La cocina de Daksha. Daksha Devi

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Название La cocina de Daksha
Автор произведения Daksha Devi
Жанр Сделай Сам
Серия
Издательство Сделай Сам
Год выпуска 0
isbn 9789500211697



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cocina tiene que estar limpia, ordenada. Si alguien nos ayuda, genial. La música es una gran aliada: yo escucho mantras, pero también puede ser música clásica, o la que prefiramos.

      La actitud consciente

      Me gusta hablar de la conciencia a la hora de cocinar, porque nos nutrimos no solo de los ingredientes, sino también de los estados de ánimo. El mejor ingrediente servido con mal humor no nos va a caer bien.

      Por eso, hay que entrar a la cocina con una actitud linda, predisponernos con buena energía para esta tarea que requiere gran responsabilidad: lo que estamos preparando va a formar parte de nuestros cuerpos.

      Agradecer

      Siempre, antes de servir, llevo mi plato al altar, lo ofrezco a Krishna y agradezco.

      Estas preparaciones son la base de casi todas mis recetas. Si bien se trata de productos disponibles en las tiendas, siempre recomiendo hacerlos en casa: son mucho más ricos y nutritivos.

      Ghi: manteca clarificada

      ¡Soy tan apegada al ghi! En la India, lo llaman oro líquido: como es inflamable, en las ceremonias védicas se utiliza para encender los fuegos. Será por eso que su perfume me emociona… Mirarlo, olerlo, contemplar la mezcla con las especias, me transporta a un lugar sagrado.

      Todo lo que se cocina con ghi queda increíble. Además, tiene muchas propiedades, por eso la medicina ayurveda lo utiliza como remedio. Algunos sanadores recomiendan prepararlo horas antes de la luna llena.

      ¿Cómo lo hago? Antes de empezar, me ocupo de que mi cocina esté limpia y ordenada. Y también tengo presente que cuanto más linda esté mi conciencia, mejor resultará el ghi. No hay ningún secreto, pero sí una clave: no apurarlo.

       Para tener en cuenta

      Esta receta lleva entre cuatro y seis horas por kilo de preparación.

      Manteca

      1 kilo

      Derrito la manteca en una olla y dejo que hierva a fuego fuerte durante 15 minutos, revolviendo siempre con una cuchara de madera.

      Luego, bajo el fuego al mínimo. (Se pueden colocar dos ladrillos entre la olla y la hornalla de manera que el calor llegue más suavemente). El objetivo es que la humedad de la manteca se vaya evaporando y los sólidos comiencen a separarse. Por lo general, los sólidos se van al fondo, donde se tuestan; algunos suben a la superficie y los quito con una espumadera.

      El ghi está listo cuando se vuelve totalmente transparente, color ámbar y con un aroma muy atractivo a avellanas o nueces tostadas. Debemos poder ver el fondo de la olla.

      —

      Cuelo el ghi lentamente en un colador con un poco de algodón en su interior. (Cuando utilizo manteca orgánica, uso los sólidos que quedan en el algodón para preparar pan o tortas; de lo contrario, los desecho).

      —

      Cada vez que cocino, lo vuelvo a colar para eliminar cualquier partícula que hubiera podido quedar. Es importante cuidar que no se queme.

      —

       Cómo se conserva

      El ghi dura seis meses y, si está bien hecho –sin nada de humedad, ni restos sólidos–, no es necesario guardarlo en la heladera.

      Dahi: yogur casero

      Para hacerlo por primera vez, utilizo un buen yogur orgánico. Luego, separo una taza de dahi recién hecho y la reservo en la heladera para preparar más. Dura cuatro días para tomarlo y hasta siete para cocinar.

       Para tener en cuenta

      Se prepara en diez minutos. Lleva entre cinco y siete horas de reposo.

      Leche

      1 litro

      Yogur natural

      1 taza

      Caliento la leche (no la hiervo, pero se puede).

      —

      Retiro del fuego y dejo que comience a enfriarse.

      —

      Para saber cuál es la temperatura correcta, introduzco un dedo en la leche y cuento diez segundos. Si quema, hay que esperar. Si no quema, pero se siente la temperatura, la leche está lista. Hasta adquirir práctica, hay que repetir el procedimiento varias veces. El dedo tiene que resistir la temperatura de la leche, pero no debe estar fría.

      Añado el yogur a la leche y mezclo bien.

       Una variante

      Si quiero lograr yogur más espeso, agrego al litro de leche una taza de leche en polvo y la mezclo bien con el batidor. En ese caso, vuelvo a verificar la temperatura, que baja con el agregado de la leche