Название | Dragonomics: integración política y económica entre China y América Latina |
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Автор произведения | Carol Wise |
Жанр | Зарубежная деловая литература |
Серия | |
Издательство | Зарубежная деловая литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789972574801 |
Fuente: Dussel Peters (2018b).
Tabla I.3
Flujos de salida de la inversion extranjera directa de China hacia América Latina por actividad (2000-2017)
2000-2005 | 2010 | 2014 | 2015 | 2016 | 2017 | 2000- 2017 | |
Materias primas | |||||||
Número de transacciones | 40,00 | 36,67 | 19,05 | 11,43 | 25,71 | 13,33 | 29,88 |
Monto (millones de US$) | 85,35 | 61,47 | 54,89 | 68,29 | 28,72 | 23,61 | 57,93 |
Empleo | 50,69 | 76,64 | 60,70 | 15,22 | 27,35 | 18,13 | 41,04 |
Manufactura | |||||||
Número de transacciones | 26,67 | 23,33 | 40,48 | 48,57 | 34,29 | 51,11 | 36,28 |
Monto (millones de US$) | 2,67 | 2,61 | 3,66 | 19,76 | 1,90 | 35,82 | 8,58 |
Empleo | 6,86 | 5,00 | 14,29 | 74,44 | 13,80 | 26,16 | 25,27 |
Servicios y mercado doméstico | |||||||
Número de transacciones | 33,33 | 40,00 | 40,48 | 31,43 | 40,00 | 33,33 | 32,62 |
Monto (millones de US$) | 11,98 | 35,91 | 41,45 | 11,25 | 69,38 | 38,36 | 33,19 |
Empleo | 42,45 | 18,36 | 25,01 | 7,80 | 58,85 | 53,39 | 32,89 |
Compra de tecnología | |||||||
Número de transacciones | 0,00 | 0,00 | 0,00 | 8,57 | 0,00 | 2,22 | 1,22 |
Monto (millones de US$) | 0,00 | 0,00 | 0,00 | 0,70 | 0,00 | 2,21 | 0,29 |
Empleo | 0,00 | 0,00 | 0,00 | 2,54 | 0,00 | 2,32 | 0,80 |
Fuente: Dussel Peters (2018b).
La inversión extranjera directa de salida proveniente de China hacia proyectos enormes relacionados con recursos dentro de otras EE se ha venido dando aproximadamente desde el año 20107. Una vez más, y tal como es el caso en estas otras EE, ALC está empezando a ver un cambio en la composición sectorial de la IEDS, apartándose de la explotación de recursos y vinculándose con la manufactura y los servicios. Tal como se indica en el 13.er Plan Quinquenal de China, el presidente Xi está buscando lanzar una iniciativa de los «Próximos 30 Años» en busca de la modernización del país hacia un Estado desarrollista más maduro. Proyectos adicionales de infraestructura buscarán desarrollar economías regionales de escala y una integración más estrecha mediante redes de transporte. En Asia, ello queda ejemplificado por la Iniciativa de la Franja y la Ruta (Belt and Road Initiative, BRI) lanzada en 2013 bajo el Gobierno de Xi y que incluye la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI. La pieza central financiera es el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (Asian Infrastructure Investment Bank, AIIB), lanzado por China en 2015. Un manifiesto sobre desarrollo emitido por el Comité Central del PCCh, integrado dentro del 13.er Plan Quinquenal, indica que la competencia y la eficiencia sustentarán la consideración de políticas chinas referidas a los campos fiscal, financiero, de comercio exterior e IEDS.
En relación con América Latina, las reformas en China podrían tener significativos efectos multiplicadores y de repercusión. Al parecer, la asignación de la BRI se ha convertido en sinónimo de la anterior política china de «abrirse al mundo». ALC está involucrándose en parte del asunto, aunque pareciera que la BRI ha servido para dar visto bueno a proyectos que marcharían con o sin ella. Tal es el caso de un contrato por valor de US$ 2.100 millones obtenido en 2018 por la Corporación Estatal de Ingeniería de la Construcción en China para hacer carreteras en Argentina (Ge, 2018). Tal como ocurre con muchos proyectos chinos en Argentina, dicho Gobierno ha aceptado un alto porcentaje de insumos procedentes de China con este proyecto, incluyendo los referidos a ingeniería, construcción, actualizaciones y mantenimiento operativo (Stanley, 2018). Otros acuerdos entre China y ALC parecen coincidir con este perfil, como la construcción de un cuarto puente sobre el Canal de Panamá por parte de la compañía China Communications Construction por valor de US$ 1.420 millones. Aunque actualmente son 19 los países de América Latina que han firmado memorandos de entendimiento (MdE) con China referidos a la BRI, la terminología empleada en la mayoría de los acuerdos es imprecisa. Tal es el caso del MdE firmado por China y el Gobierno de Guyana para el otorgamiento de un préstamo relacionado con BRI para construir obras de infraestructura pública (Reuters, 2018; Departamento de Información Pública de Guyana, 2018).
Cabe resaltar que ni Brasil ni México participan por el momento de la BRI, y que en la reunión del Grupo de los 20 celebrada en Buenos Aires en 2019, Argentina declinó el ofrecimiento del presidente Xi para suscribir cualquier proyecto adicional referido a la BRI. Dadas las inquietudes respecto a la sostenibilidad de la deuda para países participantes de la BRI fuera de ALC (por ejemplo, Malasia, Pakistán, Sri Lanka y Montenegro), y las controversias sobre la naturaleza turbia y explotadora de algunos de estos contratos, probablemente sea mejor que la BRI aún no haya echado raíces importantes en la región de ALC. Citando un editorial de Financial Times: «El 89 por ciento de los contratistas de proyectos de transporte financiados por [la BRI de] China provenían de ese país. Los proyectos chinos son conocidos adicionalmente por incumplir con dar a conocer sus estudios de impacto» (Opinion: The FT View, 2018).
Ya la falta de evaluaciones serias de impacto ambiental y los efectos nocivos de algunos proyectos relacionados con la BRI han empañado la imagen de esta iniciativa. Pero aquí hay mucho más de lo que se ve a simple vista. Un estudio realizado por el Grupo Rhodium identificó que, en 38 renegociaciones de deuda entre China y 24 países en desarrollo durante la década pasada, «se encontraron condonaciones de deuda en 14 casos, prórrogas en 11 casos, y refinanciamiento y cambios en los términos de la deuda en la mayoría de los otros casos» (Hancock, 2019). Al no contar con cláusulas de condiciones, China tiene escasas opciones excepto negociar con sus deudores, algunos de los cuales han arrastrado a China hacia una trampa para acreedores. De hecho, la única confiscación de activos llevada a cabo por China durante este tiempo fue la del puerto de Hambantota, en Sri Lanka, realizada en 2017, una decisión de cuyas consecuencias Pekín aún no puede librarse.
Ahora que el proceso de profundización de relaciones entre China y ALC ha ingresado a su tercera década, se han estabilizado los flujos de salida de IED provenientes de China hacia la región. Parte de esta estabilización se debe a la propia desaceleración del crecimiento de China, pero también a su deficiente historial de debida diligencia. Del