Название | Volviendo al Caribe |
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Автор произведения | Mukien Adriana Sang Ben |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789587463170 |
2.La conspiración de la Escalera en 1844. Los levantamientos esclavos hicieron que las autoridades coloniales utilizaran mecanismos fuertes de represión contra los esclavos que exigían la abolición de la esclavitud. La represión se expandió a lo largo y lo ancho de la isla.
3.La Guerra de los Diez Años, 1868-1878, conocida por algunos como la Guerra Grande. Esta fue la primera guerra de independencia cubana contra las fuerzas imperiales de una España debilitada que había perdido su poderío en el resto de América Latina. Finalizó con la firma de la Paz de Zanjón o Pacto de Zanjón, pero el acuerdo no garantizaba ninguno de los dos objetivos fundamentales de la guerra que tantas vidas y devastaciones costaron: la independencia de Cuba y la abolición de la esclavitud.
4.La Guerra Chiquita en 1879-1880. Este episodio fue el segundo de los tres momentos del proceso de independencia cubana contra la metrópoli española.
5.La Segunda Guerra de Independencia, 1895. Fue la última guerra por la independencia de los cubanos contra el dominio español, y fue a su vez una de las últimas guerras americanas contra el Reino de España.
6.La Guerra Hispano-americana de 1898. Fue un conflicto bélico que enfrentó a España y Estados Unidos en ese año, resultado de la intervención estadounidense en la guerra de independencia cubana. España resultó derrotada. Cuba se proclamó república independiente pero quedó bajo tutela de Estados Unidos, así como había ocurrido en Puerto Rico, Filipinas y Guam, que como se sabe, pasaron a ser dependencias coloniales estadounidenses.
Así terminó en el siglo XIX este largo periplo cubano. Una Cuba que comienza tardíamente su experiencia azucarera con el modelo de plantación, pero que, a pesar de su crecimiento económico, estaba sometida al voraz esclavismo. Mientras en otras islas el abolicionismo se hacía realidad, gracias a presiones internacionales, en Cuba seguía incólume y fuerte. Al modelo de plantación se le sumaron entonces los vientos libertarios que llevaron a esta isla a uno de los más largos enfrentamientos anticolonialistas en toda América. Cuando inicia el siglo XX, y ahora volvemos a la profesora Maglia, los inicios del nuevo siglo no fueron menos convulsos. Cuba tenía un lastre pesado que no le permitía despegar como nación: estaba fatalmente encadenada al continuismo político de los caudillos, especialmente por el presidente Machado. Pero además existía la realidad del neocolonialismo, agravado en los años treinta por la Gran Depresión. Esta crisis mundial complicó más el panorama cubano económico y político y redujo violentamente el mercado azucarero, provocando altos índices de desempleo. La profesora finaliza su trabajo de la siguiente manera:
La hibridación cultural y racial se había consolidado tempranamente en la mayor de las Antillas: la conciencia se levantaba desde una raíz multiétnica popular y criolla. Allí nutrirá sus fuerzas la futura revolución […] Para comprender históricamente el oxímoron que expresa el mundo azucarero –“dar vida tronchando vidas”, “azúcar sin lágrimas” […]- es necesario comprender cómo […] la identidad nacional se reclama con el ambivalente valor de la plantación33.
Como ya se ha dicho, y no nos cansamos de repetir, es un hecho irrefutable, que ha marcado a las islas caribeñas, que las plantaciones como modelo económico constituye la piedra angular para entender el Caribe, sus dramas, dilemas y añoranzas.
El buen amigo y muy querido colega Wenceslao Vega escribió en 2001 un ensayo titulado “El cimarronaje y la manumisión en el Santo Domingo Colonial. Dos extremos de una misma búsqueda de libertad”.34 Cuando vio yo que estaba trabajando sobre el tema me lo envió. Al leerlo vi que sería interesante incluirlo en esta serie sobre las plantaciones. Parte del principio de que la esclavitud a la que se vieron sometidos miles de africanos constituyó un denominador común entre las colonias del Caribe, sin importar el imperio dominador:
La esclavitud del negro africano en las Antillas durante los siglos de colonialismo europeo tuvo marcadas características y rasgos comunes en las diversas colonias, pues se trató de un mismo sistema jurídico, económico y social que sometió a millones de africanos, hombres y mujeres, a la más despiadada servidumbre […] Más de veinte millones de seres humanos fueron traídos de las costas occidentales de África a las islas y tierras firmes de América en un lapso de 350 años, a través del infame comercio triangular, la trata. Este comercio fue además uno de los grandes formadores de las fortunas que impulsaron la revolución industrial de Europa durante los siglos XVII y XIX35.
Acto seguido, Vega señala que la sociedad que se formó durante el período de la plantación azucarera en la colonia La Hispaniola se caracterizó por la desigualdad y el racismo. Asumiendo la posición del historiador español Pablo Tornero Tinajero, señala que las nociones de raza y esclavitud eran sinónimos en ese momento de la historia de la isla.
El trabajo parte del momento en que la isla se divide en dos colonias de naciones rivales europeas: Francia y España, en las cuales sus economías y formas de producción eran totalmente diferentes. Sostiene lo que otros historiadores han planteado, que en el caso de la parte este de la isla la economía azucarera, y por ende, la plantación, no tuvo las mismas características que en Haití, Jamaica, Barbados, Puerto Rico y Cuba, por lo cual el sistema esclavista también tuvo sus variantes. En torno al marco legal de la trata señala:
Cuando se presentó la esclavitud del negro africano para las Antillas, no hubo necesidad de crear inicialmente ninguna legislación especial. Si bien para el indio americano tuvo la corona española que establecer toda una serie de normas, como sabemos, para el africano fue diferente, y las numerosas leyes que se dictaron para ellos fue más bien para detallar las formas de explotación al trabajador que a los pocos años se convirtió en el sostén de las economías antillanas de España. La primera autorización para traer negros esclavos a la Española es una de las Reales Cédulas de 1501 que designaron a Nicolás de Ovando Gobernador de las islas36.
Vega señala que la corona española durante la colonización fue más que pródiga en reglamentar la esclavitud del negro que traía desde África. Por ejemplo, señala que la Ordenanza de 1528 abordaba el castigo de los esclavos desobedientes y la persecución a los que se fugaban, así como la prohibición del uso de armas por parte de los esclavos. Incluso se reglamentaba hasta las fiestas de esos hombres y mujeres obligados a migrar en calidad de esclavos. Hubo otras ordenanzas como la de los años 1535, 1542 y 1545, que fueron dictadas para diferenciar los tratos que debían otorgarse a los esclavos según su categoría: ladinos o bozales.
Las cosas cambiaron cuando se dividió la isla en dos colonias a partir del siglo XVII. El abandono de la colonia española en el este de la isla fue su signo, por esta razón disminuyó la trata de esclavos porque la economía de plantaciones azucareras había fracasado.
Un elemento interesante en la colonia española de Santo Domingo es que se buscaron nuevos mecanismos de subsistencia, así nace la economía del hato. Las plantaciones azucareras habían dominado la economía colonial por unos ochenta años. A finales del siglo XVI la economía del hato ganadero fue desplazando el azúcar. Sobre este tema abundaremos en la entrega siguiente. Durante el tiempo que prevaleció la plantación, dice Vega, el esclavo tuvo una dura vida:
Durante todo ese período, el esclavo africano fue