Название | Volviendo al Caribe |
---|---|
Автор произведения | Mukien Adriana Sang Ben |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789587463170 |
No quise quedarme con las dudas y preferí seguir buscando. Lo cierto es que los esclavos de las plantaciones azucareras antes de la abolición de la esclavitud, trabajaban en condiciones más que infrahumanas y tenían la característica de que habían sido desarraigados de su tierra. El comercio triangular, un negocio aberrante, en el que hombres y mujeres eran humillados y vendidos como simples mercancías para trabajar en las plantaciones de América y el Caribe, marcó nuestra identidad. Como dice Zakari Dramani Issifou en un libro desgarrador publicado por el Archivo General de la Nación, titulado África y el Caribe: Destinos cruzados. Siglos XV-XIX.
Somos todos productos de la historia y más todavía somos los productores, los actores y los consumidores de nuestra historia, cualesquiera que sean los territorios que habitemos o los medios por los cuales estos espacios se volvieron nuestros. Como quiera que sea, el continente africano, a través de procesos de migración, de diásporas forzadas o voluntarias, está al principio de la hominización y de la humanización de nuestra especie. Es pues, poco decir, que este continente es muy sensible a los efectos inducidos por este drama paradójico que fueron transferencias masivas y brutales de mujeres, niños, niñas y de hombres hacia destinos que entonces eran para ellos el fin del mundo o hasta el fin de su propia vida50.
Esta maravillosa obra, completa, bien escrita y novedosa, llega al alma de los que tienen sensibilidad humana. En sus páginas, el intelectual africano explica el impacto en el imaginario colectivo de la sociedad africana que tuvo la trata humana. La obra está dividida en cuatro partes. En la primera se refiere a las teorías existentes sobre el tema de la esclavitud y la trata de esclavos, aborda la violencia como fuente de racismo y fabricación de identidad. Sostiene que, con el inicio de la trata de negros, el mundo asiste a una renovación del conocimiento sobre el mundo fuera de Europa. En sus palabras,
[…] y singularmente sobre África, durante el siglo de las luces, ese siglo que lanzó desgraciadamente muchas más sombras que luces sobre los pueblos negros. Tomando en cuenta las teorías greco-romanas transmitidas […] Los discursos y las imágenes de la Edad Media, los intelectuales de los siglos XVIII y XIX […] Sus trabajos comprenden la clasificación, caracterización y jerarquización de pueblos, entre los cuales los africanos ocupan el último rango, el rango inferior. Con este estatuto África va a conocer uno de los siglos más dolorosos de su historia, el tiempo de los hijos […] convertida en una verdadera presa, será el teatro de las violencias inauditas por parte de los hijos de esta Europa civilizadora, donadora de lecciones51.
Este libro es una joya. Mucho se ha hablado sobre la trata de esclavos, muchas estadísticas han ofrecido los occidentales estudiosos del tema de la esclavitud, pero pocas veces se ha hecho una reflexión profunda que ponga de manifiesto otras realidades, más allá de las convencionales explicaciones del desarrollo del capitalismo emergente y la necesidad de mano de obra esclava para la acumulación originaria. Este libro aborda el impacto en el imaginario colectivo de esos siglos de sometimiento, exclusión y trato inhumano. Los gritos desesperados de los defensores de la negritud fueron solo clarinadas atormentadas de un problema más profundo que la humanidad tiene y debe enfrentar. África no es responsable de su desgracia. Pero sí lo fueron sus opresores y conquistadores, los mercaderes inhumanos que se enriquecieron con la trata de negros. A ellos hay que analizarlos como los verdugos destructores de razas y pueblos completos. Los imperios emergentes europeos y el imperio norteamericano tienen que asumir, con todas sus consecuencias, la responsabilidad histórica que les corresponde. Solo así África dejará de llorar y sangrar. Solo así África se sentirá parte de esta humanidad circunscrita a solo cuatro continentes. Ahora bien, no debemos recrearnos en nuestras miserias, África y todas las naciones del mundo que fueron conquistadas y colonizadas deben sacudirse, mirar el pasado solo como un referente que no debe repetirse jamás, y seguir adelante, sacar fuerzas de sus entrañas para superar sus propios males, sus propias injusticias, sus propias desigualdades.
Volvamos al tema de Yucatán. Las plantaciones azucareras del Caribe insular tenían la singular y dolorosa característica de que sus trabajadores eran desarraigados. En el caso de las plantaciones yucatecas de henequén, eran mexicanos también explotados, traídos de otros pueblos, es cierto, pero no sufrían el desarraigo ni la ruptura con sus raíces y su historia. Una reciente investigación auspiciada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) de México, auspició una interesante investigación que se tituló “Sin abrigo, ni pan: los braceros mexicanos en las plantaciones de henequén de Yucatán (1916-1922)”, con autoría de José Ángel Koyoc Ku y Rosa María Torras.52 Según informa el consejo, la investigación estudia los braceros mexicanos de henequén en las plantaciones de Yucatán en los años de mayor esplendor. La mayoría de estos trabajadores eran oriundos del interior, pero había muchos de la localidad. Todos eran llevados a las plantaciones en condiciones de trabajo deplorables. Cuentan los investigadores que estos hombres y mujeres fueron muy activos en la vida política de la península:
El discurso de la aparente apatía de los peones residentes de las haciendas para la movilización política, la idea de que las condiciones de trabajo mejoraron por el simple hecho de ser decretada la “liberación” de los peones acasillados a la llegada de las tropas constitucionalistas y la percepción de que los peones mayas fueron los únicos actores en el campo yucateco durante estos años. Centrándome en la experiencia de lo que sucedió con los braceros mexicanos y sus familias, propongo que en los años inmediatos a la “liberación” los peones residentes llevaron a cabo una movilización política sin precedentes cuyos principales actores fueron tanto peones mexicanos como peones locales (mayas y mestizos), una movilización caracterizada por su naturaleza fragmentaria. De la misma manera, propongo que la “liberación” de los peones acasillados y la instauración de un mercado libre de trabajo significó para los inmigrantes mexicanos una vida precaria en el noroeste yucateco que los obligó a aceptar las duras condiciones de trabajo. Pese a ello, en medio de estas circunstancias, los braceros mexicanos fueron capaces de expresar sus demandas y organizarse para moldear el mundo de acuerdo a sus necesidades. A lo largo del trabajo echo mano del concepto “trabajadores subalternos”, propuesto por Marcel van der Linden, para caracterizar a los braceros mexicanos con el propósito de distinguir sus condiciones de trabajo particulares en las plantaciones de las de otros peones (como lo fueron los peones residentes locales, los peones foráneos de las villas o los trabajadores temporales asiáticos) y que influyeron de manera decisiva a la hora de negociar o enfrentarse a las autoridades estatales y federales y a la hora de entablar alianzas con los otros peones henequeneros.53
¿Qué significa esta conclusión? Que las plantaciones no son comparables pues se desarrollaron en épocas históricas muy distintas, especialmente a la experiencia del Caribe insular inglés y francés. En el Caribe insular hispánico la historia es diferente. En el caso dominicano, por ejemplo, la plantación del siglo XVI fue corta, y revivió de nuevo en el último cuarto del siglo XIX y se mantuvo prácticamente durante todo el siglo XX.
Las plantaciones y el azúcar vistos desde la península ibérica. El análisis de Consuelo Naranjo
En el marco de la colección “Historia mínima de las Antillas”, Consuelo Naranjo escribió Antillas. Las Antillas hispanas y las Antillas británicas: dos modelos coloniales en las islas del Caribe. Esta obra fue publicada conjuntamente por el Colegio de México y la Editorial Turner en 2017.54 Cuenta con cinco capítulos, a saber: 1. Las Antillas, de “islas inútiles” a centros neurálgicos; 2. El siglo XVIII: un siglo de luchas imperiales; 3. Población y sociedad. Unidad y diversidad en el Caribe; 4. Azúcar y comercio de esclavos y plantación; 5. Los cambios de la libertad y la independencia. El libro está ampliamente presentado en el capítulo IV de esta obra.
No quisimos dejar de incluir el tema de las plantaciones en el Caribe tratado en el capítulo IV de la obra de Naranjo. Inicia el capítulo indicando cómo la llegada de los españoles a América transformó las fronteras del mundo. Así, América, Asia y África comenzaron a formar parte del universo del Viejo Mundo. Con la presencia de las otras potencias imperiales competencias de España, el Caribe se convirtió, como ya se sabe, en el pequeño espacio de las grandes luchas imperiales. Francia e Inglaterra