La salud comienza en tu boca. Yvonne Kort

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Название La salud comienza en tu boca
Автор произведения Yvonne Kort
Жанр Сделай Сам
Серия
Издательство Сделай Сам
Год выпуска 0
isbn 9788418531026



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sería mejor hacer las cosas de otra manera. Además, también se necesita voluntad y coraje para ir en busca de la causa.

      ¿Realmente sabes lo que es saludable y lo que no lo es? ¿Los árboles no te dejan ver el bosque? O quizás estás ya cansado de toda la información existente acerca de este tema. Puedo decirte que, en un momento dado, yo también estaba completamente saturada. Y, especialmente, por lo que respecta a los «alimentos saludables». Había seguido diferentes cursos, pero continuaba buscando la respuesta definitiva. Cuanto más aprendía, más confuso y poco claro se volvía todo debido a tantas contradicciones. Lo que realmente me ha hecho disfrutar en este viaje en busca de «la verdad», fue (y es) el seguir abierta a nuevas ideas. Finalmente, todo este conocimiento ha contribuido a que, ahora, pueda ver el tema de la salud con una cierta perspectiva. Para mí, como profesional, el asesoramiento y el tratamiento son un rompecabezas y un trabajo que se hace a medida.

      La base para la ciencia moderna se cimentó en el siglo XVII. Entre los científicos había una creciente percepción de que las observaciones, combinadas con la experimentación, eran la clave para el conocimiento. La ciencia moderna comienza con la formulación de una teoría o una hipótesis sobre la realidad.

      Una teoría está basada en distintos experimentos, y después se prueba su veracidad de diferentes maneras. Cuanto mejores son los resultados de las predicciones, más fiable se vuelve la teoría. De este modo, a veces pasan años antes de que una teoría sea finalmente refutada. Repetir investigaciones con diferentes métodos es la forma de avanzar en la ciencia, puesto que cuantas más evidencias existan de una teoría, más posibilidades tendrá de ser confirmada. Por ejemplo, esto también puede aplicarse a las grasas. La teoría de que todas las grasas son malas ha cambiado con el paso de los años.

      Desafortunadamente, también es cierto que en la ciencia se pueden extraer conclusiones contradictorias de diferentes estudios referentes a la misma cuestión. Y es posible que en un determinado estudio se llegue a una conclusión distinta, de aquella a la que han llegado los propios investigadores. Otro problema con el que nos encontramos es que a menudo el alcance de las investigaciones es demasiado reducido, al contar con la participación de pocas personas, o que una conclusión en un estudio realizado en ratones se traslade directamente a seres humanos.

      El primer punto de partida en la ciencia es que nada puede probarse. Como mucho puedes refutarlo. Por ello, podemos llegar a la conclusión de que lo único que sabemos sobre la ciencia es que lo que hoy se admite como una verdad puede ser invalidado mañana. Así que solo hay una cosa segura, y es que nada es verdad. Una noción que tiene cierta belleza. Si observamos enfermedades relacionadas con el estilo de vida como la periodontitis, sabemos que no existe ninguna teoría simple. Hay una enorme cantidad de factores que desempeñan un rol significativo, y no podemos culpar solo a uno de ellos. ¿Es la higiene bucal lo que hace que desarrolles caries y problemas en las encías, o es que tomas demasiados dulces? Quizás últimamente tienes problemas de estrés. Así pues, múltiples factores juegan su papel, y es importante tenerlos todos en cuenta.

      Las fuentes consultadas para documentar este libro pueden encontrarse en: www.oergezondemond.nl/referentiesgezond-begint-in-je-mond.

      PRIMERA PARTE

POR QUÉ TU BOCA ES UN ÓRGANO QUE MERECE SER QUERIDO

      CAPÍTULO 1

      LA RELACIÓN ENTRE LA

       BOCA Y LOS INTESTINOS

      La importancia que tiene una boca saludable para el cuerpo no me quedó realmente clara durante mis estudios de higiene bucodental. Aprendí a mirar básicamente la boca y no a la persona poseedora de esa boca. Quieres conservar tu dentadura, ¿verdad? Esta era la motivación que se usaba para convencer a un paciente de que debía cuidarla. También era importante que, aparte del cuidado diario, un higienista dental tratara tus encías. Pero ahora, unos cuantos años más tarde, me he dado cuenta de que cepillarse dos veces al día y usar palillos (de madera o elásticos) o cepillos interdentales no son lo único necesario para conservar tu dentadura. Y que todavía hay otra razón completamente diferente para conservarla y mantenerla.

      Las mucosas bucales tienen, al igual que la piel y los intestinos, una función importante. Son las barreras de tu cuerpo y son necesarias para mantenerte saludable. Las mucosas bucales están formadas de una capa de células epiteliales. Esta capa puede tener tres funciones distintas. En primer lugar, ofrece protección contra intrusos externos, como daños y deterioros producidos por sustancias químicas y deshidratación. Otra función del epitelio es la de transporte transcelular. Las sustancias ambientales son absorbidas por la mucosa oral, la piel y los intestinos. En la boca, por ejemplo, los carbohidratos pueden atravesar la membrana mucosa para proporcionarnos rápidamente energía. A través de la piel no las absorbemos tan fácilmente como sucede con la boca o los intestinos. Estos últimos son el lugar más importante para la absorción de sustancias. Ello también conlleva una serie de inconvenientes, de los que hablaremos más adelante. La función última de las células epiteliales es producir mucosidad y líquido acuoso. Las más conocidas son las glándulas salivales, que excretan diariamente gran cantidad de humedad en la cavidad bucal.

      La membrana mucosa consta de distintas capas de células. La capa más exterior y más superficial, o sea, la que es visible, tiene una función de desgaste. En otras palabras, esta capa se desgasta con todo lo que haces con tu boca y con toda la comida que en ella introduces. Esta capa se renueva constantemente.

      La función más importante de las mucosas bucales es proteger contra el deterioro. Agentes patógenos como virus, bacterias, hongos, parásitos y toxinas, pueden entrar en el cuerpo a través de las membranas mucosas y producir algún tipo de enfermedad o daño. El cuerpo tiene dos mecanismos de defensa que colaboran para atacar y eliminar estos agentes perjudiciales. El primero está formado por los intestinos, los pulmones, la piel, las membranas mucosas y todas las aberturas corporales. Están hechos de forma que en el cuerpo entren la menor cantidad posible de microorganismos que pudieran ser peligrosos, y determinan qué puede ser transportado por el flujo sanguíneo hacia todos los órganos. En estas barreras hay también muchas bacterias beneficiosas que ayudan a mantener la salud. Además de bacterias beneficiosas, nuestra flora contiene también agentes patógenos, es decir, bacterias nocivas. La placa dental, esa capa amarillenta que puedes ver en tus dientes cuando sonríes ante un espejo después de haber comido, está formada de bacterias en aproximadamente un 80 %. También contiene restos de alimentos y sustancias salivares. Si en tu dentadura o en tu lengua hay mucha placa dental, por lo que tu boca contiene muchos agentes patógenos, entonces estas bacterias nocivas pueden llegar a enfermarte, por medio de la excreción de toxinas.

      El segundo mecanismo de defensa está formado por el sistema inmunitario,