Название | Psicoterapia Integrativa EIS |
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Автор произведения | Roberto Opazo |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789569946646 |
Por su parte Bandura (1977) ha propuesto un modelo para la génesis de ansiedad, basado en las expectativas de autoeficacia. Según Bandura, cuando la persona espera ser capaz de ejecutar bien una conducta, se genera poca ansiedad al momento de ejecutarla. Si la persona espera ser capaz de dictar una buena conferencia, se generaría escasa ansiedad antes y durante la ejecución. Otro tanto ocurriría al asistir a un cóctel, al dar un examen, al conquistar una mujer, etc. La hipótesis es que, cuando la persona cree que lo puede hacer bien, se tranquiliza. A contrario sensu, pacientes ansiosos, fóbicos, etc., tendrían bajas expectativas de autoeficacia. Para Bandura, es fundamentalmente la ineficacia percibida para enfrentar eventos potencialmente aversivos lo que hace que estos sean temibles. "Evocando pensamientos acerca de ineptitud, los individuos pueden llevarse a sí mismos a elevados niveles de ansiedad que exceden con mucho el temor experimentado durante la real situación amenazante" (Bandura, 1977, p. 199). Desde esta perspectiva, un objetivo psicoterapéutico central será elevar las expectativas de autoeficacia. Para fortalecer expectativas de autoeficacia, Bandura enfatiza el rol informático derivado de los logros de ejecución de la persona, de la experiencia vicaria derivada de la observación de otros, de la persuasión verbal ejercida por terceros, y del arousal emocional ligado a las conductas de enfrentamiento.
Lo que la persona se dice – o deja de decirse – puede contribuir a generar importantes problemas psicológicos (Meichenbaum, 1977); vía autodiálogos disfuncionales, la persona puede autogenerarse diversos desajustes. Un niño pasa a facilitar su impulsividad, por la vía de no decirse nada antes de actuar. Al omitir cogniciones, actúa primero y piensa después; pasa del impulso a la acción, sin intercalar cogniciones que rompan el automatismo de la respuesta. A su vez una persona puede generarse ánimo depresivo, por la vía de decirse mensajes derrotistas: "de nuevo la embarré", "no tengo remedio", "soy un imbécil". O bien puede acentuar su poca asertividad, por la vía de decirse "mejor lo dejo pasar", "para qué me meto en problemas". Por estas vías, los autodiálogos y las autoinstrucciones pueden tener un rol en la génesis y/o mantención de diferentes desórdenes.
De acuerdo con los planteamientos de Meichenbaum, una psicoterapia efectiva debería centrarse primeramente en las conductas del cliente y en las reacciones que éstas elicitan en su medio ambiente. A continuación, el énfasis debería ser puesto en el diálogo interno del paciente; lo que se dice a sí mismo antes, durante y después de su conducta. Esto, a su vez, facilitaría el acceso a las estructuras cognitivas que hacen surgir un diálogo interno específico. Meichenbaum propone cambiar lo que la persona se dice a sí misma, a través de una variedad de estrategias tanto cognitivas como conductuales.
Decantando el Paradigma Cognitivo
Sintetizando lo anteriormente explicitado, el Recuadro 13 muestra gráficamente el accionar del paradigma cognitivo.
RECUADRO 13: LA INFLUENCIA CASUAL DEL PARADIGMA COGNITIVO
Como hemos visto, las estructuras cognitivas tienden a presionar y dirigir el curso de muchos eventos cognitivos. Y, un amplio margen de la influencia cognitiva, se ejercería a través de procesos en los que participan estructuras y eventos. Delimitado el paradigma cognitivo, pasaremos a revisar algunas evidencias. El tema de las imágenes y de la imaginería, lo abordaremos en el paradigma afectivo.
Paradigma Cognitivo: Evidencias
Evidencias en predicción
En el "V Congreso Internacional de Psicoterapia Cognitiva", realizado en Göteborg, Suecia (2005), se generó un encuentro "cumbre" entre el Dalai Lama y Aaron Beck; el diálogo entre ellos resultó a la vez novedoso y enriquecedor. Teniendo como trasfondo ese acercamiento entre oriente y occidente, fue cursando un interesante Congreso. En uno de los Simposium, escuché a un expositor relatar la siguiente historia:
Jack y Miranda se casaron muy enamorados. Pronto, sin embargo, llegaron los niños; y la relación se alteró su resto. Al octavo año de matrimonio, Miranda empezó a apagarse, nada le interesaba y todo la entristecía. En este contexto emocional, una amiga le recomendó que visitara un chamán que había logrado grandes éxitos con personas conocidas.
Miranda visitó al chamán; a poco andar, fue recuperando vitalidad y alegría de vivir. Muy contento, Jack le preguntó en qué había consistido el tratamiento. Reticente a dar una respuesta completa, Miranda le dijo que se trataba de un ejercicio que debía hacer todos los días antes de entrar a la ducha. Jack no soportó la curiosidad y pronto pegó la oreja a la puerta del baño, un poco antes de que Miranda ingresara a la ducha. Fue entonces cuando escuchó a su esposa repetir el siguiente mantra: "Yo valgo mucho", "yo valgo mucho", "yo valgo mucho"….
Pasaron algunos años buenos luego de los cuales Miranda comenzó a desinteresarse por el sexo. Al principio, se fue distanciando la frecuencia. A poco andar, Miranda presentaba una gélida pasividad. En vista de esto, el propio Jack le sugirió: "Mi amor, ¿no crees que es hora de visitar al chamán?". Miranda accedió y, más pronto que tarde, el interés sexual se fue recuperando. La temperatura de Miranda fue subiendo y su despliegue conductual se fue activando; al mes, estaba transformada en una acróbata sexual. Fascinado, Jack disfrutó en plenitud su nueva realidad; sin embargo, fue generando una creciente curiosidad acerca de la intervención del chamán. Es así que, una vez más, pegó la oreja a la puerta del baño. Y entonces escuchó a Miranda repetir el nuevo mantra, ahora con renovada convicción: "Jack no es mi marido", "Jack no es mi marido"…
No sería de extrañar que – en el confuso contexto de la psicoterapia contemporánea – la exitosa terapia del Chamán pudiera capturar más de algún adepto. Sin embargo, aun cuando los resultados del chamán pudieran causarnos una comprensible envidia, no podemos limitarnos a imitarlo. En nuestra práctica clínica, las etiologías son más complejas, las intervenciones son más engorrosas y los éxitos son más esquivos. Es así que, el ir estableciendo qué funciona mejor, nos exige esfuerzo, estudio, reflexión, experiencia terapéutica; y una constante revisión de las evidencias. De las evidencias en predicción y cambio.
A la hora de las evidencias se ha documentado que incluso las plantas son capaces de intercambiar información. Es así como, en una investigación conducida por Stefano Mancuso (2016) – director del Laboratorio Internacional de Neurobiología Vegetal de la Universidad de Florencia – se pusieron dos grupos de plantas separados y se "estresó" a uno de los grupos echándoles sal en la tierra. Las moléculas volátiles, lanzadas por el grupo "estresado", actuaron como un aviso para el otro grupo; un aviso en la línea de "ojo, cuidado, viene sal". El grupo "no estresado", a continuación, comenzó a cambiar su metabolismo para resistir a un suelo salino. Todo un intercambio de información al servicio de la supervivencia.
En humanos, el que la información puede ser predictiva de otras cogniciones, de afectos y/o de conductas, pareciera estar bien establecido. Por ejemplo, en una investigación de Kelley (1950) con estudiantes del mit. Antes de que el profesor invitado llegara, se entregó al "grupo A" – es decir, a la mitad de los alumnos – un bosquejo biográfico del profesor; el bosquejo contenía afirmaciones del tipo: "La gente que lo conoce lo considera una persona muy cálida, trabajadora, crítica, práctica y con determinación". Al "Grupo b" – es decir,, al resto del alumnado – se les entregó un