Название | Psicología e hipnosis en el tratamiento del dolor |
---|---|
Автор произведения | Martha Martín Carbonell |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789587602609 |
Sugestionabilidad hipnótica
Una de las preguntas que impulsa la investigación científica en el tema de la hipnosis es la referida a si todas las personas son “hipnotizables”, y en caso de que no sea así, qué diferencia a las personas hipnotizables de las que no lo son. A esta pregunta, las diferentes teorías sobre la hipnosis dan respuestas contrapuestas. Algunos autores afirman que cualquier persona puede ser hipnotizada, y solo hay que encontrar los métodos de inducción más apropiados para ella. Otros, por su parte, plantean que existen diferencias individuales con respecto a la susceptibilidad a la hipnosis.
La creencia de que la sugestionabilidad a la hipnosis es una característica relativamente estable se ha sostenido, por lo menos, desde mediados del siglo xix (Hilgard, 1960). Uno de los teóricos más importantes de esta concepción es Hilgard, quien la planteaba como una característica de la personalidad que se forma durante experiencias en la infancia y, ya en la edad adulta, se mantiene sin cambios importantes. Consideraba que el tipo de experiencias infantiles determinantes de la susceptibilidad a la hipnosis eran las de las interacciones con los adultos (principalmente con los padres o sustitutos), las cuales tenían que ver con la dependencia-independencia, la conciencia, la relación con la autoridad y la identificación. Hilgard (1965) también consideraba que existían diferencias individuales con respecto a esta característica y que era posible medirlas para lo cual propuso, junto con Weitzenhoffer, las famosas Escalas de Susceptibilidad Hipnótica de Stanford (Weitzenhoffer y Hilgard, 1959; 1962).
Desde esta perspectiva, diferentes estudios indican que los poco y los muy hipnotizables son minoría (Hilgard 1960). Estudios longitudinales de hasta 25 años, muestran que las puntuaciones de sugestionabilidad son altamente estables en el tiempo en ausencia de procedimientos de modificación (Piccione, Hilgard y Zimbardo, 1989). En el caso de los niños, hay un pico de sugestibilidad alrededor de los 12 años (Yapko, 2006). También se ha reportado (aunque no corroborado) que las mujeres puntúan más alto (Hilgard, 1965).
Un estudio reciente encontró correlatos cerebrales estructurales y funcionales de la sugestibilidad hipnótica usando las imágenes obtenidas mediante resonancia magnética de 37 mujeres (estudiantes universitarias sin psicopatología) a las que se evaluó con la Escala de Susceptibilidad Hipnótica de Stanford. La sugestionabilidad hipnótica correlacionó positivamente con el volumen de materia gris en las porciones superior izquierda y medial de la circunvolución frontal, más o menos solapada con el área motora suplementaria y presuplementaria, y se correlacionó negativamente con el volumen de materia gris en la circunvolución temporal superior izquierda y la ínsula. También la sugestionabilidad hipnótica correlacionó positivamente con la conectividad funcional entre la zona posterior medial, incluyendo posterior bilateral, corteza cingulada y precuneus, y con la red visual lateral y la red fronto-parietal izquierda, así como también entre la red de control ejecutivo y una zona parietal/poscentral derecha. Por el contrario, correlacionó negativamente con la conectividad funcional entre la red fronto-parietal derecha y el tálamo lateral derecho (Huber, Lui, Duzzi, Pagnoni y Porro, 2014).
Se han realizado múltiples investigaciones con el fin de identificar las características de personalidad que se relacionan con la sugestionabilidad hipnótica. Estos estudios, durante la década de los sesenta, permitieron descartar variables psicopatológicas y rasgos histéricos (Barber, 1980). Es más, todos los que practican la hipnosis saben que las personas con “buena salud mental” son más fáciles de hipnotizar. Tampoco se han encontrado correlaciones significativas entre rasgos de personalidad específicos y sugestionabilidad hipnótica, utilizando instrumentos como el mmpi, Roscharch, tat, o el neo-pi (Council, 2005; Nordenstrom, Council y Meier, 2002; Yapko, 2006), aunque sí con algún tipo de trastornos como presentar fobias y trastorno de estrés postraumático (Council, 2005), lo que no quiere decir que toda persona hipnotizable presente psicopatología, pues personas sanas puntúan también alto en esta dimensión.
Tampoco correlaciona la sugestionabilidad hipnótica con la sugestionabilidad interrogativa no placebo (Kirsch, 1997), o sea, se puede ser muy sugestionable en situaciones cotidianas y no ser un “buen sujeto hipnótico”.
Un elemento aparentemente contradictorio con la idea de que la sugestionabilidad hipnótica es un rasgo estable de la personalidad, es el hecho de que la sugestionabilidad hipnótica se puede desarrollar con la práctica (Yapko, 2006). Spanos y su equipo hicieron estudios que demostraron cómo las personas con baja sugestionabilidad hipnótica lograban equiparar su ejecución con los de alta sugestionabilidad hipnótica si eran adecuadamente entrenados con, por ejemplo, el programa de Carleton para incremento de la sugestionabilidad hipnótica (Gorassini y Spanos, 1999; Spanos y Chaves, 1989).
Ya hace varias décadas se desarrollaron una serie de programas para incrementar la sugestionabilidad hipnótica, entre los cuales pueden mencionarse el de Sach y Anderson (1967), el de Tart (1970), y el de Diamond (1972), así como el ya mencionado y famoso programa de Carleton. Estos programas, con ligeras variantes, han sido ampliamente investigados y se ha comprobado su eficacia para modificar la sugestionabilidad hipnótica (Cangas, 1999). Según este autor, los programas de entrenamiento para incrementar la sugestionabilidad hipnótica, amén de sus diferencias, tienen las siguientes características comunes: 1) ofrecen información científica sobre la hipnosis; 2) suelen utilizar el modelado, generalmente con personas que han sido hipnotizadas y refieren su experiencia, ya sea cara a cara, o mediante videos; 3) hacen hincapié en la práctica, y animan y enseñan a la persona diferentes ejercicios al estilo de los que se usan en las pruebas de sugestionabilidad; 4) utilizan el reforzamiento de los éxitos y avances de la persona.
Por otra parte, muchos estudios han demostrado que la respuesta a la hipnosis correlaciona más con factores contextuales (motivación, expectativas, relación entre el hipnotizador y la persona, etc.) que con la propia sugestionabilidad hipnótica, tal como la miden las escalas (Yapko, 2006).
Kirsch y Braffman (2001) distinguen las sugestiones dirigidas a que la persona crea que la realidad es diferente (por ejemplo, lo que ocurre con los placebos), de las sugestiones imaginativas (“imagina que…”), las cuales se usan en la mayoría de escalas de evaluación de la sugestionabilidad. Entre estas últimas, diferencian la sugestionabilidad hipnótica y la no hipnótica, refiriéndose esta última a la sugestionabilidad imaginativa evaluada fuera de la hipnosis. Así, plantean que,
La sugestionabilidad imaginativa no hipnótica es un constructo egregiamente ignorado, y su comprensión es una tarea de excepcional importancia. La sugestionabilidad imaginativa es la habilidad o rasgo subyacente a los movimientos automáticos, las parálisis parciales, las amnesias selectivas, la reducción del dolor y las alucinaciones que son comunmente observadas en el contexto de la hipnosis. Estas conductas imitan los síntomas disociativos y conversivos que hasta hace pocos años llamábamos histeria […] pero todas estas respuestas y expectativas pueden ser elicitadas sin hipnosis, y algunas pueden producirse fácilmente en la vasta mayoría de las personas. Esto indica que la habilidad de responder a sugestiones imaginativas es una caracaterística humana normal y tiene efectos sustanciales en importantes áreas clínicas como el manejo del dolor. (p. 264)
A finales de la década de los noventa del siglo xx, se realizaron una serie de estudios que permitieron afirmar que la sugestionabilidad hipnótica es simplemente la sugestionabilidad no hipnótica incrementada por la propensión a responder a las sugestiones hipnóticas, y modificada por los cambios en las expectativas y la motivación producidos en el contexto hipnótico. Exceptuando la sugestionabilidad no hipnótica, solo cuatro variables mostratron correlaciones significativas con la sugestionabilidad hipnótica. En orden ascendente estas eran: las expectativas de respuesta; las actitudes hacia la hipnosis; la propensión a la fantasía; y la absorción. Posteriormente, hallaron que la absorción no tenía correlaciones significativas, pero sí el tiempo de reacción (Kirsch y Braffman, 2001).
Dado que estos factores contextuales (expectativas y actitudes hacia la hipnosis) explican una parte importante de la varianza en la sugestionabilidad, e