Название | Argentina: Las canciones de su folklore |
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Автор произведения | Felipe Pinto |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788417659615 |
cadencia al bailar, airoso el perfil.
Me fui diciendo adiós...
en ese adiós quedó enredado un querer.
Agitando pañuelos me fui
¡Qué lindo añorar tu zamba de ayer!...
Yo me iré tu vendrás...
Yo te llevaré, mi rancho se alegrará.
Agitando pañuelos me iré
y en mí vivirá aquel carnaval.
Agitando pañuelos me iré
cantando esta zamba repiqueteadita.
Volví y te encontré...
toda mi voz le dio a la copla un cantar.
Agitando pañuelos volví,
sintiendo también mi pecho agitar.
Bailé hasta el final...
engualichao, bailé hasta el amanecer.
Agitando pañuelos bailé.
¡Que lindo bailar tu zamba de ayer!
015. Agua y sol del Paraná
El río Paraná es uno de los más importantes de Argentina. Atraviesa varias provincias y forma junto al río Uruguay la denominada Mesopotamia Argentina. El chamamé es la música característica de esta región y en «Agua y Sol del Paraná» se describe con gran maestría la vida de la gente litoraleña.
Si tuviésemos que elegir una canción que represente al Litoral y su gente, seguramente nos inclinaríamos por «Agua y Sol del Paraná», agregaríamos que el compositor, Ariel Ramírez, la puso en el pentagrama allá por comienzo del 50. Pocos saben que el autor de su letra, Miguel Brascó, es un personaje que vimos habitualmente, hasta su fallecimiento en 2014, en programas relacionados con la historia y elección de vinos, sibarita de tiradores, abdomen abundante y derroche de bonhomía.
El maestro Ariel Ramírez, se hizo popular en todo el mundo con su Misa Criolla de la que se han vendido ya varios millones de discos. Nacido en Santa Fe, capital de la provincia argentina del mismo nombre, no es raro que haya dedicado varias composiciones a ese imponente fenoméno de la naturaleza que es el río Paraná. En la antología de la zamba necesariamente tiene que estar incluída su obra «El Paraná en una zamba», a la que puso letra el salteño Jaime Dávalos. Aquí, en «Agua y sol del Paraná» es Miguel Brascó quien narra muy poéticamente la tarea de remontar este grandioso río contra corriente, en una calurosa tarde oriental. Son excelentes las versiones de esta canción, tanto la del propio autor, con Eduardo Falú y Los Fronterizos que fue grabada en 1962, en el disco «Coronación del Folklore», como también lo es la perteneciente a Los Chalchaleros.
AGUA Y SOL DEL PARANÁ
Canción del litoral
Letra: Miguel A. Brascó
Música: Ariel Ramírez
Grabado por: Ariel Ramírez, Los Fronterizos, Los Chalchaleros, Eduardo Falu, Los Arribeños, Dúo Socavón, Lolita Torres, Los Arroyeños, Zamba Quipildor, Nostalgiosos, Amalia de la Vega, Tomás «Tutu» Campos…
Por el río Paraná,
aguas arriba navego
El sol quema como fuego
en la siesta litoral.
Bordeando el camalotal:
pacu, surubí dorado
van navegando a mi lado
por el río Paraná.
La canoa lenta va
hiriendo el pecho del río,
sauce triste, ceibo mío,
en sus orillas está.
Azul el jacarandá,
aromó sus ramas de oro,
derramando su tesoro,
sobre el río que se va.
El agua me ha de llevar;
nadie sabe hasta qué puerto;
hay solo un destino cierto:
la pampa amarga del mar.
Tristeza me da el ceibal,
sangrando sobre el verano:
si parecemos hermanos,
en el modo de llorar.
Ya mi canción se me va,
aguas abajo del río,
mientras sigo mi destino
remontando el Paraná.
Rio arriba, rio va
contra la oscura corriente
agua y sol sobre mi frente
agua y sol del Paraná.
Viejo río Paraná:
aguas marrones y bravas
y en lo alto crestonadas
no terminan de silbar.
016. Ah! Mi Corrientes porá
En el año 1942, el poeta rosarino Lito Bayardo (1905-1986) se hallaba en la ciudad de Resistencia, provincia de Chaco, visitando la peña, museo y pulpería «El Fogón de los Arrieros», creada el año anterior por Aldo Boglietti. Se encontraba acompañando por su amigo el poeta santafesino Juan de Dios Mena, quien una tarde lo invitó a ir a la ciudad de Corrientes tomando para ello la balsa que salía del puerto de Barranqueras. En Corrientes fueron tratados con mucha amabilidad y cuando ya se volvían para Resistencia, una dama muy bella le preguntó a Lito Bayardo si le había gustado Corrientes a lo que contestó que se llevaba un grato recuerdo. Entonces ella le pidió que les hiciera a los correntinos una canción como su zamba «Mama vieja». Ese pedido impresionó a Lito Bayardo y quedó registrado en su memoria.
Pocos días después, ya en Buenos Aires, se encontró ocasionalmente con Samuel Aguayo, quien le comentó que en una semana tenía que realizar algunas grabaciones, y que el músico y cantor Eladio Martínez (1912-1990), que era amigo suyo, le había entregado una melodía que tenía versos en guaraní, y quería que Lito Bayardo le hiciera los versos en castellano, en tiempo de chamamé, para llevarla al disco. Lito Bayardo le comentó a Samuel Aguayo que nunca había hecho letras sobre ritmo de chamamé, y entonces se fueron juntos a tomar un café y allí Samuel Aguayo le entonó la melodía de Eladio Martínez y le propuso que incluyera algunas palabras en guaraní para darle más color al tema. Entonces le tradujo algunas palabras, y mientras Samuel Aguayo entonaba la melodía, Lito Bayardo comenzó a recordar a aquella dama que en Corrientes le había pedido un tema para los correntinos. Le preguntó entonces cómo se decía «hermosa» en guaraní, y Samuel Aguayo le dijo que «hermosa en guaraní se dice porã». Entonces Lito Bayardo comenzó a escribir la letra del chamamé y le dijo que podía llamarse utilizando las primeras palabras de los versos «Ah! mi Corrientes porã». Y así, con la melodía que le entonaba Samuel Aguayo, Lito Bayardo prosiguió con la letra del chamamé al que tituló justamente «Ah! mi Corrientes porã».
Una semana después de finalizada la obra con letra en castellano, «Ah! mi Corrientes porá» fue llevada al disco por Samuel Aguayo como galopa, el 5 de agosto de 1942. Tiempo después la grabó como polca correntina, Osvaldo Sosa Cordero y sus «Correntinos» cantando el dúo integrado por Eduardo Rayo y Pedro de Ciervi, el 3 de abril de 1945 y poco tiempo después, el 10 de julio de 1945, como polca canción por el «Cuarteto Santa Ana» dirigido por Isaco Abitbol y Ernesto Montiel, cantando los versos