Название | La organización social del cuidado de niños, niñas y adolescentes en Colombia |
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Автор произведения | Martha Lucía Gutiérrez Bonilla |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789587815306 |
En el capítulo ilustramos la persistencia de la naturalización de las relaciones de género y el no reconocimiento del cuidado como un trabajo, un fenómeno transversal a las distintas posiciones sociales de quienes cuidan, pero con matices diversos. Persiste, además, una tendencia común al familiarismo, que concentra el cuidado en los hogares y en las redes parentales. La mercantilización del cuidado se concentra en los sectores medios, a los más pobres llega una débil acción del Estado, con subsidios y programas focalizados, mientras los sectores medios carecen de apoyos al respecto. Además, mostramos la desprotección de las condiciones labores de quienes son madres. Por un lado, las licencias de maternidad y la Ley María, que se cumplen como derecho para quienes tenían contrato laboral vigente previo al embarazo, a lo que se suma la escasa conciliación entre los tiempos del ámbito laboral y el cuidado en el ámbito familiar.
El segundo capítulo, “El cuidado de niños y niñas en Cartagena de Indias: estrategias familiares e inequidades”, se inicia presentando un contexto sociodemográfico de una ciudad plena de contrastes dada la inequidad social, con altos niveles de pobreza padecidos por cuidadoras/es. En Cartagena, el cuidado en estos estratos tiende a ser bien familiarista, continuando con una forma de crianza tradicional en la cultura que prevalece en la medida en que las madres jóvenes se insertan en el mercado laboral. Se encuentra, además, colaboración de los padres en algunos casos, mientras que como tendencia general se observan padres cuya vinculación es “periférica, ausente e irresponsable, sin garantizar los derechos de su progenie”. De este modo, se sigue reproduciendo la tendencia general de la cultura familiar acerca de que son las mujeres, abuelas y madres quienes sustentan el cuidado, así tengan a su cargo la proveeduría.
Mientras los niños y niñas convocados/as en los grupos focales pertenecientes a los grupos de más ingresos reclamaron de sus padres y madres más tiempo para ellos/as, los de hogares más precarios solicitaron evitar el castigo físico, aún prevaleciente durante el cuidado. Sobresale en sus análisis el alto valor que se le otorga a la compra de los servicios domésticos, a través de la tradicional “nana”, como niñera de niños y niñas, y la precariedad contractual con que este grupo se vincula laboralmente. Por último, se demandan servicios de atención a la infancia a pesar de las condiciones adversas debido a la falta de institucionalidad del gobierno local y el manejo corrupto de recursos públicos. A pesar de las vigorosas redes vecinales persistentes en la ciudad, que por tradición han apoyado a la niñez, se anota alta vulnerabilidad de las mismas, debido a la violencia en los barrios populares.
Desde Medellín, la Universidad Bolivariana presenta el capítulo: “¿Cómo cuidamos a nuestros niños y niñas en Medellín? Narrativas de quienes ejercen el cuidado y quienes lo reciben”. Se inicia con un contexto sobre el área metropolitana de la ciudad. Después de destacar los indicadores sociodemográficos, se mencionan las políticas públicas para la infancia como el programa Buen comienzo y las alianzas de la sociedad civil para su atención. Las nociones del cuidado se abordaron desde las perspectivas de niños y niñas y adultos/as. Los primeros resaltaron su papel de garantizar la subsistencia y el afecto que ellos y ellas demandan, mientras quienes cuidan significan esta labor desde las dimensiones económicas, en tanto les representa un costo. Al tiempo resaltaron el papel del afecto, nombrando las ventajas del compartir y el disfrute de espacios con quienes les cuidan. En este sentido, es preocupante la presencia del castigo físico al interior de algunos grupos familiares, pues este es cuestionado por ellos y ellas. Con relación a las acciones del cuidar que se destaca en las narrativas dominantes, se visualiza la familia como principal responsable del cuidado de niños y niñas, ligada a la feminización de esta práctica, y se considera a las mujeres como principales responsables de las tareas domésticas. Esto se fundamenta en la creencia de que ellas poseen habilidades y recursos innatos para realizar un rol por tanto tiempo asignado en la sociedad.
Se resalta, además, la elevada sobrecarga física y emocional para cuidadoras/es principales de bajos recursos económicos, para quienes la subsistencia con empleos de baja calidad y la concentración de la responsabilidad en las labores de cuidado constituyen una carga desproporcionada, de manera que, en especial las madres y un grupo de padres cuidadores, anhelan que la pareja tenga mayor participación en el cuidado de los niños y niñas. A la vez, se muestra cómo se gestionan redes parentales para su cuidado, en especial, por delegación a las abuelas y tías, quienes efectúan esta labor de manera altruista. El capítulo finaliza referenciando la articulación de los grupos familiares con el Estado, el mercado y el temor a la ayuda de las redes vecinales.
En el caso de Bucaramanga, desde la UIS, se presenta el capítulo “Mujeres y hombres del cuidado: algo se aprende, algo se hace y algo prevalece en el cuidado de la niñez y la adolescencia en Bucaramanga”. El estudio, de tipo cualitativo, se realizó en el área metropolitana donde prevalecen los sectores medios y donde los niveles de pobreza son menores que en Cartagena y Bogotá. El capítulo aborda los significados del cuidar para las y los cuidadores y la forma en que se siguen reproduciendo en las nuevas generaciones la formación en las visiones tradicionales sobre el género. Además, a partir del análisis de los testimonios recogidos, se plantea que el cuidado sigue concentrado en las mujeres bajo la modalidad de madres de tiempo completo. Al tiempo, se habla de la inserción de las mismas en el trabajo productivo, sin cambiar la tradicional división sexual de las tareas e implicando una sobrecarga para ellas, que afecta su salud física y emocional. Similar a las otras ciudades, la situación es más difícil para quienes no alcanzan a comprar servicios del cuidado. Refieren, a la vez, otras modalidades de cuidado: los padres cuidadores principales o los hogares de las parejas separadas. Igual que las demás ciudades, resaltan la familiarización del cuidado y el destacado papel de las abuelas cuidadoras. Concluyen sobre cómo se complementa una predisposición negativa de la población hacia el Estado con la falta de una oferta de servicios del cuidado provista por los municipios y, en general, del Estado. Finalmente, se refieren al aumento de la desconfianza de las redes vecinales para el cuidado.
Por su parte, la Universidad del Valle presenta el capítulo “Organización social del cuidado para la primera infancia en Cali: nociones y estrategias”. En la introducción se muestra cómo se gesta un proceso de investigaciónacción que ofrece elementos para comprender la dinámica del cuidado en dicha ciudad. En el segundo apartado se contextualiza la situación social, económica, cultural y la calidad de vida del entorno social en el que habita la población estudiada y, en cierto sentido, la desesperanza y la pobreza que se reproduce allí. La tercera parte se ocupa del cuidado de los niños y niñas en las familias a partir de las voces de las mujeres madres entrevistadas usuarias del programa en la Modalidad Familiar. Un cuarto apartado introduce los hallazgos relativos al cuidado desde los equipos de trabajo de las modalidades familiares De Cero a Siempre, en una comuna popular, el cual forma parte de la organización social de niños y niñas. En los relatos sobre el cuidado y el deber ser del mismo, se introduce el tema sobre el papel que cumplen las personas como funcionarias de este programa del Estado, concebido y orientado desde la política pública de primera infancia de Colombia. Aquí sobresale la reproducción de una mirada familiarista y maternalista que, desde el Estado, despliega la división sexual del trabajo. A la vez se muestra cómo cuidadores/as gestionan redes parentales para el cuidado, en especial las organizaciones comunitarias y las instituciones públicas y privadas que participan del cuidado de niños y niñas en el contexto de la investigación.
El texto “Nociones y prácticas del cuidado de niños, niñas y adolescentes en Bogotá, Bucaramanga, Cali, Cartagena y Medellín: lo común y lo diverso” compara los capítulos de las universidades citadas en torno a las nociones, prácticas y estrategias y articulación de los hogares con la organización social del cuidado: Estado, mercado (como compra de servicios y como conciliación entre el tiempo laboral y el familiar) y, finalmente, con las redes vecinales y ONG. Sobresale en todos los contextos el énfasis en la salud emocional de NNA, la necesidad de protección y satisfacción de sus necesidades básicas y la preocupación en relación con la inseguridad de las ciudades. Además, persiste una tendencia hacia la naturalización del cuidado en dos sentidos: como desconocimiento del trabajo implicado y como concentración del mismo en las mujeres. Todo esto sumado a que sigue siendo