Páginas sevillanas. Manuel Chaves Rey

Читать онлайн.
Название Páginas sevillanas
Автор произведения Manuel Chaves Rey
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 4057664159243



Скачать книгу

href="#ulink_82abfd55-be1d-5f30-9c50-5c243f89f850">LIII LA PUERTA DE TRIANA

       LIV EL CONVENTO DE SAN FRANCISCO

       LV LOS ROSALES DE MAÑARA

       LVI EL TORREÓN DEL DUENDE

       LVII UNA COFRADÍA

       LVIII LA BEATA DOLORES

       LIX VIAJE REGIO

       LX BIBLIOTECA COLOMBINA

       LXI EL SEÑOR DEL GRAN PODER

       LXII MANOLITO GÁZQUEZ

       LXIII EL TEATRO PRINCIPAL

       LXIV LA FIEBRE AMARILLA

       LXV EL PUESTO DE AGUA

       LXVI MATUTE Y GAVIRIA

       LXVII LA PLAZA DE TOROS

       LXVIII UN AUTO DE FE

       LXIX EL RETRATO DE GODOY

       LXX EL CURA DE TRIANA

       LXXI ENTRADA DEL REY INTRUSO

       LXXII LA CONSTITUCIÓN

       LXXIII LA FIESTA DEL QUEMADERO

       LXXIV EL ASISTENTE ARJONA

       LXXV LA ESCUELA DE TAUROMAQUIA

       LXXVI EL SALÓN DE CRISTINA

       LXXVII LOS SOLDADOS DE ÁFRICA

       LXXVIII DOMÍNGUEZ BÉCQUER

       LA FUENTE DEL ARZOBISPO

       Índice

      «Horas hay de recreación donde el afligido espíritu descanse: para este efecto se plantan las alamedas, se buscan las fuentes, se allanan las cuestas y se cultivan con curiosidad los jardines.»

      CERVANTES.

      

RÓXIMO al convento de la Trinidad, cuya fundación se remonta al año 1249, existe un camino llamado en lo antiguo Camino viejo de Córdoba, el cual está rodeado de fértiles huertas y de algunas fincas de recreo, sin que tampoco falten en él los ventorrillos característicos de nuestra patria, donde tan agradables tertulias se forman en los días hermosos y serenos.

      Siguiendo este camino, y á una distancia bastante regular, se encuentra una fuente conocida por el nombre del Arzobispo, y que fué construída, según la tradición, en tiempos de D. Fernando III.

      En aquel lugar existía la huerta y palacio que el Monarca conquistador regaló á D. Remondo, su confesor, y segundo arzobispo que tuvo Sevilla después de ser abandonada por los sarracenos.

      D. Remondo, que entre otros muchos edificios poseía una hermosa casa en la calle que hoy lleva su nombre, próxima á la Catedral, solía pasar algunas temporadas en aquella huerta deliciosa, que, por su situación topográfica, por los dilatados terrenos que ocupaba y por la variedad de abundantes frutos que se criaban en ella, era sin duda la mejor de cuantas existían desde la casa de Buena-vista hasta el campo donde según la tradición eran sacrificados los mártires de los primeros tiempos del cristianismo.

      La magnífica huerta de que vamos hablando, muerto D. Remondo en 1286, sufrió no pocos cambios de propiedad; el palacio fué derruído casi por completo á mediados del siglo XV, y, repartidos los terrenos aquellos, todo desapareció, excepto la Fuente, que aún se conserva casi igual á como estaba en tiempos del Rey conquistador de Sevilla, según la afirmación de algunos autores, que ponemos en duda.

      La fuente del Arzobispo no puede ser más sencilla, pues sólo la componen algunas negruscas piedras carcomidas por la destructora acción de los tiempos, y varios caños, por donde sale el agua cristalina y abundante, formando blanquísima espuma.

      El manantial se supone no debe estar muy lejos, aunque varios escritores de antigüedades de Sevilla lo creen á larga distancia, sin dar para ello razones de gran fundamento.

      De esta Fuente se llevó el agua para la Alameda, construyéndose entonces un acueducto, del que sólo quedan hoy escasos restos.

      Cerca de la Fuente existen algunos paredones y cimientos que se creen de construcción romana, pues en aquel lugar, escribe González de León, hubo un templo dedicado al dios Panteo, y edificado por Lucio Luicinio Adamas. Dicho templo debió ser obra soberbia, así como una fortaleza que también tuvieron los romanos no lejos de aquel sitio.

      El agua de la fuente del Arzobispo era la mejor que se bebía en Sevilla, y hasta los médicos la recomendaban á ciertos enfermos; por lo cual diariamente, á pesar de la distancia que hay de la ciudad, acudían allí gentes de todas las clases sociales, que, á más de tomar el líquido salutífero, paseaban por los alrededores de la Fuente, que son muy higiénicos, y desde los cuales la población presenta una bellísima perspectiva.

      El punible abandono de muchos, y lo poco que se ha cuidado la antiquísima Fuente, han tenido por resultado que aquellas aguas, tan agradables en otros tiempos, apenas puedan beberse hoy por su desagradable gusto: y si ya no van á probarlas los vecinos de Sevilla, aún se ven los domingos y días festivos muchas gentes que acuden allí á merendar al sol y á pasar un rato agradable.

       LA PUERTA REAL

       Índice

      «Es una puerta hermosa, de una altura colosal, presidiendo una de las calles más dignas de la ciudad, y de una arquitectura sólida...»

      F. González de León.

      Quince puertas contaba antiguamente la capital de Andalucía,