Caída y ascenso de la democracia. David Stasavage

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Название Caída y ascenso de la democracia
Автор произведения David Stasavage
Жанр Социология
Серия
Издательство Социология
Год выпуска 0
isbn 9788418895784



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veinticinco y treinta años no participaban, a menos que fuese un consejo general, en cuyo caso se hacía un anuncio especial.

      41 Tooker, 1991. Véase también Tooker, 1984.

      42 Véase Relaciones jesuitas, 17, p. 161.

      43 Véase Trigger, 2002, pp. 141 y 142.

      44 Morgan, 1851. Véase también Morgan, 1985 y Tooker, 1978.

      45 Véase Engels, 2010, cap. 2. Véase también Marx, 1974.

      46 Véase Stone, 1976.

      47 Véanse Trigger, 1978a-b y Hart, 2001.

      48 Véase el caso iroqués en Snow, 1994, p. 15 y el argumento más general en Divale, 1974 y 1984.

      49 Véase Relaciones jesuitas, 10, p. 175.

      50 Tooker, 1991, p. 48, que cita a Shimony (1961, p. 89).

      51 Trigger (2002, p. 87) hace hincapié en esta cuestión, y dice que, por su posición dentro de la familia, las mujeres mayores podían asegurarse de que los asistentes masculinos al consejo transmitieran sus opiniones.

      52 Cortés, 1978.

      53 Aquí me basaré en el trabajo de Fargher, Blanton y Heredia Espinoza (2017a) y Fargher, Heredia Espinoza y Blanton (2011), que han hecho un gran trabajo para defender que Tlaxcala era gobernada de manera colectiva. Véase también el trabajo anterior de Gibson (1952).

      54 Fargher, Blanton y Heredia Espinoza, 2010, p. 238. El grupo que llegó a ver Cortés era de cincuenta personas, pero quizá era solo una parte del consejo.

      55 Véase Fargher, Blanton y Heredia Espinoza, 2017a.

      56 Gibson (1952, p. 148), que trabajó con evidencia posterior a la conquista, apunta que “una agricultura simple y doméstica, con pocos cultivos y las herramientas más rudimentarias, constituía la economía de subsistencia para la mayor parte de la población india durante el siglo xvi”.

      57 Fortes y Evans-Pritchard, 2016.

      58 Lugard, 1922, pp. 75 y 76.

      59 Al decir esto, debo señalar que los elementos de la democracia temprana no eran específicos de África central. También existían en el este de África (véase Legesse, 2000), así como en el sur (Olivier, 1969) y el oeste. Véanse Wilks, 1975 y McCaskie, 1995 a propósito de la gobernanza mediante consejos entre los asantes.

      60 Vansina, 1990, p. 75. La formulación clásica sobre las sociedades del “gran hombre” sigue siendo la de Sahlins (1963).

      61 Esto se explica en Vansina, 2004, p. 234. La fuente original de esta observación es el relato coetáneo de Auguste Verbeken (1933). A propósito de la evolución política de Kasai, véase Vansina, 1998.

      62 Véase Vansina, 2004, p. 247. Él conjetura que la periodicidad observada aquí dependía del momento de iniciación en el grupo de varones adultos.

      63 Esto se plantea en Vansina, 1990, p. 182, donde se señala que el sistema de la eata fue suplantado por un modelo alternativo a partir de 1820.

      64 Véase este punto de vista y evidencia al respecto en Baldwin, 2015, p. 30 y también en Mamdani, 1996.

      65 Véase Vansina, 1978, pp. 129-131.

      66 Ibíd., pp. 111 y 112.

      67 Véase Steinkeller, 1991.

      68 Ibíd.

      69 Esta lista la proporciona Steinkeller (ibíd.). Él también incluyó la reorganización de los templos en la lista de reformas, pero yo no lo hago porque no se adapta bien a muchas otras sociedades.

      70 Esta explicación se basa principalmente en Smith, 2012, cap. 7; Blanton, Fargher y Heredia Espinoza, 2017b, y Berdan, 2017.

      71 Sin embargo, hay restos arqueológicos que muestran un patrón de asentamiento similar. Esto ha sido señalado por Fargher, Blanton y Heredia Espinoza (2017b, p. 146).

      72 Smith, 2012, pp. 69-77; Smith, 2015, p. 74.

      73 Smith, 2015, pp. 78 y 79.

      74 Smith, 2012, pp. 164 y 165; Smith, 2014.

      75 Véase una descripción de este proceso en Berdan, 2017, p. 444.

      76 Véase el argumento en Blanton y Fargher, 2008.

      77 Cálculos reportados por D’Altroy (2015b).

      78 Véase la evidencia arqueológica sobre los orígenes incas en Covey, 2008.

      79 Véase el debate en Isbell, 2010.

      80 Véase D’Altroy, 2015a y 2015b.

      81 Véase D’Altroy, 2015a y 2015b.

      82 Basándose en la evidencia arqueológica, Pauketat (2004, p. 79) señala que el crecimiento de la población también fue muy rápido, y que creció en una o dos generaciones: de entre 1.400 y 2.800 habitantes pasó a tener entre 10.200 y 15.300. El cálculo más bajo ya representaba una población mayor que la de los asentamientos iroqués y hurón.