Las No Personas. Dorian Derek

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Название Las No Personas
Автор произведения Dorian Derek
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9789403608389



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información, invadir el espacio privado hace que la persona se ponga verdaderamente nerviosa. Penetrar en ese espacio privado es la estrategia que usa mucha gente para ligar, si la otra persona permanece en el mismo lugar y permite que el intruso invada su espacio privado perfecto, pero muy importante, si la persona retrocede no hay nada que hacer. La psicología dice que el coche multiplica por diez este espacio privado, al ser más grande el coche que la persona, la persona se vuelve coche y necesita más espacio, si un coche te adelanta aunque no sea ningún peligro y sea totalmente lícito te molestará, esto produce cambios fisiológicos en ti. Si esto te ocurre en el ascensor no pasa nada, si te ocurre en un coche probablemente insultarás al otro, el coche no deja de ser una máscara que nos protege, ya no somos nosotros con nombres y apellidos, somos un color y unos pocos números de matrícula, nos hace más anónimos.

      Existen dos posiciones fundamentales para exponerse al mundo con las manos: con las palmas hacia arriba o hacia abajo. Una forma de descubrir si alguien es honesto es fijarse en el movimiento de las palmas de sus manos. Cuando alguien quiere decir la verdad automáticamente levanta una o ambas palmas hacia la otra persona, es una manera de decir "¡mira! No escondo nada" y significan sumisión. A la mayoría les resulta excesivamente difícil mentir levantando las palmas, al mentir las palmas quedan bocabajo y significan dominancia. ¿Qué ocurre cuando la mano y la mirada van por sitios distintos? Normalmente cuando señalamos algo nuestra mirada se dirige en la misma dirección que lo que señala nuestro dedo. Si nuestra mirada va para un sitio y nuestro dedo para otro nada de lo que salga por esa boca será verdad. Un solo dedo nos puede decir mucho, cuando mientes tu mente trabaja tan rápido que tu cuerpo no puede seguirlo y ocurren cosas como esta:

      Bill Clinton en la primera rueda de prensa después del escándalo Lewinski mientras decía "No tuve relaciones con esa mujer", sus ojos miraban a la izquierda, su dedo señalaba al frente, no convenció a nadie.

      Si quieres ocultar una emoción negativa, sea la que sea, utilizarás la sonrisa. La sonrisa actúa como todo lo contrario a todas las emociones negativas (ira, asco, temor, culpa, vergüenza...). La alegría se muestra con una sonrisa en la boca. La boca queda entreabierta cuando la sonrisa es verdadera y los ojos achinados, cuando alguien sonríe de verdad destacan unas arrugas en los laterales de los ojos, las llamamos "patas de gallo". Pero hasta fingir la emoción más fácil de todas a veces sale mal. Ponte en situación, llama a tu puerta un comercial de seguros, abres y te sonríe, fíjate en su cara... te saluda sonriendo y levanta las cejas. Te está mintiendo ya de primeras, en una sonrisa verdadera no se alzan las cejas. Por supuesto no es una mentira vital, es su trabajo, pero es una mentira al fin y al cabo. La máscara de la sonrisa es muy frecuente incluso para saludar, es un intercambio social que produces inconscientemente aunque no te sientas bien ese día y disimulará tu malestar. Es muy difícil no devolver una sonrisa, las personas lo hacen incluso sin querer ante un rostro sonriente en una fotografía, eso lo saben los productores de publicidad que te inyectan todos sus productos innecesarios en la cabeza a través de sus carteles.

      

      Esta es una diferencia entre una sonrisa verdadera como la de Beyoncé y Jay Z y una sonrisa cortés pero falsa en Rosalía. Las emociones son universales e innatas, nacemos con ellas y no importa la edad, raza o cultura a la que pertenezcas. Si mañana vas a visitar a la tribu de los Borana en Etiopia verás que personas alejadas de la civilización mueven los mismos músculos de la cara que tú cuando están tristes, contentos, enfadados o se sorprenden. Existe otro modo de mentir que consiste en decir la verdad de una manera defensiva o con burla, de tal modo que la víctima no lo crea por su ironía, esto es mentir con la propia verdad. Por ejemplo, cuando alguien le pregunta a su pareja "¿con quien hablas por teléfono?" y su pareja le contesta "estaba hablando con mi amante con quien tengo sexo 40 veces al día, como lo hacemos tanto tenemos que estar en contacto permanente!". Si escuchas alguna vez esta respuesta, con gran probabilidad te están siendo infiel. Esta exageración de la realidad haría muy difícil seguir con las sospechas, por norma general pensamos que si de verdad fuera infiel jamás lo confesaría de una manera tan sencilla. Cuando formulamos esta pregunta tenemos que fijarnos muy bien si vemos justo al instante alguna expresión de terror en el rostro, entonces ya no hablamos de probabilidades si no de certezas. También se puede ver la mentira si después de una pregunta de ese tipo la persona se enfada en exceso y lanza otro ataque muy rápido, culpando de lo mismo a la otra persona, algo oculta. Muchas veces, aún teniendo infinitas pruebas no queremos ver la realidad hasta que no nos la confirman, vamos en busca de la verdad y si no está corroborada al cien por cien no existe, pero no la queremos ver, en el fondo la sabemos, es miedo a tener que enfrentarnos a ella.

      La mentira es un boggart, puede aparecer de muchas formas, el ocultamiento, el falseamiento, despistar, coger solamente una parte de la verdad y edificar una mentira encima, las evasivas, exagerar o ironizar, etc. Pero la mentira suele dejar huella en una expresión facial, en un movimiento delator, en el tono de voz, en un ademán de tragar saliva, en la manera de respirar... pero, ¿por qué un mentiroso no puede evitar estas conductas que lo traicionan? Por el foco atencional. Por un lado están los pensamientos y por el otro los sentimientos, o le hacemos caso a uno o al otro, a los dos imposible. Ponte unos cascos y escucha por el auricular izquierdo una conversación de dos personas hablando y por el derecho otra de dos personas distintas, jamás podrás prestar el cien por cien de atención en ambas.

      Las emociones son automáticas e involuntarias, cuando se encienden puedes tomar conciencia y centrarte en apagarlas, pero para entonces habrás dejado un rastro en tu cara de apenas unos milisegundos. Las cejas son las que más delatan que su portador es un mentiroso, en el ejemplo anterior de la pareja infiel, las cejas se arquean hacia el interior involuntariamente cuando se siente miedo, esa persona lo puede sentir al enfrentarse a la pregunta de con quien está hablando. Si es infiel las arqueará mientras escucha esas palabras unos pocos milisegundos y rápidamente disimulará ese miedo con la ira, para ello sus cejas pasarán de estar arqueadas a estar fruncidas. Esto es una lucha interna entre lo que se siente de verdad y la emoción falsa. La ira es lo contrario a la risa y una emoción que confundimos en infinitas ocasiones con la tristeza, es el comodín por antonomasia al que recurrir cuando queremos mentir, es defendernos con un buen enfado. Una expresión real de cólera se basa en una mirada fija, el ceño fruncido, formado por las arrugas típicas de la nariz, los dientes o los labios bien apretados con gran tensión en la mandíbula. Si vemos estos indicadores en el rostro de alguien no es una buena señal. Cuando sentimos ira se incrementa la frecuencia cardiaca, produce un aumento en los niveles de testosterona y disminuye el cortisol, se altera la actividad cerebral, especialmente en el lóbulo frontal donde se encuentran los impulsos. La ira es una emoción negativa, pero no tiene porque implicar violencia, lo único que implica violencia es la violencia en sí misma. Nicolás Tommaseo dijo: "La ira ofusca la mente, pero transparenta el corazón" y tenía razón. El rostro de Putin es un ejemplo de esta ira, es una foto sacada justo en el momento que dejó traslucir la verdadera emoción que sentía entre sonrisas cordiales y apretones de manos.

      

      La ira es un patrón de comportamiento que utilizamos para advertir a los agresores que cesen su comportamiento amenazante. No existe un solo caso documentado donde haya habido un altercado físico sin una previa expresión de ira. Es una emoción que funciona como un previo aviso, es la antesala de una agresión. Esta emoción es de las más nocivas para las personas, hace perder el autocontrol, el poder de gobernarse a uno mismo y la objetividad para pensar. En política reina la ira hasta el punto de no saber si deberíamos hablar de la ira del poder o el poder de la ira. Todos hemos escuchado la frase con la que obsequió el filósofo Yoda a Anakin Skywalker "el miedo lleva a la ira, la ira lleva odio y el odio al lado oscuro". Puedes ver aquí un museo sobre ese lado.

      El