepan cuestionarlas.
Disciplinados a la vez que flexibles.
Orientados a la acción.
Emocionalmente involucrados.
Que encuentren motivación en los desafíos.
Que busquen disfrutar de lo que hacen.
Que quieran trascender y dejar huella.¿Quieres tomar un café con nosotros?¡Nos encantaría conocerte!Por favor, completa tus datos en este link (…)».
Rodrigo relee la lista de características que aparecen en el anuncio, y redobla su interés.
Piensa: «Este anuncio me atrae, me entusiasma…».
Y se dice a sí mismo:
«Si