Название | La Palabra del Señor |
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Автор произведения | Pedro Alurralde |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789874792310 |
NOCHE DE REGALOS
Hoy nos ha nacido un Salvador, que nos sonríe con: ¡rostro de Niño y corazón de Dios!
La Nochebuena es la noche de los niños y de los que han venido esperando su llegada con corazón de niños.
Es la noche de los que hemos venido preparando el pobre pesebre de nuestro corazón. No teniendo otra cosa que ofrecerle más que pasto. Por eso, es la noche de los pobres, que agradecen recibiendo la salvación; porque saben que la gloria de Dios es el pobre.
Es la noche de los que vigilan despiertos, porque no pueden dormir. De los niños de la calle, de los enfermos, de los presos, de los desesperados y de los marginados.
Pero, sobre todo, la Nochebuena, ¡es la noche de los regalos! “¡Dime qué regalas, y te diré quién eres!”.
Cada uno de nosotros se manifiesta por lo que regala. A Dios le pasa lo mismo. No solo nos hace un gran regalo, sino que se nos regala en la persona de su Hijo muy querido, que se nos presenta como un niño envuelto en pañales y con aroma de pesebre.
Es un regalo difícil de rechazar. ¡Quién rechaza a un niño, por más que sepa que ese Niño le cambiará la vida!
5. San Efrén de Nísibe (o Nisibi), Himno V para Navidad, 1-3 (trad. de S. Huber, Los Santos Padres, Buenos Aires, Eds. Desclée de Brouwer, t. II, pp. 450-451 [nuestra traducción presenta modificaciones respecto de esta versión]).
MISA DEL DÍA
«Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.
Al principio estaba junto a Dios.
Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe.
En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la percibieron.
La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre.
Ella estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de ella, y el mundo no la conoció.
Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio el poder de llegar a ser hijos Dios.
Ellos no nacieron de la sangre, ni por obra de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino que fueron engendrados por Dios.
Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único, llena de gracia y de verdad» Jn 1,1-5. 9-14
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«¡Que todas las edades oigan lo que jamás se oyó! ¡Lejos toda inquietud! Jesucristo, la verdadera seguridad, ha venido a nosotros. ¡Lejos toda debilidad! hoy ha aparecido el Salvador. ¡No más guerras, lejos toda disputa! hoy ha descendido de lo alto del cielo la verdadera paz. ¡Lejos toda amargura! hoy los cielos han destilado miel sobre la tierra. ¡Huya la muerte! el cielo nos ha dado hoy la vida. Hoy cantan los ángeles en la tierra, exultan los arcángeles, dense parabienes los profetas, son invitados los santos, confundidos los malvados, se regocijan los buenos, recobran la vista los ciegos, los lisiados caminan, quedan limpios los leprosos, los desconsolados recobran la alegría, los enfermos la salud y resucitan los muertos...
Los ángeles anuncian a Dios, el Cordero es mostrado a los pastores. (...) Ellos son los primeros en contemplar al Autor de la luz; ante el Redentor de los creyentes envuelto en pañales, quedan cubiertos de asombro, al verle cómo acepta la indigencia de la condición humana. Quiso nacer por el hombre, por eso, era necesario que pasara por todas estas humillaciones. Los pastores proclaman por todas partes la noticia recibida de los ángeles, ellos que fueron los primeros en conocer por aviso del cielo, el milagro de este maravilloso nacimiento»6.
LUZ Y SONIDO
Cuando uno se encuentra sumergido en un ambiente oscuro, pierde la noción de la distancia y la del tiempo. Pero al accionar la llave eléctrica e iluminarse el recinto, todo cambia con la luz. En realidad, nada ha cambiado, las cosas siguen siendo las mismas, pero han adquirido una nueva dimensión.
Esto mismo se puede comprobar en los espectáculos llamados: “luz y sonido”. Con la iluminación y comentarios vocales y musicales, se recrean ambientes geográficos, históricos y culturales.
Todo esto resulta una vaga y pálida imagen, de lo que nos viene a narrar en esta Navidad, el prólogo de san Juan.
El prólogo de san Juan, es un grandioso espectáculo cósmico de “luz y de sonido”. Nos quiere hacer reinterpretar la historia de la humanidad, desde Cristo, la Palabra encarnada y Luz del mundo.
Por eso, al celebrar el misterio de la Encarnación y al recibir su luminoso mensaje, nuestra vida entona con vibrante tono festivo, un cántico nuevo. Porque: “Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visita el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y sombras de muerte”.
6. San Pedro Crisólogo, Sermón para Navidad (PLS 2,180-182).
DOMINGO DENTRO DE LA OCTAVA DE NAVIDAD
DOMINGO DE LA SAGRADA FAMILIA DE JESÚS, MARÍA Y JOSÉ
«Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo”. José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: ‘Desde Egipto llamé a mi hijo’.
Cuando murió Herodes, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José, que estaba en Egipto, y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre, y regresa a la tierra de Israel, porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño”. José se levantó, tomó al niño y a su madre, y entró en la tierra de Israel. Pero al saber que Arquelao reinaba en Judea, en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí y, advertido en sueños, se retiró a la región de Galilea, donde se estableció en una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo que había sido anunciado por los profetas: ‘Será llamado Nazareno’» Mt 2,13-15. 19-23
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«Dios, amador de los hombres, mezcla trabajos y dulzuras, estilo que Él sigue con todos los santos. Ni los peligros ni los consuelos nos los da continuos, sino que de unos y otros va Él entretejiendo la vida de los justos. Así hizo con José. Si no, miren. Vio encinta a la Virgen, y esto le llenó de turbación y angustia suma, pues pudo sospechar que su esposa hubiera cometido un adulterio; pero inmediatamente se presentó el ángel, que le disipó la sospecha y quitó todo temor. Ve al niño recién nacido, y ello le procura la más grande alegría; pero bien pronto a esta alegría le sucede un peligro no pequeño: la ciudad se alborota, el rey se enfurece y busca matar al recién nacido. A este alboroto le sigue pronto otra alegría: la aparición de la estrella y la adoración de los magos. Tras este placer, otra vez el miedo y el peligro: Porque busca -le dice el ángel- Herodes el alma o la vida del niño. Y nuevamente el ángel da orden de huir y cambiar de sitio a lo humano, pues no era aún tiempo de hacer maravillas. Si el Señor hubiera empezado a hacer milagros desde su primera edad, no se le hubiera tenido por hombre. De ahí que tampoco se construye de golpe