Название | Heredera por sorpresa |
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Автор произведения | Diana Ma |
Жанр | Книги для детей: прочее |
Серия | |
Издательство | Книги для детей: прочее |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788418509223 |
Camille casi da saltitos en el sofá.
—Cuéntanos —exige.
—Una caja de música con figuras de Blancanieves y los siete enanitos en la parte de arriba.
—Ay, por favor, dime que la melodía que sonaba era «Mi príncipe vendrá» —suplica Glory.
—Por supuesto que sí —respondo—. La puso para mí y luego me miró con ojos de cachorrito durante toda la canción. Fue muy incómodo.
Glory ha acabado en el suelo y Camille jadea entre risas.
—Lo mejor fue la reacción de mi madre.
Mamá examinó el plástico barato de colores brillantes que había sobre mi cama y luego dijo:
—¿Esto es lo que te ha traído de Taiwán? ¿Por qué bai fei qian en esto?
Me río al recordarlo y añado:
—Ella no entendía por qué malgastaba su dinero en baratijas. Pensó que debería haberme traído pasteles de piña de Taiwán en su lugar.
A mamá le encantan los dulces. Siempre le pide a su mejor amiga, que también es china, que le traiga pasteles de piña de Taiwán. Una vez le pregunté por qué nunca había ido allí o a China. Me dio una respuesta imprecisa, pero yo sabía que ocultaba algo.
En cuanto Camille recupera el aliento, pregunta:
—¿Taiwán forma parte de China? ¿Tus padres son de allí? —Esta es la clase de preguntas que no me molestan. Camille no lo pregunta porque mi condición de asiática me convierta en extranjera a sus ojos, sino porque es una nueva amiga que quiere conocerme de verdad. Sin embargo, la respuesta a su pregunta sobre Taiwán es complicada. Desde que el bando perdedor de la revolución comunista china huyó a Taiwán a finales de los años cuarenta, la China continental considera que Taiwán forma parte del continente, pero estos no están de acuerdo. Mi padre diría que eso es demasiado simplificado, pero yo no soy capaz de explicar la geopolítica china como él.
—Taiwán es un país aparte —explico—. Mis padres no son de allí, sino de China.
Luego cambio de tema, porque sé cuál es la siguiente pregunta inevitable. Y no es ofensiva, pero tampoco fácil de responder: «¿Alguna vez has estado en China?».
La respuesta es no. Pero no me resulta fácil explicar por qué. Mis padres no solo no han vuelto nunca a China, sino que me han prohibido ir.
Y no sé por qué.
Capítulo 3
Me siento en una silla de plástico rígido en la sala de espera del casting y observo con disimulo a las otras candidatas, sentadas frente a mí. En la primera audición la sala estaba abarrotada y, cuando me llamaron por primera vez, estaba medio llena. No obstante, ahora que me han llamado por segunda vez, solo hay otras dos mujeres, ambas asiáticas. Una de ellas tiene la cara bonita y redonda y la otra tiene una belleza elegante. Si el director está buscando a una chica guapa, elegirá a la primera; pero, si lo que quiere es alguien con glamur, elegirá a la segunda. «¿En qué posición me deja eso a mí?». Con el pelo recogido en una coleta y el mínimo maquillaje, describiría mi estilo como el de la «vecina de al lado», excepto que las asiáticas nunca son la «vecina de al lado». O somos exóticamente guapas o exóticamente glamurosas.
Aliso la hoja de papel que me ha dado la recepcionista al registrarme; espero tener una oportunidad con este rol. «Sonia Li, exnovia». Eso es todo. Supongo que será una lectura en frío de nuevo. Las dos últimas veces también lo fue: una escena con Sonia en medio de una pelea con su exnovio Ryan.
Rápidamente, repaso todo lo que sé sobre Butterfly, la película para la que estoy haciendo la prueba. Es un cortometraje de presupuesto medio cuyo estreno está previsto en todo el país y la producirá un estudio pequeño, pero de buena reputación. También es una versión de M. Butterfly, y, por lo que sé de la obra de teatro y de la adaptación cinematográfica de los años noventa, supongo que Sonia Li es la versión moderna del personaje secundario Helga, la esposa que al final es abandonada.
Tanto en la obra de David Henry Hwang como en la versión cinematográfica original, Helga es blanca, pero supongo que en esta versión es asiática. El único otro personaje femenino que se me ocurre también es secundario: la camarada Chin, pero se supone que es una mujer mayor. Miro a las otras dos mujeres y ambas aparentan mi edad, por lo que lo más posible es que no vayan a presentarse para el papel de la camarada Chin.
Trago saliva y voy a por un vaso de agua del dispensador. Las otras dos chicas siguen mis movimientos con la mirada. La que tiene la cara redonda se sonroja cuando nuestros ojos se encuentran y vuelve a centrarse en su propio folio, aunque mirar fijamente la única línea que debe decir no va a ayudarla mucho en la prueba. Aun así, es justo lo que voy a hacer yo también.
La otra mujer me sonríe con fría confianza. Ella no lleva ninguna hoja.
—¿Te han llamado para el papel de Sonia Li? —Se echa el pelo largo por encima del hombro y la melena se extiende como tinta sobre su blusa blanca—. Soy Vivienne.
—Eh, sí. Para el papel de Sonia Li. Yo soy Gemma.
Me bebo el agua de un largo trago y, sin querer, derramo algunas gotas sobre mi camisa. Genial. Basta con que mi competencia se presente para que yo me convierta en un manojo de nervios. Con cuidado, vuelvo a sentarme en la silla.
La mujer que se ha ruborizado levanta la vista y se presenta como Julie.
Vivienne se inclina hacia delante y dice de forma confidencial:
—Me encantaría conseguir este papel. Trabajar con Eilene Deng sería un sueño hecho realidad.
Me quedo boquiabierta. Eilene Deng es mi ídolo. He visto toda su filmografía, incluso la única y horrible temporada de su fallida comedia.
—Bromeas. —Resoplo sorprendida.
—¿Qué papel interpreta? —pregunta Julie con los ojos muy abiertos.
Vivienne se ríe.
—Oh, no actúa en esta película. La dirige.
Frunzo el ceño, con la emoción empañada por la sospecha de que Vivienne nos está tomando el pelo.
—En la primera audición, el director de casting reveló que el director es Jake Tyler.
Jake lleva años en la industria del cine y tiene fama de tener poca paciencia y de ser muy exigente.
—Sí, es cierto —confirma Vivienne—. Pero cuentan con Eilene como codirectora.
Ah. En realidad, tiene sentido que el estudio contrate a una codirectora asiática, pues el director principal es un hombre blanco.
—¿De dónde has sacado esa información? —pregunto.
—Oh, ya sabes cómo funciona este mundo. —Vivienne hace un gesto con la mano—. Uno de los negocios de mi madre es un restaurante de fusión vietnamita que a Eilene le encanta, y se le escapó algo sobre la codirección de esta película durante un evento que el restaurante organizó.
No, no sé cómo funciona este mundo. Mi madre es directora de arte en un museo y mi padre es profesor de ciencias políticas, así que somos una familia de clase media, pero eso no significa que yo me codee con la misma gente que Vivienne. Es decir, venga, que se tutea con Eilene Deng y uno de los negocios de su madre es un restaurante de fusión de lujo. Aun así, los cotilleos de Vivienne no parecen mezquinos, por lo que le pregunto:
—¿Sabes algo más sobre la película?
Entrecierra