Название | La seducción de los relatos |
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Автор произведения | Jorge Panesi |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789877122015 |
El norteamericano se hace la siguiente idea del profesor que tiene delante: me vende sus conocimientos y sus métodos a cambio del dinero de mi padre, del mismo modo que el verdulero vende coles a mi madre.17
Politizada o, más bien, sectorizada por los partidos políticos tradicionales, la universidad argentina ha discutido teóricamente las minucias de la especialización en el sentido de Weber, plegándose directa o indirectamente, franca o inadvertidamente, al dominante espíritu del tiempo, que para el que la polémica revulsiva que se interroga por el edificio y el terreno social sostenedores de su funcionar se cambian por las confortables y disciplinadas “discusiones”, que adquieren hoy en día, a pesar de su sofisticación teórica, un alcance global. No estoy recriminando nada, sencillamente describo e interpreto una corriente en la que nadamos. Y tampoco estoy seguro de que el privilegio de la extraterritorialidad universitaria que permite decirlo y discutirlo todo sin reservas ni concesiones a poder político alguno (tal como lo presenta Derrida en L’Université sans condition)18 sea algo más que un ejercicio sostenedor del establishment. Dudosa sería la discusión que, en esas condiciones, le permitirían alcanzar el estatuto que entreveo detrás de las “polémicas ocultas”.
Iluminista, transparente y democrática (aunque sometida en secreto por las jerarquías y sobre todo por las jerarquías del éxito académico), la discusión universitaria diseña un modo de producción intelectual que naturalmente encuentra un mercado lector global. Me refiero como ejemplo al libro Contingencia, hegemonía, universalidad,19 publicado en el año 2000 por un conjunto internacional de intelectuales (Judith Butler, Ernesto Laclau y Slavoj Zizek), que como principio de composición han redactado cada uno de ellos un cuestionario al que luego responden sujetándose al principio del diálogo, la discusión y las conclusiones. Las polémicas constitutivas, en cambio, traspasan los protocolos, se cuelan como residuos ideológicos inesperados en la discusión formal y se someten al desconcertante e inexplicable imperio de las pasiones.
Y con las pasiones quisiera volver a Borges. No por un capricho personal, y menos aún porque lo considere la cifra o el non plus ultra de la literatura argentina, sino porque ha hecho de la polémica, el duelo, el duelo intelectual y las discusiones, uno de los ejes formales de su literatura. Literatura que en ese plano de la contienda cultural se corresponde con las polémicas constitutivas de la cultura argentina. “Enciclopédico y montonero”, la frase que Borges escribió en la década del veinte, resume la intensidad de una pasión dual, pero también la de una brecha histórica que no termina de cerrarse. En las discusiones posteriores (desde 1930 hasta 1955) sobre el nacionalismo, los germanófilos, la hispanofilia, la guerra civil española, el fascismo, el nazismo, la Segunda Guerra Mundial y el peronismo, Borges indaga siempre el modo en que la cultura argentina capta, debate y padece esos acontecimientos, proyectándolos en una polémica cultural constitutiva que no se estrecha en la mera discusión de los pormenores históricos contemporáneos.
Vuelvo a Borges y a la pasión que implica la polémica, no tanto por decisión propia, sino por un libro reciente que a partir de una teoría de las pasiones, y de la pasión biográfica asordinada que le sirve de soporte, también vuelve a Borges. El libro de Beatriz Sarlo La pasión y la excepción20 sobresale o escapa de la minuciosa y claustral disputa académica para abrirse a lo inexplicable e irracional de ciertos sucesos históricos excepcionales. No tiene un reconocible afán polémico, pero seguramente despertará reacciones belicosas. No importa aquí discutir los pormenores del análisis de Sarlo, sino indicar que se trata de una intervención polémica. Convendría distinguir pragmáticamente entre lo que llamamos “polémica” de la discusión académica o intelectual, por un lado, y de la “intervención polémica” por el otro. No siempre las intervenciones culturales dan lugar a un desarrollo polémico, tal como ocurre en los duelos o en los desafíos que pueden o no ser aceptados. No todos los polemistas de vocación logran producir polémicas a pesar de sus esfuerzos de compadritos intelectuales. Pero creo que el libro de Sarlo se entrecruza con los hilos de un enfrentamiento histórico cuyos ecos de guerra resuenan todavía en las consecuencias jurídicas de aquellos años de excepcionalidad. En este sentido, La pasión y la excepción, más allá de sus intenciones, se interna en los nudos históricos que no dejan de solicitar la explicación y la interpretación. Suceso excepcional es para Sarlo la ejecución de Aramburu en 1970 y, antes, el mito que la cultura peronista construye alrededor de Eva Perón, y el ocultamiento de su cadáver. “Argentino inevitable”,21 testigo privilegiado o cifra de la trama cultural, Borges se convierte en una suerte de oráculo sin respuesta: “Formo parte de una generación que fue marcada en lo político por el peronismo y en lo cultural por Borges”, dice Sarlo.22 Y encuentra en la trama de la violencia histórica, en su encadenamiento de venganzas sangrientas, dados vuelta y cambiados de signo, la espada y la cruz de la espada que los nacionalistas de Sol y Luna proclamaron con dudoso énfasis retórico. Pero estas espadas católicas y guerrilleras (el conjunto inicial de los Montoneros provenía del catolicismo) se hunden realmente ahora en los cuerpos de quienes deben pagar por los crímenes históricos irredentos:
Violencia y pecado, teología de la violencia y teología del pecado, no hace falta más: Montoneros surge de este cruce histórico de la radicalización política con la radicalización religiosa.23
Como un paralelo a la narración montonera del secuestro y muerte de Aramburu (“El hecho excepcional [en el relato montonero] obtiene una narración casi banal”, observa Sarlo), la narrativa de desafíos, barbarie, honor y venganza de cuentos como “El fin”, “El otro duelo” y “Emma Zunz” producen una suerte de intelección sobre una constante de la cultura política argentina: la violencia. “La literatura –dice entonces– puede hacer saber incluso aquello que no sabe del todo”.24
Relato unilineal, la versión política de la historia narrada por sus actores concluye y obtura el sentido de lo narrado; la literatura borgeana, en sintonía con los debates culturales de largo aliento, se abre hacia la imaginación de sentidos latentes. Si las polémicas constitutivas son reinscripciones de puntos no saldados de la historia, en el libro de Sarlo, la figura oracular de Borges encarna la cifra de esos sentidos y de polémicas que pueden plantearse solamente en una dimensión conjetural, sustrayéndose a un peso fatal e inevitable de causas, efectos y venganzas.
Quizá no tan ocultas como planteé al principio, estas polémicas cruciales de la cultura argentina, entretejidas por Sarlo en otro abanico posible de significaciones, se muestran con una evidencia fascinante; algo tienen, sin embargo, que pertenece al orden de la perplejidad o del enigma, porque su poder “oculto” se debe a la contundencia histórica que revelan. Hablan o discuten sucesos de excepción que por su dimensión inaugural escapan de las redes retóricas o formales con las que se aprehende el normal o previsible encadenamiento de sucesos. La polémica, volviéndolos a instalar en la reconstrucción y la exégesis, les fabrica un modo de intelección.
Ocultas o no, la forma en que se revelan coincide, y no por azar, con el funcionamiento polémico que la vida intelectual conserva como el atributo más fiel de su razón de ser. No se oculta que no hay intelectuales sin polémicas. Aunque sean modestas.
11 Este trabajo fue publicado en el Boletín del Centro de Estudios de Teoría y Crítica Literaria, núm. 11, diciembre de 2003.
12 Cf. Alfredo V. E. Rubione, En torno al criollismo. Textos y polémica, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina,